lunes, 26 de octubre de 2009

shumy

estaba por anunciar el rescate de los gatitos. lara y melo les han llamado. gatean sus nuevos días. por fin libres. mi redacción pulsaba festiva. tras la espera, tanto empeño, esfuerzo, jaula trampa y pasión esquivaron el fraguado de lo que les iban a echar sin saberles dentro. mi ilusión buscaba ser compartida.
pero la vida tan pronto regala como roba. y desde hace unas horas enviudé mi sonrisa. imagina lo peor _decía su mensaje_ estoy rota. y con ella yo. mis dedos perdidos no acertaban con las teclas que le abrazaran. y el puñal de mi pecho ha provocado a la fuente bajo mis párpados. cuánto dolor por lo trivial de nuestros días. cuánta impotencia por una carrera sellada en frenado.

yo conozco el hilvan de la vida. a diario suscribo nuestro ser momentáneo. lo que vemos se va un día. anunciado o en sorpresa. lo que tocamos termina. por decisión impuesta o propia. y en el trabajo de esa asunción camino, con la zozobra de lo inestable y poco seguro. con la intención de exprimir instantes. con la sed de calidez y calidad. con el miedo a la marcha domado a ratos. buscando razones que compensen lo que habrá de llegar. rastreando más por si fuera a ocurrir antes de plazo... cuándo no lo es?

veloz desde cachorro hizo que su nombre escudara en rojo. blanco como la nieve. reluciente como de estreno. cariñoso, obediente, formal y bueno. consentido _por la que le escogió por zatar_ sin caer en el descuido. paciente. expresivo. amigo de su vecina pompa y de mis mimos. enamorado de su pueblo, de la playa, de su ama y de la familia al completo.
ningún momento es bueno para interrumpirle a un perro. cualquier día es infierno para hacérselo saber a su dueña. y hoy yace ella entre hogueras a miles de kilómetros del asfalto llorado. lejos del instante y del lugar. fuera del epicentro _sigue temblando mi amiga_ pero no de su niño.

lo temporal de la vida, la brevedad de lo más longevo, lo caduco de lo que vemos nos mina. cuando toca sufrirlo cavamos hondo y nos perdemos.
pero hay un eterno que se escurre de esos dedos guadaña. lo infinito. lo más almado. nuestra esencia. para siempre. imborrable. a nuestro lado.
así le siento. junto a su madre. viajó hasta ella sin esperar su regreso. y entre el dolor más inmenso de la marcha de quien nos quiere y queremos alumbramos la presencia de lo que nos restará. lo único ilimitado, sin corte. en este caso el amor incondicional de _y por_ shumy. nos veremos los jueves. te esperamos _como en la imagen de verdenorte_ frente a tu casa. porque no te has ido. estás.

domingo, 25 de octubre de 2009

motociclismo

me llamó. no sabía qué hacer con el marco que sostenía. en la última cena de amigas le dijeron que debía volver a colgarlo. explicó la caída por su propio peso. pero no. no valía. debía colgar aquello. y me llamó al tiempo sin saber cómo hacerlo.

somos la suma de capas de un milhojas. piso de dulce en cabello de ángel. piso de amargo almendrado. piso dulce _de nuevo_ de pastelera. lo de cada era. apilándose en nuestro interno para hacernos lo que ofrecemos.
al salir del examen repasó las respuestas. a pesar de lo propuesto sus ojos apurados por el minutero quedaron ciegos y optó por lo que no era. y erró. así que lo que no aprendió de previo lo hizo en el post y se prometió no correr ni el mismo riesgo ni el mismo error. pero no.

las imágenes expuestas eran retazos reseñables de sus pasados. familia, amigos y días. lo que tuvo. lo que _quizá_ aún resta tras la fiesta.
el marco es largo. un panorámico vidrio rodeado de una línea negra, de dos puntos, como la que acostumbra a escoger para enmarcar cuando diseña lo pantallado. para recalcar el rebaño de estampas. para que no se escapen. quizá. seguramente. para que lo que hubo no se vaya. para que el collage variado no se mueva del fondo crema.

en la vitrina expuestos decenas de ellos. pasteles grandes y pequeños. compactos y ligeros. y entre todos tu lasagna de hojaldre en multicapa. pasa el tiempo y nadie te aprecia. que si es demasiado. que parece empalago. si muy grande. si poco asible. con mucho oculto. con sorpresas de más. y tú lo ves desde dentro y vives sin prisa. con los rellenos de las mil hojas del postre contenidas porque aprendiste y vives de lo que horneaste o cociste.
convocan otra prueba. un examen más y decides entrar. te dan tu sitio mientras repasas tus anteriores prisas y decides que esta vez así no será. contestas, dudas, avanzas, marcas respuestas y anuncian que el tiempo termina. tu calma cree no haber fallado en lo contestado. pero a los días te llaman a tutoría. siéntese que quiero hablarle. tiemblas. no tema, no es un suspenso. pero lo sabes. en su mirar adivinas mil marcas rojas que salpicarán de sangre tu texto. y al reposar lo escrito en la mesa se confirma. volviste a caer en lo mismo. con bozal, con riendas, con chaleco de fuerza. mil correcciones que resumes en una. lo que cuentas y dices les llega distinto a como tú crees. y tus palabras preguntan o dudan en lugar de dar respuesta a lo formulado en la prueba. de ahí el rojo. no te engañes. no es por estar incompleto ni falto. no por virado. si erraste y lo tintan en grana es porque aprietas en tu responder intenso.

hablando con ella escogimos el sitio. no éramos tan distintas. ambas con un pasado hormigón duro. sin raseo. con el color perdido. las dos con el álbum largometrado en marco. metros y metros vistiendo un rincón de lado a lado.
lo vi en un catálogo de toast y entendí su sitio. debía ser frontera entre lo gris y lo que venga. una barrera que no dejara pasar las taras. un cerco que contuviera el color venidero. sin el frío de antes. sin marcas viciadas. sería la línea donde manara el vivir pausado. con la intensidad encauzada en una misma grieta, más ancha, a la izquierda, cual canal. un río profundo que no inundara el resto. lo más sentido bien dirigido. y el resto un mar en calma. azul cielo con blanco. azul agua. a intervalos.

señalaron el pastel con el dedo y comieron. un postre a examen sin saberlo ni el tutor ni el de las hojas en blanco. ven aquí que te como. y las capas entregadas en abandono. respuestas, bocados, palabras, paladares. y el rojo.

me llamó perdida. atada de pies y muñecas. sin saber qué hacer con sus fotos, dónde colocar la historia. me llamó su voz encarcelada sin ganas. me llamó confesando su abismo por revivir lo mismo. sin aguantarse a ella misma. queriendo sentir de una vez por todas que no yerra al contestar. en una mano la escarpia y en otra el martillo. mis oídos escuchando lo que tanto me suena. y de fondo el himno español en la tele. puse las motos _dijo arrastrada mirando el tabique destino_ necesitaba saber que es domingo.

jueves, 22 de octubre de 2009

erizarse

si ayer temía no poder con lo tan feo esta noche mi miedo era mayor. tras dos llamadas sin respuesta a mi amiga el interrogante sobre la vida recién desenvuelta crecía.
ya lo sé. me lo acaba de susurrar a mi piel. y así tengo aún los brazos y la espina dorsal. estoy erizada. fátima está sana.

