lunes, 28 de junio de 2010

orejas

le peina el flequillo. el pelo le tapa la vista pero ve al pato. es un cordero sin cabeza cuadrada. tiene las orejas solapa. le saltan al paso. y hoy ya tiene su silla.
tres apiladas rojas presenta dos_family junto a una cuarta. el póster fue un día parte de un trabajo. era un artesano buscando madriguera donde alojar su espacio. lo era cuando no existía ella. mucho antes de aparecer la que suma hoy _28_ tres. antes aún del que acerca hoy _28_ una.

el niño era capaz de hacer de la noche un mar, de las olas un naufragio, de aquel bosque un hogar. enfundó su diario por adentrarse en otro escenario. entre ellos. para ser parte. juez. testigo. participante. incluso recién coronado rey.
por contentar a todos zozobró su barco. hacia un lado. hacia el otro. pero supo hacerlo ordenando olvidarse. era el mandato. la orden. la ley. el dictamen. no habrá reglas. todos al suelo. con el viento. a rodar. a aplastarse. sin rumbo desbocarse. cantar li. cantar lo. unir los sinsentidos más que sentidos en un aullido.
con la batería gritando bailó break. se hizo robot. apenas bastó. con los cabezales sucios exigió a sus recursos una brillante solución. cayeron copos. en pleno junio nevó. y con el sol acostado registró lo que pudo.
hizo por verlo. no era tan claro. sus empujes no dejaban de ser infantes. pero le hablaron y quiso grabarlo. con más orejas que corona buscó verse salvaje y se hizo regalo.

cumplen años. lo celebramos. un tirón para el que estrena su uno. dos más para la de los tres. el que las despliega como unas alas al abrigo de la que responde a los maternos mordiscos más que a las súplicas. han sido todos. cada uno a su manera. el que pulsa el rec y luego edita con su gran dama. el westy disfrazado. la que celebra no temer hoy tanto la huida. mi favorita. y la que cayó enamorada de ella a sus dos meses y siete días. todos han lucido dos largas en sus cabezas.
los que persiguen los canes _los tres_ tienen distintos motivos. pero todos _los tres_ conocen de las necesidades de brindis y agradeceres. en su día _hace poco o hace ya años_ se encontraron postrados. era tiempo de espera, de infructuoso producto. no era la hora del premio. era el momento de duelo. eran las noches desiertas. el norte nublado. la veleta en giro sin quedarse quieta. de eso supieron ellos. de la paciencia paciente que sangra y no le atienden. de los asientos piedra que enrojecen de furiosa impotencia. del frío de las cuatro patas sin carrera. de los respaldos escasos. ficticios.
hoy _28 de junio_ todos recuentan y no se sientan. no es tiempo de esperanza ni espera. es momento de caminar, correr, volar y comerse el viento. es la hora de los afortunados que agradecen y no miran que las cosas vengan. es el día del que cumple uno y su valiente madre. el día de la que celebra el tercero en ciudad diferente, de su cámara y de quien besa por donde pisan.
las sillas son ahora atrezo. las tres rojas y la otra no son más utilería. parte de la escenografía. igual que lo es el póster. tuvieron su vida. fueron. y hoy _por ello_ brillan en carminado rojo.
porque suena la música nos levantamos de la silla. por lo que suma notas regalando instantes más que mágicos dejamos de estar sentados. y _sean reales o de pega_ para escuchar bien lo melódico de los premiados días hay que lucir orejas.
felicidades, mi niña, lo logramos. a todos, felicidades.

viernes, 25 de junio de 2010

cielos

jugó a esconderse y tentar. quería pasear el filo de ser hallado entre los cubos y el callejón trasero. dejaba rastros y escapaba. bebía leche y se esfumaba. el cuenco a medias. como la dueña.

esta mañana han confirmado lo que se veía y nadie decía. un cruce de misivas ha abrillantado lo que no podía recibir más lustre. entre tanta boca inerte y dedos mudos alguien ha levantado el vuelo y ha señalado con su amor amigo el cielo. los pies encadenados sin dar saltos han sido de sobra compensados. los mutilados aplausos esquivando confetis se han equilibrado con un plato. lo infinito del azul que nos viste desde lo inmenso ha cobrado cuerpo y sintiéndose festivo ha deseado lo abierto de su cuerpo para toda la eternidad. una nube para la belleza. otra a lo radiante. una más con la sonrisa. y dos chiquitas para los brillantes entregados. contra la sequía de los escondidos _que no dan con lo dicho_ un regalo ha sido servido. un azulado sin límite para albergar todos los rojos y brillos.

