domingo, 24 de mayo de 2009

cita

me llamó sin marcar número. escuché su voz en la distancia. atravesaba su aullido callado un túnel de auxilio. tenía una cita. y le supe asustada.

en kissing_her_cage_goodbye intuyeron que el momento era cumbre. hacía meses que no estrenaba botella. tiempo que no compartía caladas. no parecía ella.

en ocasiones necesitamos descorche. la presión de nuestro interno protesta y remueve y altera. es cuando deseamos dejar de ser nosotros. irnos lejos y volver con todo. cuando sabemos lo que necesitamos sin tener ni idea de cómo lograrlo. justo cuando gritar no es sencillo pero es lo que hacemos dormidos. cuando los llantos brotan sin sal y sin ojos. cuando nos bebemos el mar y nos ahogamos.

llenó su bañera de quejas y la vi sumergirse en ellas. vestida para el encuentro con los que nunca le citarían se tumbó en el cuenco. y bebió del bourbon de sus penas con esa fuerza tan dulce. e hizo arder mil pitillos sin siquiera arrimarlos a la boca. como en la tasca o el garito de moda. igual que con los otros hizo. repitiendo lo que hacía cuando los tambores quejicosos no reñían.

hay días en los que desaparecer parece absurdo pero no queda otra. horas nocturnas en las que el frío es lo que menos duele. son momentos eternos en los que transparentas a los que importas por pesar más los que te ignoran. son maquillajes en balde. son sonrisas sin respuesta exclusiva.

supe que buceó su martirio la noche de fiesta porque deseaba viajar donde no le lleva la vida. adiviné que intentó simular su lenta suerte porque me invadió el olor etílico y el humo. y la escuché llorar sin pronunciar gemido. detuvo su mirada en la nada mientras las horas no le afectaban.

a todos nos pasa. aunque no lo escenifiquemos. ocurre.
igual que ella no obtuvo respuesta y supo volvería a vivir en vacío.
igual a nosotros. igual.
inmersos en un botellón de baño o en lo nuestro. pero dentro. y solos. sin cita.

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