estrenan ahora una película de la que no sé más que el protagonismo de un monstruo. un peluche gigante amigo de un niño. he visto el avance de pasada. el disfraz de conejo, las carreras, la nieve, los sueños, el imaginado y el abrazo. donde las cosas salvajes. donde lo libre. lo silvestre. lo niño. inocente. limpio.

igual que en las historias de cine no me gusta el destripado hasta sentarme para estudiarlo. así me ha ocurrido con la noticia que me tenía en vilo. la zozobra ante lo desconocido me lleva a soñar y dibujar lo que más guste y no disguste. y cuando aparecen los créditos y prenden las luces comparo lo visto con lo ideado y veo si pierdo o gano.
toda la noche, mañana y tarde con la niña en brazos. así he paseado de lado a lado. hemos subido largas escalinatas, buscado la luz, jugado a prender el aire y beber la vida. su pequeñez era mía y la sentía protegida. pero como cuando compro la entrada y busco mi fila y butaca sabía que algo distinto me esperaba. no puede ser lo que pinto. será _como siempre_ lo que deba ser o sea. y al llamarme para revelarme el fin de la verdadera historia me temblaba el arropo brindado y la nana bajita. un sismo en los oídos han pretendido frenar a lo malo. sentada en la sala queda la pantalla notariando lo cierto. sin sueños ni peros. sin algodones por miedos.

la imagen de arriba aparece anunciando la película del muñeco peludo que acompaña al niño. es uno de los carteles. dentro de todos nosotros _dicen_ está la esperanza.

la sinopsis del filme poco añadiría a esta entrada. lo que sí puedo decir tras haber visto la última escena del feo anuncio que sufrimos ayer es que coincide en mucho con lo que soñé. la historia es de final feliz. con la madre saltando de la cama porque su niña está salva. con mi apuesta confirmada. con mi fuerza encauzada. con la energía triunfadora. y la recién nacida luchadora.

aire. se ha congelado el aire en mis brazos bajo la ropa. ha recorrido mi espalda sin permiso ni aviso. allá van mis poros gallináceos. mi emoción barrida, desbocada, echando chispas, con lágrimas. allá va la vida. de la esperanza prendida. de su mano cogida. porque todos hemos portado la fe más convencida en que la bebita haría bien el papel exitoso en su película.

cuando subes la escalera sin mirar más que la luz de arriba no atiendes a las agujetas más críticas. quieres ver el largometraje y a poder ser _si no coincide exacto con tu imaginada_ que sorprenda con su final en dicha. mi enhorabuena a la familia. menuda magia de niña.

tras los créditos aparece un pequeño respiro. un corto animado con gatitos. me avisan que el plazo para su rescate se alarga unos días más. parece que la lluvia esta vez es aliada retrasando a la hormigonera. el cielo ordena que caiga para que los animales den con la salida temida. aún queda tiempo. aún hay esperanza. en todos. dentro... cómo no erizarse!

miércoles, 21 de octubre de 2009

luz

me va a costar. me cuesta desde que lo he sabido. seguir el avance es duro cuando las escaleras no terminan. me han dado dos noticias en el día de hoy. feas. toda vida en apuro lo es. ninguna se libra ni es menos. la acorralada vida es dolorosamente fea.

me dice _la que acaba de compartir su estupor_ que los bebitos son unos supervivientes. son magia, he dicho yo. y mi cabeza que enlaza y une mil sucesos _como quien recoge las migas sobre la mesa_ ha llevado a la niña noticia junto a otros seres en el filo. tres gatitos.

la labor de una vecina amiga de nuestro barrio es desde el silencio. callada reparte amor. a diario. porta bártulos y viandas para todo ser vivo. siempre digo que hasta a las hormigas ofrece alimento.
desde hace unos meses trabaja también sin descanso por el olvido del infierno de una perra sufrida. ella con otras ven como la misión ofrece fruto. pero desde ayer su sonrisa está de luto. una gata, sus dos crías y la mayor de las desconfianzas se agazapan en un rincón entubado de una obra que hormigonarán mañana. la nueva esperanza puesta en su liberación antes de las tongadas. y yo con los tres. y yo con ella. deseando que a ese zulo no le condenen la puerta.

el rol de la amiga de mi íntima es desde la palabra. escrita o dicha regala amor entre guiños, corazones y brillantina. todos los días. aromada en algodón de feria pringa de dulce a quien se le cruza. siempre dicen que vive en su mundo de gominola y cuento.
desde hace meses esperaba a su niña. y la deseada fátima ha visto hoy por vez primera el mundo. una realidad cruda le ha dado la bienvenida pincelando de hirsuto velo el más preciado momento. el alumbramiento. la nueva esperanza puesta en la mejoría antes que nada. y yo con la recién nacida. y yo con los padres. deseando que ese oscuro retorne a la luz que más brilla.

al ver la imagen de toshi he visto los pies de la dulce mamá en estreno. siempre para arriba. siempre sonriendo. prendiendo colores y caramelos entre los que no sabemos de continuo hacerlo. con la enfatizada fuerza que le pide creer en lo bueno. con lo que se ve exagerado desde fuera y tan real si te acercas. tan verdad como que sube descalza todos los peldaños que le pidan. aunque le duela. aunque le haga daño. con la fe puesta en la energía en cruz. la más positiva. la que escala sumando un sinfín de contrahuellas sabiendo que habrá recompensa. porque si a los días grises los pintaba de estrellas cómo no regar el cielo de su recién nacida de las cosas más bellas.

concentrada. esperanzada. sumando. con fe. con fuerza. así estoy.
con todo mi amor.
porque la naturaleza _que nos pone a prueba_ enseña las sombras para que encontremos _al final de la tubería de la obra o de la escalera de la vida_ la luz.

lunes, 19 de octubre de 2009

libertad


descubrí la joya hace 17 años. nuestro comienzo fue de una intensidad que impide que desaparezcan los lazos. por mucho pasado. por mucho pesado. nunca soltamos lo que quisimos atar y seguimos atando.

los últimos meses se comenta más que nunca. la sociedad enferma. estamos cayendo en cadena. los físicos se aquejan más que los bolsillos. las mentes flaquean tanto como los bocadillos. el rictus no arquea feliz. la espalda carga de más. y el cielo pinta muy raro.
dicen que se veía venir. más allá de la crisis. más profundo que el consumismo. donde el estrés nos condena al abismo. donde las prisas secuestran segundos. allí es donde se generó el virus que nos acecha detrás pero al lado. tan cerca que nos pega bocados.

estrenó hace meses un nuevo baile. el compás le esculpió la sonrisa y comenzó el replanteo que aparcó meses atrás. de nuevo sobre la mesa la pregunta indiscreta. de vuelta las noches desveladas calentando de más la almohada. pensaba en bailar y le agarraban por los tobillos. algo entorpecía su danza y su gozo. se vio otra vez como antes. como siempre. como lo vio hasta que hizo por quitarse las gafas. se vio flotando en el estrecho diámetro que ofrece una taza. rotando sobre lo mismo. como en remolino. con el agua cada mes más turbia. con su nado más viciado, cansado y sin brillo. y entonces me lo dijo. me elevó a la más lista. a la que supo verlo antes. a la que entendió el limitado mar y saltó de su perímetro para surcar aguas más dulces.