entró curioseando. dio con un puente que le acercó al bebedero. y comenzó el ronroneo.

el cuento ruso a veces pierde su sentido acercándose a otros. ni pedro ni el lobo relataron el sabor de la no ilusión. su sinsabor. tampoco lo hizo sonar prokófiev con el oboe, el fagot o cualquiera de todas las cuerdas. hablaron del pago a la mentira. y en algún renglón de lo narrado se coló la falta de fiesta.
tiene una nueva_parece buena_lo celebran_era de truco_ repetimos _tiene una buena_es nueva_lo festejan_era una prueba _retomemos_ tiene una nueva_sabe que es buena_qué copa se rellena?
pedro pasó en algún momento a ser cántaro. y con el alma _de lo mismo_ sin abrigo se hizo añicos. de eso no advierte el relato. hablar del riesgo del engaño no es descubrir que la emoción provocada tiene un cupo. gastados los boletos el niño no halló quien le siguiera. y en aquel bosque talado se preguntó si alguna vez le creyeron. empezó a sentir en sus tripas que todo aquello había sido cuento. lo que tocaba era cierto. lo gritó a los cuatro vientos. escuchó tan sólo al eco. gélido abismo. fiesta sin vino.

maulló apenas confesándose malo. bebió botellas y con la silueta tras ellas _algo deforme_ apareció bajo la lupa. y fue descubierto.

una llamada ha bajado el segundo cielo. o ha subido lo de abajo. la dirección no importa en esto. nada altera el producto. en una cajita pequeña traía lo que no le bastaba con voces. presentaba una fecha para bordar en honores lo que lleva un embarazo sintiendo. la cantada voz buscaba otra amiga que se vistiera mejor que nunca y acudiera a su lado. como si supiera de los mancos que no dan palmas. como si hubiera sentido de la fiesta de cumpleaños sin invitados _que sí convidaron_ llegó diciendo que también cumplía años y cargado de regalos.

pelado. puro pellejo. orejudo. igual que un mulo. travieso como los gatos nacen. aventurero. igualito al de fine_little_day.
buscó su cielo sin aspirar a dar con ello. el sofá se lo dispuso. acogedor y cómodo como ninguno. mullido y cálido. cama. casa. ovillo.

gracias a quien ha visto. gracias por decirlo. invitado a la fiesta que sigue bailando.
gracias a quien mira para ser visto. clava sus ojos y eleva la pata escogiendo a la pieza.
quita cuidado, minino, yo ya te he visto.

martes, 22 de junio de 2010

partes

sacrificaron las cortinas por el suelo. renunciaron a los sofás aterciopelados por vestir cerámico el solado de la planta de abajo. toda intención que agachara sus fuerzas a dar lustre a su piel porosa recriminaba la elección de tanta baldosa. lo habían visto hacía tiempo en la condal y no pararon hasta pisar sobre ello bajo su propio techo.

las piezas que nos conforman han ido año tras daño tomando puesto. las oxigenadas rojas arterias cruzándose con las desoxigenadas princesas venas dejan oquedades donde colocar lo otro. todo lo que va multiplicando rellena lo blanco. el enramado azul y rojo estrella nuestros cardinales en un repetido. así nos hacemos. y así se nos ve si nos distanciamos al punto justo donde el laberinto se hace trama y cada poco somos lo mismo. si de cerca somos un complejo mundo _con capas de cada vida respirada o suspirada_ en el macroscopio nos hacemos textura. las redes casan en una y el dibujo nos geometriza. todo un caos ordenado. eso somos si no fijamos la vista en un algo pasando al resto por alto. la experiencia en calcados tropiezos, idénticos momentos de distinto nacimiento. con un troquel nos contamos si nos alejan. si se nos relata a distancia somos la malla de coordenadas. y en el cruzado de los colores vasculares las cuatro puntas inmaculadas apuntando cuadrados. figuras giradas resaltando sobre lo que nos ha crecido. repetidos. más de lo mismo. en sucesivo.

piden a los alumnos un trabajo. se trata de hacer un cartel para unos ficticios juegos olímpicos. 2012. zurich. y george_strouzas propone descuadrarnos. tras la sábana tricolor dibujando lo que el ojo se encapricha en ver aparece la sorpresa.

tener la vista lista no se escoge. o se ve o no se capta. la escalera que sube o la que baja. ves el vacío o te llega la mancha. el volumen o lo cóncavo. entiendes lo que hay o lo que queda. ser. parecer. lo real. lo imaginado. escrito. entrelineado. lo que percibe el cerebro no es siempre lo que se muestra. o sí. está _de igual forma_ pero de modo no intencionado.

somos el pavimento de baldosas de aquella pareja empeñada en el juego de sus colores y formas. somos el resultado de lo pasado mostrándose como un tapiz. geometría de huecos para los que ven lo resultante. fracción tesoro para quien distinga entre el mar de líneas al sumando.
somos algo más que la primera vista. somos mucho más que lo evidente para las lentes. somos lo que perciben los sentidos del ciego. lo que no se divide de golpe. lo que no se extrae de paso. lo que se raciona en otra cosa bien distinta a lo tildado.
somos la guinda del cartel. somos el punto y a parte que se sale enseñando la pata. somos la red. somos el aire. somos todo lo circundante.
somos el escaque del damero que escapa a la percepción de la mayoría. y que escapa del grupo para que lo reciban los pocos que al final de la lectura saben verlo. entenderlo. abrazarlo. sustraerlo. enmarcarlo. y comprarlo para su suelo.
somos un todo a base de piezas. y cuando nos ven en ellas es cuando todo comienza. es cuando partes. no todo es lo mismo. somos más de lo que parece. vayamos por partes.

sábado, 19 de junio de 2010

oficial

supieron del fin desde el principio. sintieron el más allá desde el comienzo. les llegó el comunicado de modo extraño por inesperado. se coló despacio entre su aire inhalado. se hizo piel entre sus dedos. quiso enredarse sin nudo en sus cabellos. y quedó clavado dentro.

cocinaba con la pasión del salvaje en remanso. los fogones le daban el calor que le faltaba entre mantas y manta. una tras otra. carretera los lunes. ida y vuelta. mantequilla bien envuelta. era un bizcocho vestido de cuero. un lobo de palo abrigando a uno bueno.

como aquel que llegó para instruirse al pueblo de la factoría echó el anzuelo. con un bocado con piel de plata tomó asiento con nuevos y picó mientras soltaba seda. al tiempo. a la vez ambos. sin _ninguno_ saberlo.

todo lo que era buscaba a tientas su plato. los ingredientes sin receta dejaban las bocas abiertas y su vida hambrienta. cabalgaba veloz para ser nieto y reptaba las noches por no ser huérfano. en su comodidad punzante. en su piso aristócrata agonizante. con su música alta. con sus humos carburantes. con su sensibilidad cubierta por la bata blanca y el casco. con su ternura y ganas de brazos enterradas bajo frases de arriba y no de dentro. escudo y no alimento.

el fin de la guerra sonó por las esquinas. era mayo y no lo parecía. la gente salió de sus guaridas. estaban todos. los que querían. los que ofrecían. los que bailaban. los que bebían. todos reían. calle abajo. calle arriba. no habría más bélico silencio helando sus días. y ellos _aún_ no lo sabían. aunque se olía.
pasó la semana como quien pasea la orilla. el agua sirviendo lo fresco. la espuma brillando los cuentos. los corazones sin miedo a metralla abiertos sin segundero. y se unieron. de nuevo. sin saberlo. aunque los andares y las pupilas lo decían. a pesar de susurrarlo los subterráneos. ellos fueron los últimos en conocerlo.
la aldaba de la verde puerta de cada uno les trajo una carta diciéndolo. terminó lo frío y oscuro. no habrá bombardeos. se acabaron las sirenas alarmando las horas feas. y ella salió de sus muros tirando escudos. y él abrió de su bunker las puertas con la chaqueta de fiesta y su mejor sombrero. caminos sin minas. y en medio el encuentro.

apareció como un descubrimiento. hechizó al de zancada segura. el pasillo era largo. sus noches eternas. sus camas más anchas de lo querido. sus palmas imán sin respuesta. cuatro palabras y un portazo. una abuela. dos regalos. muchos motivos. y la franqueza. perdón, franckeza.