lo que se compra es porque fue mostrado. lo que no sale de la trastienda no existe y no llega a las casas. así, lo que agenda nuestros días es lo que dispusieron desde el comienzo de los tiempos. que si hay medios se persigue el título. que cuanto más alto subas más serás. que si tanto tienes tanto vales. y picamos. entramos en la rueda del roedor aborregado y corremos las carreras soñando _no pasa del imaginario_ con prados y paseos sin estúpidas vueltas. y nos miran desde fuera y aplauden porque no se ve nuestra desdibujada dicha, porque se mira el resultado alcanzado, el puesto, la cuenta, los bienes _que hacen males_ y el plan según lo esperado porque lo diseñó un vicente al que todo el mundo siguió.

amy_blacwell dibuja la prisión de los corderos que balan y callan, el océano trampa de los que buscan la tierra prometida y no encuentran el horizonte. la angustia que muchos sienten y pocos admiten en voz alta. el mal que corroe a tantos y que sólo reconocen los valientes.
el barco de sus días encalló hace tanto que sus mañanas eran noches y sus madrugadas le cegaban. cuando entendió el nuevo rumbo de sus vidas por la llegada de quien solicitará su felicidad más sincera y plena detuvo el giro y plegó la vela. basta de ser prisionero. se acabó el andar sin pensar nada bueno. no más insatisfechos cobros porque ya no compensa. adiós a entregarse a lo que dejó de convencer.
en meses comenzará su nuevo empleo de padre y muy señor de su hijo. remunerado con la incipiente vida. con la magia como nómina. con el pago diario del pequeño ser que le dio mucho antes de nacer el valor para dar el salto y salir de su cárcel.

atesorará preguntas de extrañados, gestos reprochando su escapar de lo estipulado. coleccionará pequeños temores que irá canjeando poco a poco por la satisfacción que otorga la paupérrima pero grandiosa decisión propia de dirigir el timón. con menos ceros y más rojos. con más incertidumbres y ya sin esposas. con el sol a sus horas y las noches interrumpidas sólo por el llanto más esperado solicitando su toma.
hoy me lo ha dicho. ha escapado de la pecera taza donde nadaba _plácido para todos_ con pesas en pies y muñecas. desde hoy entró en lo inseguro para muchos. pero yo que pasé por ese desértico abismo le felicito. tenemos que celebrarlo. hoy alguien más ha apostado por su felicidad. al menos por la que llega cuando se logra _con un par_ la libertad.

sábado, 17 de octubre de 2009

pringarse

me han dicho esta mañana que mi sobrino hizo ayer su primera ficha en el cole. le pintaron un dedo de un color y le dejaron esparcirlo por un dibujo silueteado. e intentando reproducir la escena veo algún que otro pequeño sin atreverse a dar color porque lo del dedo mancha. está sucio y los papás lo limpian. por qué no darán entonces toallita... se preguntan con el verde o el azul comenzando a escurrirse cual helado por el dedo. alguno de ellos _menos cauto_ planta su yema sobre el folio y entiende la magia. su dedo coloreado contagia al papel su tono. pero tan pronto lo desliza sobre lo blanco como se olvida del digitopincel y se ensucia el pantalón o se marca la boca. allá donde vaya el dedo deja su sello. y otros niños _con otros tantos dibujos_ inmaculados, preocupados por lo pringoso y sin la tarea hecha. contenerse o lanzarse. no queda otra.

roland_tiangco propone un similar ejercicio _colgado en creaturecomforts_ al que ayer hizo el hijo de mi hermano. hay que mancharse, señores. si quieren saber lo que digo. si desean llegar al final. si buscan satisfacer su curiosidad y terminar con la misión cumplida habrán de ensuciar sus manos. no hay más. es el camino. quien quiera peces que se moje en el río. y si piñones que se busque el pino.

ante un enredo cercano se puede uno sentar en lo alto y ejercer de árbitro para la bola en red o el último set. la otra opción es la de girar el cuello de lado a lado persiguiendo la pelota que se lanzan los adversarios. entrar o quedarse tras el cristal. decir o escuchar sin hablar. pronunciarse o renunciar. es una cosa u otra, pero si optas por alguna de ambas posturas no puedes desarrollar la dejada. cuando tus mandil está limpio es que no estuviste entre fogón y la tina. si el aceite, tomate, vino o jabón motean la tela entraste hasta el fondo de la cocina. que para ciertos asuntos no basta con el toreo de salón. hay que saltar al ruedo o quedarse en casa. pisar el albero o sentar el trasero. que el toro tiene dos cuernos...

haber tenido cerca avestruces enseña. se aprende mucho conviviendo con cobardes. porque el valor no es siempre saltar del trampolín más alto. en ocasiones, el coraje es mancharse el traje.
ver cómo los largos cuellos se clavaban en la tierra para no pringar sus plumas alecciona. los agujeros delatando sus espantás atildan el vivir a medias de los que enseñan el índice con la pintura del cole goteando. sin cumplir tareas. sin rellenar la ficha. con un cero de más por sus medias tintas. y el que esquiva los hoyos que la cabeza del ave hizo comprende que hay que ensuciarse, mojarse y mancharse.

el futuro pertenece a aquellos pocos que aún estamos dispuestos a ensuciarnos las manos. es lo que reza el cartel. que para saberlo hay que destripar el pastel y darle carbón al blanco del papel. sólo con las manos negras esparcidas por el póster es como se revela el texto. revelador.
lo que ocurra _bueno o malo_ o llega o se busca. que si te encuentra con la cabeza hundida no estará sucediendo. para vivir lo que venga habrá que pringarse.

viernes, 16 de octubre de 2009

salmones

ser la negra de un rebaño cano te hace imantar por siempre los índices de todos apuntando tu tras o tu frente. hay quien se propone nadar cual salmón corriente arriba como ilustran en jephellis_punto_com. se dice que son los peces más vivos, que los demás se dejan llevar por mareas. pero hay quien sin saber cómo acaba con ocho brazos y viviendo en un garaje.

quien no trota de joven, de mayor galopa. a cada edad lo que le toca. o no exactamente. a cada era _más bien_ su cometido. el niño al juego y no a la mina. el púber al tiento y a mil descubrimientos. el joven a una de tajo y otra de fiesta. el adulto a una de riendas y otra de siesta. y el mayor al sol, al butacón y a la justa ingesta tras tanto atracón.

la entrega se olía doblando la esquina. el tiempo corría más que los dedos y creían no llegar en hora. les sorprendería la campana, así que avanzaban sin atender al cuerpo. ni reposo ni comida. no lugar a vitualla alguna. faltaban minutos cuando apilaron lo hecho. y al rebasar la meta sus tripas volvieron a estar vivas y sus leones rugieron tanto o más _por un bocado_ que sus bostezos _por una horizontal bajo techo_ sin ceso. durante las 32 horas siguientes confirmaron su pie cambiado en la marcha. distintos al resto. contracorridos. contrallevados. a contrarreloj. contrahechos y donando lo sano.