llegó a la fábrica buscando a su corazón en el cuerpo de ella. la tomó en volandas y les bañó la sonora banda.

era primavera sobre la trinchera. en daisy_pie_and_tie los muestran. ven a mi abrazo _dijeron sus ojos_ te elevaré de este suelo y alzaremos el vuelo.

el oficial de cocina dejó el mango de las sartenes por abrigar las manos de ella.
el oficial y caballero rescató de su repetida piedra a la dama de la fortaleza.
y el tercero _definitivo_ hizo cobrar sentido a todo lo que hasta entonces habían sido. tan real como _ya_ oficial.

lunes, 14 de junio de 2010

reflejos

un estímulo hace que un mensaje navegue embotellado hasta la médula que coordina la respuesta y genera una reacción. el arco reflejo lanza una flecha y se da la respuesta. el receptor, de todas las neuronas las sensitivas, las interneuronas, las motoras, y el efector, actúan y algo ocurre. sucede.

ella sostiene que el traje de su amiga brilla desde siempre. antes incluso de conocerse. vestida o desnuda su última dermis es la escamada en destellos. poros destiladores de magia que hacen del día cuento y de la noche nana.

hay otras reacciones. son las llevadas a cabo en apenas medio segundo y que requieren de un aprendizaje previo. son los actos que se dan con la conciencia activa pero sin darnos cuenta. la práctica es la que refuerza la autonomía del movimiento y su perfeccionamiento. son respuestas balísticas que se lanzan a recoger el lapicero en vuelo que tras rodar la mesa anuncia acabar en el suelo.

todas perseguían la pieza. todas menos ella. no buscó nunca el pedrusco que brillara para contar lo suyo. no creía en tales brillos. hasta el nombre se le hacía duro y frío. un solitario no iría en su dedo. y no lo obtuvo. y si lo hubiera querido? cuidado con lo que se desea...

no es tan cierto que las reacciones a un estímulo sean invariables. lo que antes estremecía ahora hiela. lo que un día fue festín es ahora olvido y cierre de pista. claro que si alguno de los elementos de la cadena del arco que direcciona la punta buscando respuesta no está sintonizado y perdió comba poca integridad de conjunto se espera. y así, ni actos consecuencia ni asomo de apariencia.

no hace mucho _apenas tiempo para tanta vida_ le dijeron de sus dos luceros. no debían borrarle el brillo. el mejor regalo que podía obtener era lo que no lucía desde años atrás. aquel centelleo de pupilas iluminaba donde ella estuviera. y era la energía de la purpurina que despide cuando el amor nos cala la que bañaba su mirada. ojos encendidos como reacción a lo cierto. chaquiras con estrellas diminutas para adentrarse en ellas. hablaba si miraba. reía. calmaba. repartía brisa. compartía lo que sentía. consecuencia de las flechas. arco. tinos. dianas. lo que ahora bebía. verdad encendida. estímulos brillantes que le hacían sardina con la piel de nuevo prendida de resplandecientes lágrimas de dicha. un pez con traje de luz y luna. una mujer paseando su plenitud a medida. como si hubieran activado bombillas. qué tendría este resplandor de aquello a lo que la otra se refería?

el tiempo de reacción varía según el receptor y sus circundantes piezas. la fatiga entra en acción cuando nos repetimos y el plazo de respuesta aumenta poco a poco. la sinapsis neuronal vaguea y lo que fue flaquea. nada es lo que era. se acabó la fiesta. todos afuera.

se sentó _como aparece en vamoose_ meditando lo que le dijo su amiga. todo aquello no lo había inventado en su día. ni tan creadora ni tan mentira.
miró su falda. estudió cada lentejuela. se movía para regarles de luz o variar su brillo. ni tanta luz propia ni tanto ilusionismo en lo visto.
aquellos puntitos eran lo cálido en lo aparentemente frío. eran el traje bañado de luces y la piel con escamas centella.
miró alrededor. vio la galaxia que su cuerpo despedía. quizá comenzaba a dar forma a lo que escuchó sobre ella. parecía empezar a chispear la idea. algo en lo reflejado sobre lo que le rodeaba hablaba. un dibujo aproximado de lo que la otra sostenía acerca de su poder y maneras. deseaba entenderse como le veían fuera de la subjetividad que hablaba por ella.