a la joven sin niñez se le tenía por férrea tras batirse sola, entera por librar mil guerras escudada en su fuerza. sin fisuras ni grietas.
sobre la cama de la joven de cuatro décadas una muñeca comprada hace nada. su nena. con nombre. con trajes varios. con flequillo cepillado a diario. y las mejillas gastadas de tantos labios jugando a ser niña.
al joven sin juventud se le medalló de responsable, cabeza puesta y maduro. su esposa abrillantaba el galardón haciendo gala de su excepción, de su orgullo, de su recorrido triunfador fuera del guión.
bajo la cama del matrimonio el móvil del joven vibra. con mil mensajes de otras melenas. con otros nombres. otros escotes. otras miradas. y las palabras calladas cortaban sobre la larga almohada.

sentirse enfocado _a tiro de click_ por la cámara del resto es molesto. eres el soltero cuando cargan aniversarios. no diste a luz ni cambiaste más pañales que los familiares y el basmati se agarra. o educas sin pareja a tus vástagos. saltas de curro a curro o de ciudad a otra. o no te reclaman hipoteca alguna y duermes alojado. o bailas demasiado y duermes poco _que digo yo que nunca es suficiente ni demasiado, ni de uno ni de otro_ y a deshoras. luces faldas muy cortas. las patillas te acanallan. en tu ropero no hay corbatas. o con tacones ganarías.
eres el raro de la familia que en la cena navideña sientan en la banqueta de la esquina. y allí, enmarcado _y mientras esperas que te sirvan la sopa_ por sus pupilas, en tu cabeza se abre el debate de si serás salmón convencido o educado en piscina de pago.
que tu sentido es distinto es obvio. que lo ordenado estipulado no casó a tu lado queda claro. y poco más sabes. el banco de sardinas come, charla, canta y ríe. todo según lo esperado. estudian todos tu nadar.

si aprendiste en su día, si buceaste hondo, surcaste olas y tragaste agua... no picarás. si te aplicaste desde chico, si zambulliste lo que pudiste, vestiste salitre y brillaste al sol tras marejadas... no morderás el anzuelo. porque hay momentos, eras para los ritmos _es cierto_ pero tan pez es el mero como el rosado salmón. aunque nadie lo pesque porque viva escalando el río.
a saber, no es lo mismo ser pez que pescado. nadan y nado.

miércoles, 14 de octubre de 2009

juntas

cada cierta distancia debíamos poner una por aquello de las dilataciones. eso nos enseñaron. los edificios _como las carreteras_ respiran y se mueven. y con esos estiramientos en desperezo dilatan o contraen su musculado. para eso es para lo que disponíamos las juntas. contemplando las variaciones. la unión por un diferente para el mismo todo. porque si no están salta _como mínimo_ la grieta que acusa el movimiento dado en jamillan_punto_com.

en japón _lo vi en un mapeado de sonidos_ hay todo un catálogo de entres. miles de construcciones se arriman a sus vecinas dejando que corra el aire. sin pegarse. con menos de un metro entre un fin y el siguiente. un pasillo sin más relleno que el del hueco. y quizá sean por una razón constructiva ante los temblores que allí acechan. no son descuidos. no es un olvido nipón. están por algo. son un salto independizando a cada volumen. no todo es bloque. no es todo lo mismo. cada uno carga lo suyo. y el vecino es eso, vecino, no siamés ni calco.

entre humanos lo constructivo no lo es tanto. nos unimos y hacemos grupo con el ansia de elevar plantas sin pensar en las distancias. se hace sobre la marcha. generalmente sin plantear nada. sólo se actúa. y se amplía, así, el forjado o se arriman hasta hacer de dos muros uno. nadie distribuye fuerzas. no se reparten cargas. no es lo que se hace. no importan los planos de dónde vaya la junta o de cómo se divide lo soportado. se echan lazos y hormigonamos.
luego resulta lo que nos encontramos. que con los asentamientos y querer moverse de cada uno arrastramos al de al lado, lo zarandeamos, molestamos. damos órdenes desordenando. y con nuestro vital querer alcanzar lo propio empujamos a otros y nos equivocamos.

ver un ser japonés _independiente en su mover diario_ es tan gratificante como extraño. dar con quien desde el cimiento propone la individualidad estructural sorprende y se aplaude. no quiere atarse ni atirantarse. nada de uniones rígidas que amordacen. y el oriental que te desea como acompañante se distancia desde el comienzo y no lo niega. sus cuatro costados demandan espacio a pesar de confesar que sus siete plantas con sus veinticuatro estancias rezuman tu aire.
no lejos pero no al lado. con la prudente separación para estirarse y no dañaros. así se coloca. y el acuerdo queda parcelado al tiempo que comienza lo helado.

el anciano de una película en máquina agrícola reveló el secreto de la unión y el grupo. sostenía una ramita. no le hizo falta mucha fuerza para partir el palo fino. luego, abrazando un grupo de ellos intentó darles quiebro y no logró herir palo alguno. el conjunto sumó su poder y combatió unido. con la misma misión aguantaron. y el separado cayó quebrado.

hace tiempo que el nipón que conozco no respira en alto. hace tiempo que no se comparte. debe moverse sin delatarse. debe estar vivo pero sin interacciones. y sus vecinos _en su momento dispuestos al nuevo urbanismo y estructura_ comienzan a ser hielo de tanto frío que corre entre los medianeros pasillos.
sin nexos ni recordatorios el barrio comienza a creer al inmueble deshabitado. demasiado planeamiento para lo demandado.
que si la manzana entera decide ser vecina y comunicarse _ya que son comunidad_ serán manojo de palos, bouquet de ramitas. y mientras el racional ingeniero espera aislado _en su isla_ el temblor o el maremoto, los que le rodean empiezan ya a reducir estalagmitas _que tanto controla mi padre_ de tantos grados escapados por los costados. con el calor de su arquitectura con juntas. con el unir de sus repartos. todas a una.

martes, 13 de octubre de 2009

calzar

a la cuña o alza que se introduce para ensanchar o rellenar el espacio entre dos cuerpos se le llama calce. también calza. se dice que es la porción de hierro o de acero que se añade a la boca o punta de algunas herramientas o a la reja del arado cuando están gastadas. un añadido para dar arreglo. para apañar lo que empieza de dejar de estar en su óptimo estado. ese algo que le hace volver a ser lo que era, lo que le devuelve las facultades y evita que se le olvide y se pierda.

el otoño trae astenias como lo hace la primavera. las ganas y la energía comienzan a deshojarse como el caduco del parque. y las fuerzas amarillean tras haber brillado de prendido rojo. se acorta la luz y con ella la longitud de las zancadas. más pasos para la misma distancia. y más tiempo. también. todo más dilatado porque octubre y noviembre nos desafilan las minas. necesitamos parón y vitaminas.

el poner una cuña debajo de cualquier mueble para que no cojee es calzar. añadir a un coche o a un carro una cuña u otro obstáculo arrimado a la rueda _para que se detengan cuando están en cuesta_ es también calzar. la mesa del bar que amenaza con verter el agua de las olivas se apaña con una servilleta doblada en cuatro. a la puerta pesada en la mudanza se le hace ayudante con un trozo de madera triangulado entre sus pies el suelo. soluciones temporales para hacer todo más útil y estable. un pequeño trozo que convierte lo bailón en reposo, lo empeñado en cerrarse en abierto de par en par. la valeriana del inquieto, la caricia del impaciente. lo necesario cuando no somos lo que hemos.