si no hay conductor poco importa que esté o no el receptor. si no existe éste cualquier vía guía hace inútil servicio llevando el recado de un lado a ningún sitio.

eran sus pecas lentejas de gala. eran el agua en la escama. era su piel un vestido de brillos. propios y absorbidos. escarcha. rocío. lo era y lo había sido.
estaba entrando a comprender. a ratos. a cachos. intervalos de lucidez en los que hacía de su capa un sayo y surgía el mago.
sentada. con las piedras transparentes que decían inmortales rechazadas como hizo. con sus piernas luciendo el mecanismo de su interno. con sus curvas haciendo de cada minuto cuento. asumiendo que no es para todos el firmamento.

si responden por aprendido y no por sentido. si la repetición sabe a hartazgo y no a postre preferido sin pedirlo. si ocurre que tarda en moverse el brazo y el rodeo se hace pescado. si la rótula falla a pesar de estar preparada y lista. si todo se tambalea es que no hay ni arco reflejo ni flecha. nada de indios ni vaqueros. ni manzana ni guillermo. y puede que nunca lo hubiera.

ella veía los destellos en sus movimientos y se lo bordó en palabras a la de la brillantina cuando ésta dudó de lo cierto al ver al muerto. habrá quien vea la fiesta de tu entero. será quien baile con cada centelleo _entró la aguja_ y habrá quien no reciba siquiera lo espejado de tu brillo porque su piel será mate y sin vida. hay seres con filamento luminoso propio que captan otras luces a la primera _el hilo mordió el tejido_ y los hay que no saben de encantamientos ni chisteras. ni dentro de ellos ni fuera. y aunque parezcan vivos están inertes. no esperes aliento de ellos _canilla girando_ ni lo intentes.

que un martillo logre de la rodilla respuesta depende tanto del golpe como del rotuliano conjunto.
que una pared se siembre de luciérnagas será cosa de la luz incidente y de la superficie donante.
se mueve _aunque no se cuente_ quien golpea la articulación. es el agente.
brilla quien viste de luces _regalando en silencio_ a pesar de espejarse enfrente.
gran parte de lo que somos es eso. puro _y duro de digerir_ reflejo.
y a veces _cuando la voluntad nos ciega y no es diáfana la certeza_ vemos respuesta y no sabemos si es falsa o cierta. realidad o espejismo. y así nos luce.

martes, 8 de junio de 2010

monstruo

con ella recorrió el cerrado paraje. juntas. negro de día y de noche. siempre invierno y eterno desierto. con su mano guía recuperó como pudo la vista. con la brújula salvavidas. con sus diarios abrazos. sus puntuales mimos. sus alentadores ladridos. hoy que suma vida se lo confiesa. llegó el de heidegger. dio con el claro. o al revés. pero la nueva _el regalo para su día_ es que está por fin en él. felicidades.

quien fuera niño grunge sopla hoy sus velas más dulces. calzando de pies a cabeza la certeza todo su entero se siente crecer. y _por segundos_ tiembla.

todos han pasado por pasillos angostos. ella. la otra. él.

los de dientes largos en bocas más que abiertas rugían en el cuarto de todos. en sus adentros les perseguían las fieras.
sólo algunos cruzaron la raya. no todos alcanzan la playa. y ellos lo hicieron. cada uno en su tiempo. con sus saltos, gritos, eufóricos trazos. y valor. que sin ello no.

hay un monstruo susurrando al oído de un niño. lo veo sin haberles visto. lo sé sin película por medio. la voz que le empujó y acorazó hasta ahora le invita a descalzar al pequeño que abriga a pisar lo nuevo firme y decidido.
hay un pasado a punto de cierre. en su punto. en punto y aparte. hay una seña. una marca en el cuerpo que deja ver su descentrado ombligo. una línea que advierte que está todo dispuesto. los árboles. la cena. los insectos. los motivos. la luz que estrena. la paz más plena. el lobo y las perras. el castillo. la princesa. la furgoneta para los viajes. un libro en blanco. y rollos de cinta por hacer rodaje para luego editarlos.