cuando tu época del año favorita comienza a virar a infierno porque tu mente no te responde y el aire pinta invierno es cuando hay que calzarse.
en la entrada de la casa de la aldea asturiana _en pleno porche_ decenas de pares se reparten. zapatos de agua, de paseo, de playa, de monte. y zapatillas. zapatos de hombre, de mujer, de niña, de más niña y los de por si aparecen invitados. en desordenado orden esperan a ser escogidos para pisar y luego negarles la entrada al otro lado. los de fuera no ven la madera ni el fuego y los de dentro no pisan la hierba ni toman el sol. cada uno en su terreno. sin equívocos. es la norma. a rajatabla. hasta veinte veces en un día si es lo que piden los pasos.

ese cubrir el pie y algunas veces la pierna con el calzado es la acepción diaria que a calzar le damos. vestir el caminar preparándolo al medio. al del suelo, al del cielo, al del modelo.

para una joya de playa sin gente no hace falta mucho abrigo para los dedos. y menos si es nudista. para que un burro te regale besos sin abrir sus dientes nunca lavados poco importa el calzado pero el cielo amenaza orballo y le haces caso. para visitar llanes cualquier par descubre calles o el puerto con mil dados echados a brochazos. si son paseos por el monte para coger castañas del suelo es mejor atarse bien las botas para agarrarse y no resbalar. igual que para hacerse con algunas manzanas del árbol a lo eva y adán. para aceptar culines de sidra o botellas caseras no importa el zapato si no te hacen el recorrido fauno, que entonces sí, mejor lo más fuerte y protegido para saludar al ternero recién nacido rebozándose en estiércol, para conocer a los gorrinos, las gallinas y el hórreo _orriu que dicen ellos_ de doce pies. para la noche de verbena y mil bailes cualquier calzado que siga a los pies vale. para las siestas descalzos. igual que para los masajes. o para la peli. que para las risas, el aire, las comilonas y toda la paz que allí se encuentra depende de si estás dentro o fuera _con o sin techo_ te calzas unos u otros. en un danzar de desnudar los calcetines para vestirlos de otro y cambiar de ritmo y de plan. una propuesta nueva otro zapato.

en plena angostura del comienzo del décimo mes, cuando el cielo comenzaba a ser subsuelo, el resuello fue atendido y planearon el secuestro. la escapada de los cuerpos para obligar al pensamiento a detenerse. no se puede hacer más que respirar y recargar lo muerto. fue lo trazado con tres días y medio por delante. el lugar sito kilómetros a la izquierda. cerca del mar y entre muchos verdes. el lo alto. cerca del cielo. en familia. entre amigos. sin preguntas. con respuestas. con mil sendas, dos gatos, literas, abrazos, cambios de clima, insinuados ríos y rincones okupables. allí y de ese modo es como se hizo el parón a la bajada. así y en ese paraje se detuvo la caída del ánimo castigado por tanto exigirse a uno. en la patria querida. en la de mis amores. en la de la cruz. en la que tanto presta.

entre mi cuerpo y mi mente han puesto calces. han devuelto sentido a mi entero. lo ha hecho el burro junto al caballo y el rocío diamantado en el campo. a mi gastada herramienta le han añadido un calce completándome de nuevo. lo han hecho dos hermanas con sus gritos y risas. lo ha hecho cada una de las castañas escondidas en los erizos caídos tras la lluvia.
a mi temblor de fuerzas le han doblado un papel en varios pliegos para que no baile más que cuando quiera mi música. han sido el mar con algas, la arena y las piedras. ha sido un generoso matrimonio que abre las puertas donde te descalzas y recalzas como en you_are_my_fave.
a mis pies agotados del caminar que comenzaba a ser en cuesta eterna hacia arriba pero destino al hondo les han dado abrigo con el calzado más apropiado. acertado. ha sido el amigo que ve más porque abrió sentidos. ha sido la verdad sin guiones. ha sido el retiro a un lejos del mundanal ruido. la escapada a la esencia. a lo que nos hace. a lo que nos nace sin dar freno. a lo que verdaderamente vale. a los ojos sinceros. al adiós al miedo. al ahora sin mañanas. al contar con los presentes y borrar a otros. a las sonrisas confesoras. a la vida cruda lidiada con amor. al interior.

no puedo más que estar eternamente agradecida por el salvavidas asturiano que me han calzado. al recargar de pilas con el que he vuelto. agradecida a los lazos descubiertos por desconocidos. a los brazos ya conocidos.
agradecida a la casita que me compraré para ser de nuevo la que vive libre y lejos de los inviernos, la que trasladaré a lo alto de aquella costa donde bañé mi vida y sacié su hambre, la que rehabilitaré sin cambiar cortinas.
agradecida al tino y acierto de lo que no se mide ni se minuta. a los que han vivido conmigo ese estar a lo que salga, a lo que surja. porque lo planeado... siempre lo digo...
gracias a quien supo ver y darme asilo. gracias a quien abre miras para entender lo complicado. gracias a quien me ofreció con miedo el cielo _por creerlo un tedio_ porque me ha devuelto a donde debía.
en calcetines, con pompa sobre mis piernas, tecleo mientras hago recuento de la zapatería en la que estado estos días. botas, chancletas, deportivas y zapatillas. amor en calce. cuidarse y amar para calzar otro par... y volver a empezar... que la marcha sigue y estamos a trece de octubre.

jueves, 8 de octubre de 2009

agitados

es periódico. lo sé de sobra y aún así me suele coger con la guardia baja. no aprendo. creo que es parte del enredo. la trampa está en que vuelvo al mismo toreo, el mismo miura y el mismo ruedo. y así cada x tiempo. y cuando digo x igualo a veintiocho. día arriba. horas abajo. la misma zanja.

obligar a reservar días de vacaciones a meses vista es tirar sin puntería. es como comprar vuelo por anticipado, que te ahorra dinero y te regala obligaciones futuras al mismo tiempo. es como citarte para ir a esquiar cuando la nieve aún no se ha inventado y el monte pinta pelado. tendré plan para mi día escogido? me vendrá bien volar esa fecha? nevará? no me gustan las apuestas. cero.

he oído a muchos que la noche ha sido nefasta. mi cuerpo se quejaba de cada músculo tullido por el esfuerzo del trastero de hace dos días. mis ojos no acertaban a abrirse de tantas veces que lo hicieron de madrugada. y luego mi tripa hinchada y mi más mujer dolorida. una delicia.

mañana marcaba libre en mi agenda. lo decidí cuando me apretaron con prisas. el puente susurraba madrid a lo lejos y cuando llego para cruzarlo veo que no es lo que deseo.
parar me va a sanar. lo necesita mi materia gris _decolorada_ y cada arista y curva de mi contorno. me lo piden los pies, la garganta, los oídos, mi cintura, la espalda. me lo llevan pidiendo y no les atiendo. así que tendré que darles contento. que hacérselo es regalarme lo bueno.
me detendré. he de escapar. retirarme a un desierto de gente y frases. ir a un páramo con aire y chinchorro. acercarme al rincón del abrazo callado. soltarme en el baño de mi cara. flotar con todas las pompas que alcance a imaginar. y volar. sin pensar. volar...

tenía mis pies liados con un cordón fino. todo eran nudos. allá donde mirara veía uno. y hubo quien me lanzó un desatado. una ayuda. un acercarse a quien confesó tener que desenredar lo que ataba sus pasos. y en pleno deshecho _un lío menos_ no he podido más que ver el resto. uno con otro. enmarañando mis zapatos. inmovilizando la luz objetiva que mi ayudante merecía. desagradecida. por atada y hundida en mi veintiocho día. pero no hay excusa. he sido injusta con quien desanudó parte de mis días. y lo lamento. agradezco el gesto. no muchos se agachan para soltar atados feos.

resulto pesada al insistir tanto en eso de que lo planeado no resulta. pero es lo que hay. los resultados son instantáneas. cada momento, cada día, cada paso es una polaroid.
si fuera la de la imagen de you_are_my_fave retrataría mi oscuro día. mis anudados ratos. mis hambrientos pulmones. mi piel pidiendo tacto. y mi alma. esa también.
para la verdad más absoluta, incluso con la variación de color que ofrecían, hay que hacerse de esas fotos. de las que ya no venden más consumibles porque mataron la máquina y con ella a tanto legionario atrapado a esa magia. la sinceridad del momento sin retoque ni borrado. lo real del aquí sin espera. el ahora. sin prolongar el revelado y sin opción a pincelar cambios. lo que vomita la boca semicerrada es lo que quedará para los restos.

en lo negro a veces brilla una mota. una pelusa se posa. un brillo enciende lo anochecido y no está todo perdido. en eso confío cuando las garras de mi trampa llorona sin lágrimas me castiga. aparecerá una fisura que me devuelva a la cordura diaria, que es mi locura. y en ese verde deseo me encuentro. queriendo acortar las horas que enlutan el sol que no he visto. afinando el oído para escuchar el amor ofrecido. que tras ese prado regado en rocío daré con el relleno acertado para mi día de asueto forzado. encontraré mi playa. daré con la calma que busco. el refugio. surgirá como lo más mínimo que prenda lo oscuro.

si para ser sinceros tenemos que ser polaroids os pido un favor cuando me tiréis la foto. cuando la máquina escupa el cuadrado aún en blanco esperad sin moverme. no me agitéis. así aparece antes la imagen, aceleramos el secado. pero no me conviene el zarandeo. os lo aseguro. si lo retratado acaba por salir de todos modos prefiero la espera quieta. reposada. sin prisas. sin sacudidas. lejos de todo lo que comienza a comerme por los pies.

mientras escribo este post arrastrado y subterráneo me chatean con el amor grandioso. han decidido que conmigo sólo será felicidad. que en nuestros momentos no habrá problemas. que si mi falda no puede volar su amistad soplará tan alto que hasta las margaritas perderán sus pétalos. que siempre volaremos. que si nos unimos en lo más crudo me escoge para toda la vida y en la dicha.
menudo regalo coloreando lo viudo de mi jornada. parece que empiezo a discernir las luces tras tantos días agitados. será un espejismo o se está produciendo _tan despacio como requería_ el revelado?

gracias a los que me acompañaron sabiendo que no hay gravedad sino vida que palpita y pide caricias. tiempo. espacio. paz. y más vida para vivirla!!!

martes, 6 de octubre de 2009

fuerza

karen elson nunca me cansa. esta chica siempre me para. cuando la veo detengo los ojos, el aire y los dedos. karen elson es suma. es contradicción en perfecta unión. es armonía entre los opuestos. es talco y roca. es dulce y dura. es imperfecta y completa. cruda y madura. y siempre _siempre_ me captura.

hace unos días me pidieron un favor que no he podido cumplir hasta hoy. necesitaba tiempo y fuerza para hacerlo. y ahora que seco mi cuerpo sentada frente al post que escribo degusto el sabor de lo ya cumplido.

la imagen del muro en el bosque se nos plantea para poner a prueba nuestro carácter. valiente o cobarde. lo saltas o escapas. y para cada situación un tipo de muro. a diario. cada segundo. toda la vida. uno tras otro midiendo la pasta de la que estamos _al menos en ese momento_ hechos.
la única competición en la que me gusta tomar parte es en la que me reto conmigo misma y no con otros. ya lo he dicho más veces. no me atraen las carreras ni las comparaciones aunque me aseguren el primer puesto. de ahí quizás mi decisión de salto si el muro es asunto mío y no del resto.

a karen le piden ser bella. y rabiosamente lo es. le piden pisar firme siendo un ángel o una tirana. le pagan por ser otra luciendo su piel de porcelana. y desfile su lado inocente o sus más fieros andares es la misma intensidad la que no cambia.

el trastero de mi casa almacena cajas de todos los hermanos. fueron entrando hace tiempo y las encarcelé con mis otras pertenencias. entre todo lo encajado en tetris, al fondo, lo que el viernes me pedían. la silla de ruedas. plegada, polvorienta y retando mi astucia y mis fuerzas.
con la noche más que estrenada, las horas de mi jornada tachadas y mi espalda castigada he subido al último piso para salvar el muro que me presentaba la silla entre los bultos. saltar o dar la vuelta. mi compromiso contra mi agotamiento. mi interno contra mi cuerpo. mis kilos frente a mi misma. yo vs yo. de esos retos en los que me crezco.

la karen elson de creative_archive_blog luce tocado y flequillo. la guerrera de su cabeza lucha con la mirada blanda y su boca triste. pero la blancura de su desnudo, su pecho directo y su silueta callan el temor o duda y le visten de convicción y presencia. el resultado del todo vuelve a ser ella. karen y su potencia. y vuelvo a ver a la mía. a la de siempre.

sin pies de gato he trepado por lo apilado en el cuarto de arriba. asida a la viga del trastero he contorsionado lo imposible para vencer mi apuesta. y desde el rincón más complicado y absurdo _situado en su día por murphy con su ley en mano_ he rescatado lo que un día nos dejaron custodiando. el titánico esfuerzo ha hecho del aquel almacén un gimnasio. el peso de la silla y las múltiples trampas no han superado a mi testaruda misión. y al final _en el yo contra yo_ he vencido. no es difícil adivinar que he ganado yo. ganado un deber hecho. ganado un dolor mañana de cada músculo. ganado mi propio respeto. y al tiempo también he perdido. si era mi cuerpo contra mi persona debía perder de algún modo. he perdido un paseo con pompa, una cena en familia y un trozo de piel de mi pierna diestra.

en la ducha el agua bañaba mi lucha. mi cuerpo tocado se erguía al pensar en lo hecho. mi sonrisa satisfecha se reflejaba mezclada con lo agotador de la guerra.
ha sido mi pulso a lo que apuntaba que no podría. y tras la apuesta mi cuerpo desnudo. también lácteo. también directo. también en opuestos. en armónica contraposición. con lo más delicado del blanco y lo imperturbable del diamante. con lo feo y lo bello. con error y lo acertado. con la misma sensación de victoria y poder que me transmite la modelo elson haga lo haga. con la potencia e intensidad de karen. con la fuerza como arma y medalla.

lunes, 5 de octubre de 2009

alumna

los domingos salen los vestidos finos y las camisas planchadas del armario. el séptimo día el despertador queda en paro. el día de las comidas familiares se juega el partido de turno mientras suena el _rechazado por mí_ carrusel deportivo estirando la tarde. el día del descanso.

en preescolar tuvimos mesas quesito _como los premios trivial pursuit_ de colores. y las sillas eran chiquitinas. como nuestras pinturas y primeras letras. luego entramos en el mundo de los grandes con mesa rectangular y silla alta. deberes y muchos números. eran mesas con hueco bostezando a nuestra tripa para guardar los libros o esconder lo prohibido. aún faltaba para llegar a las de rejilla, las de los verdaderos mayores. y llegamos. mesas con celda donde se veía la pila de apuntes, cuadernos y tomos de lecciones. eran verdes.
y ya sabiéndonos en lo más alto de la escala de pupitres aparecieron los de antaño. fue como regreso al pasado. mesas con tapa. como un baúl. tan discretos a los ojos como incómodos para lo apoyado sobre el tablero al buscar el boli negro olvidado dentro. siempre se caía algo por mucho que alargáramos los dedos queriendo abarcar todo lo dispuesto sobre el madero. a pesar de lo molesto me quedo con ellos. quizá por lograr transportarme a otro momento. por gozar de un cofre mientras estudiábamos. quién sabe.

ayer fue domingo y comencé mis clases. prometí aplicarme y no esperé al lunes como se hace con los regímenes o las voluntades a medias.
mi primera lección fue un ejercicio práctico. un paseo con pompa decelerando el paso. no más. más que suficiente materia para esta desaplicada en procurarse cuidados.
respiraba los minutos que mastiqué despacio. controlé mis pies que se disparaban. frené la cinta que de costumbre parece que me transporta a lo largo de la ría. y llegué a la punta del muelle tardando más que nunca. con la letra en duda del que no recuerda si va antes la "t" o la "h". con el resultado de la suma repasado una y mil veces por el lápiz que no está del todo seguro.

cierto que hubo otro tipo de mobiliario en lo escolar más adulto. pero no puedo calificarlos de pupitre. tenían diferente categoría. no eran el trono de aquellas mesas sobre las que esparcíamos papeles, estuche vomitando bolis de colores, el tipex, el compás, el libro de texto y el de ejercicios. no eran la panza gargantúa que nos guardaba lo que usaríamos la siguiente hora y la merienda del recreo. eran otra cosa. sillas con brazo. eso eran.
un puesto reservado para cada estudiante. una plaza entre otras tantas. un lugar entre filas y columnas. un número más que mira hacia adelante. un recoger al sentado que anota lo que le explican o copia del encerado. una silla sin la magia del rincón propio donde esconder tus tesoros del cole. eso eran.
un adiós al niño. un cambiar continuo de aula. un estar de paso. un préstamo que esto no es tuyo. un correr hacia la carrera. el colegio se acaba y era su manera de enseñarnos a escuchar sin mochila, tomar apuntes en cualquier momento, sin batallón de subrayadores desplegado, sin tiempo para correctores ni para líneas con regla. un nuevo mundo donde lo que se estudia no es juego. y no te ofrecen recreo. si acaso te lo buscas. eso eran las sillas con reposabrazo que me situaron sin darme cuenta en otra ciudad, en la universidad, en una nueva estudiante. eso eran.

ayer empecé mi postgrado _tan costoso para mi como el de accesibilidad que está haciendo una valiente amiga_ y aún me estoy haciendo a la silla.
por mucho que repase el temario me fijo también en lo duro sobre el que me siento. pero me haré a ello. eso pienso mientras cambio de postura pero me mantengo en el asiento. después del mostaza y junto al anaranjado está el mío. mi sitio calmo. mi reservado espacio para que haga de mis horas más balsa que marejada.

las sillas con reposabrazos están prestas. como las de hula_seventy. siempre dispuestas a que llegue tu diestra _las había también zurdas_les sonreía_eran simpáticas_ a escribir lo que citan micrófono en mano. pero ahora que me obligo a posarme en una de ellas las veo distintas. sí son un poco trono. empiezan a tomar forma de propio. es el color. es su silencio. es su escayolada extremidad que me dice que se detendrá conmigo. el tiempo que haga falta. mientras esté estudiando y haciendo ejercicios tendrá ella su brazo en cabestrillo. apoyando mi quietud, mi aire en cata, mi prisa acabada. enseñándome a estudiar de nuevo. cantando en alto la lección conmigo. que el cerebro es músculo y si lo exploto reviento. y me lo repite hasta que lo hago mío. hasta que apruebe.
y aquí estoy. aplicándome. a lo mío. a lo que me tocaba desde siempre y nunca hice. a cuidar de mi mens in corpore. con todos los apuntes. concienciada. y respirando hondo porque hay tiempo. que este curso no es una carrera _nada más lejos_ ni algo que se acabe con un título tras años. es un ejercicio para siempre. un nuevo estado de estudiante de por vida. un aprender _y practicar_ vitalicio.
caminaré despacio. no exigiré a mis minutos milagros. no me creeré más fuerte de lo que me chive la mente. dormiré. hincharé más mis pulmones. entenderé a mi cuello y no le daré castigo. no cargaré mi agenda. ni acortaré mis noches. me regalaré siestas cuando se pueda. y no olvidaré mi itv. prometo hacerlo. soy mi tutora y mi experimento. yo misma soy el proyecto en juego. sin tonterías. cosa seria. y a pesar del miedo de todo estudiante ante tan vasto temario me he propuesto ser buena alumna conmigo. con silla en cabestrillo _a estas alturas_ alumna.

domingo, 4 de octubre de 2009

escorzado

spencer apareció hoy entre mis búsquedas. me cautivó desde bonjour_celine. y de las tres imágenes de él tenía que ser ésta la del anzuelo a mi captura. la red que retenía mi selección. y entre las variadas razones _que quizá detallaré_ está la de la vista. la posición del visor que disparó la foto. una vez más el cautivador escorzo.

irte veinte minutos antes o después puede marcar grandes diferencias. puedes perderte el final de la peli aburrida. puedes abanderar eso de que una retirada a tiempo es una batalla ganada. pero no siempre es cierto. tras el tedio del filme y los créditos aparecen quizá las tomas falsas con el diamante en bruto. y tal vez descubras que los soldados alocados que no se atrincheran ganan más que una batalla a pesar de la metralla.

spencer apareció disfrazado de hombre. pero en sus gestos aún se apreciaba al niño. los hombros en énfasis no desviaban la atención de sus mejillas en sonrojo. la timidez era la misma. su bravuconería de pega no había cambiado. y lo que rellenaba su cuerpo muñeco era algo más que guata a pesar de ser igualmente blando. lo supe enseguida.

uno se gira para dejar pasar las frases del otro de largo. para que no le rocen. para acallarlas _incluso_ canturrea. es el dolor del que pusieron mil veces con el paredón tras él. al que apuntaron mil dedos bayoneta y no escuchaba más que el vuelo de quejas. de ahí su rechazo a los puntos sobre las íes. no estaba para dimes. tan sólo para diretes. y eso irrita. no son dos los que buscan encuentro. hay uno que comienza la huida a pesar de decir querer estar para limpiar lo turbio. sus oídos están ya lejos. parapetados. en banda. cerrados a la luz que de todo lo que se decían podían sacar. el que se agita se siente en guerra cuando lo que le une _o distancia si se entiende torcido_ son las ganas de volver a estar en cielo sin escupir reproches entre coz y voces.

spencer no siempre fue visto así. hubo un tiempo en que se sentaba al lado y su silueta _inquieta_ era de igual a igual. pero ahora es otro y para mirarle hay que ejercitar los ojos. entender que se le representa, acortando su figura _según las reglas de la perspectiva_ apareciendo extendido en sentido perpendicular u oblicuo al plano del papel o lienzo sobre que se imprime lo que él es en nuestra retina. un hombre recolocado. el mismo pero no idéntico. el niño que reposicionó el relleno de sus dentros sacando pecho y practicando la fuerza. la valía de los años dejó su huella. y el escorzo de la cámara no ha hecho más que subrayarlo.

algo le dice un día al soldado su dentro. o quizá fuera la noche y el viento. a saber. algo escucha que detiene sus botas que marcaban el camino a casa. algo le dice quieto. espera. el tiempo que haga falta. no escapes. algo es lo que ve. algo lo que entiende sin saber las consecuencias. algo que sabe sin tener ni idea. y se queda. para su sorpresa. para la de los otros.
cesan entonces los disparos. la sangre se hace agua. y la excitación _y la furia de ambos_ se torna calma. algo es distinto. no parece el mismo libro. la historia no daña. se escuchan niños y el pisar de los perros. las manos buscan un lomo para repartir las caricias contenidas y aún sin valor a dirigirlas. y las palabras se atascan unas y se amordazan _por miedo a reacciones_ otras.
la tregua está expuesta. la carta de paz con sus peros y pegas. la lista dispuesta a aclarar lo duro. no dejar títere decapitado. todo compuesto. de nuevo armado. las mentes claras, como las intenciones, y el chocolate oscuro, sin mala idea ni leche. le echen lo que le echen al soldado ya no le agrede su pasado trasladado. ahora atiende al que porta casco colgado porque no se defiende. escucha y con la paz del amor en torrente aprende. bandera blanca.

spencer asusta _o eso pretende a veces_ con sus frases sentencia. con la seguridad de las rayas pintadas que se cree tweed. imponen sus bíceps. pero el muñeco es más de lo que dicen sus labios. es más que lo que se ve en su foto de carné. más de lo que su espejo le muestra. pero nadie termina de verlo claro. no es fácil dar con su secreto que ni él ha descubierto. es tan misterio como la deformación de su cuerpo forzado por la vista de la toma de la cámara. nada es tal cual se entiende en perfil o alzado. somos más complejos que sección y planta. somos vistas. somos 3D. y somos _en momentos escogidos_ y para mi deleite sometidos a un regalo para el ojo que es el ya descrito escorzar.

veinte minutos hacen de una guerra un largo abrazo. un elevar el foco hace de un cuerpo explotado un irreal y amorfo adorable. y todo sigue siendo verdad. el amor estaba para que la unión regresara entre los brazos. y el rubor del rosado del rostro de spencer nunca se irá por mucho que forcemos la perspectiva. será. todo. el calor sincero de unos. el niño tímido del otro. depende de donde pongamos la silla. siempre lo digo. colocarla en otro lado, enfrente, donde nunca te sentarías hace que veas las cosas con otras miras. igual de válidas y quizá con más salidas. posibilidades, lecciones aprendidas, ojos en adaptación, paciencia, opción a la sorpresa y todo lo que nos venga. aunque sea _maravillosamente_ escorzado.

jueves, 1 de octubre de 2009

boneless

mañana no puedo desayunarme antes de salir de casa. ni siquiera puedo hacerlo antes de entrar al trabajo. tengo cita con la jeringa a las nueve menos cuarto. y mi estómago rugirá hasta rozar el desmayo.

los masajes sanan. cuerpo y alma. son medicina. intuitiva o estudiada. son bálsamo. son cama. con inyección. son nana.
hay quien los recibe y nunca los da. hay quien los regala y ni los cata. y lo justo sería un mitad mitad. no a rajatabla. pero sí un toma y daca.

llevo días apurando el filo. camino arrastrando las suelas por el acantilado con más riscos. veo rodar las piedras hacia lo bajo. pierdo de vista el cielo. pesan las maletas que son mis párpados. y tengo a mis teclas _y a vosotros_ en frío abandono. no doy para más. la costura anda cerquita de reventar.
el sueño me agranda la cama y la planta en mitad de la casa el cansancio que cargo. pero mi estómago y mi unión a lo que encuentro al otro lado me sientan para soltar las letras y decir lo que pasa. como suelo hacer. como quise y no encontré fuerzas ni tiempo. como estoy haciendo. mis ocho dedos y el gordo para el espacio.

sus manos ni pensaron. desataron las botas y abrazaron los arrastrados. nunca lo había hecho. se sorprendió de su gesto. y le pararon en seco. espera. te enseño. unos apuntes y a empezar de nuevo.

doble análisis el que me harán. y apuesto a que no darán con lo que han. por mi cuerpo aplastado poca sangre corre. intuyo que será de pilas gastadas con que rellenen mi tubo a estudio. apenas con fuerzas. con más sueño que venas. con los imanes a tierra. con la cabeza tras guerras.
mi mente ralentizada no da de sí lo que suele. y mi físico no mejora la escena. soy un cuadro.
una vez más soy boneless chicken. cousin boneless. el primo de vaca. el primo de pollo. el ave sin huesos. el que se derrite mientras les habla y el cómic avanza. así me siento.

recoger del suelo un alma rota de cansancio no se explica de modo gráfico si no es con más alma. las dos manos de otro cuerpo apostando por rescatar lo abatido pueden llevarte al cielo.
si no llegan dentro con palabras. si con las miradas a medias salvan. hay que actuar de pleno.

mis últimos días han sido dibujados en la cocina de pollo y vaca. con la cámara visionando lo que la altura de esos niños hermanos alcanza. mis horas pasadas se cuentan con la gente sin hombros ni cara. hasta mitad del pecho. hasta donde mis fuerzas llegaban.
visto desde fuera, ahí, en pantalla, he estado como pompa cuando arbitra a mis padres en charla. ella desde abajo mirando lo que arriba pasa. todo más grande. alto. inalcanzable. demasiado para sus cortas patas.
mirado con mis ojos, así, con mis gafas, me he visto sólo las piernas. cargadas. cansadas. pesadas. todo lejos. todo nudo. todo extraño. frío. inabarcable. demasiados sentimientos para mis cortos pasos.

la vida se crea igual que se acaba. la vida también se roba. y se regala.
con la atención justa. en el minuto preciso. tras la palabra exacta. con la intención diana.
un abrazo. un silencio. diez dedos. una escalera. mil besos... tan cerca o tan lejos como cada uno quiera. la vida no espera. y nada es lo que era.

mis calcetines hablan de mi suma estallada. veo mis piernas como las de abbytrysagain. tan exhaustas que azulan a rayas. como las venas que me buscarán mañana antes de mi gran zumo de naranja con tostadas. como las que ofrecería a un par de generosas manos que me sanaran el alma. con invención o la lección aprendida _poco me importa_ pero destilando energía y ganas.
que tras los días de sequía de post y lágrimas _no salen las muy hurañas_ necesito un respiro al abandono de los mimos que merecen los que no portan huesos. así lo siento. no os miento. estoy deshuesada _pasará en nada_ y por un masaje a mi falta de esqueleto daría mi reino.