los latidos del paralelo mundo eran de los que bramaban y corrían sin pensarlo mucho. encerrados _en la celda que a los niños pintamos_ las carreras por liberarse lastimaban las patas de los aulladores sensibles. y con ello aprendían a dar pasos. cada uno en sus cadenas. acariciando de cuando en vez una esperanza encendida para espantar a los malos.

el monstruo que caminó cada segundo durante años se sienta ahora con el pequeño enfrentado. ni encima ni al lado. frente a frente. los cuatro ojos clavados. y la verdad que ambos conocen circulando de un interior al otro para aprender a ubicarlo.
contaré hasta treinta _dice el peludo_ me taparé con las zarpas las orejas y caerán mis párpados para que lo entiendas. con cada número una razón se hará figura en este bosque que pisamos. del uno al doce. del trece al veinte. y de ahí al veintinueve. serán motivos que saldrán de tu cabeza y moldearás con nuestros trucos. recuerda _apostilla el gigante amigo_ ni un pelo de tonto, ni una palabra de consentido, ni un milímetro cobarde. lo demás no vale. sólo así llegaremos al número que escogiste. tres tercios redondos. la fecha que esperabas. para lo que te preparaste sin planes y nos pilló por sorpresa. así de caprichosa es la historia. nadie te avisa cuando sales de esta arboleda.

la luz vuela. su celeridad es inasible. una flecha. un cupido que atrapa y enciende la noche. la luz mece y vence. la luz invita. incita. nos ciega para cambiarnos de ojos. y nos convence.

con el nueve talla al niño bufón de cuando no había balón. al oír el catorce concentra sus manos en hacer una canasta más grande que las porterías. con el diecinueve atusa su flequillo y le hace una ola para dialogar con ellas. llegado el veintiocho forja una vías por las que corría de noche bebiendo huidas.
y entre número y número cree ver pequeñas risas calles arriba. alguna protesta también surge de alguna esquina. y luego se suman otras piezas. las carreras por tantas cuestas con sus dos compañeras. los deberes por hacer. las bicis sin candado. las perseguidas chicas. tiritas en rodillas y dentro del pecho. los brindis con la cuadrilla. retazos de su siamés desde los seis. y mil piezas de un puzzle que lo sabía dentro de él y jamás perdería.
29 números. 29 besos. con sabor a helado. de turrón, galleta maría, ron con pasas y avellana. 29 trocitos de celebración de lo que no se esfuma y sí queda.

un regalo desenvuelto. bañado por la magia que alumbra desde las ventanas. dispuesto panza arriba. presto para ser descubierto. como una niña con ganas de vida. como las piernas y brazos ofreciendo ternura. como samara_york propondría. así lo ve ahora. ya lo sentía desde hace días. y se lo contó al más bello de sus monstruosos amigos desayunando al alba del sábado. aquel rubio le animó al gran salto.
así, con otras palabras, se le escucha festejar al monstruo de los números. igual que el guapo lo hace el hermosamente feo. con la mirada al frente y el pecho abierto le dice a su niño de camino a lo nuevo _el futuro es nuestro_que yo de aquí no me muevo_ y sonríen. que yo les veo. sin ver el filme _insito_ conozco de qué van los cuentos.

tras tanto negro hay todo un premio. lo hubo para una. lo supo _desde siempre_ la otra.
por haber recorrido cada rincón del paralelo imaginario _durante años_ llega la recompensa que abriga como el amor esperado. lo saborea entrando en meta el que escucha otro anuncio de comienzo. y se calza lo nuevo. monta un caballo. e invitando a su chica a la grupa escucha el treinta. abraza la vida y aplauden. magia de las grandes. pura. verdad. decisión y valentía levantando al hombre. el mismo que fue hasta hoy pero aún más formado. colosal. crecido y decidido monstruo. felicidades.

lunes, 7 de junio de 2010

nube

aún no debían quitarse el sayo. era lo que se repetía en los corrillos formados frente a los ventanales del pasillo. el cielo pintaba plomizo. la visita sería de tarde y los afortunados soplaban para espantar lo que restara azul al cielo. era domingo.

la primera vez que un avión me elevó sobre la capa agodonada que nos tapa me pareció una extensión tan formada que cabía ser de todo menos etérea. un mundo haciéndonos de corteza a millas de distancia de nuestras suelas. arriba montículos mullidos queriendo llorar o ser del sol escudo.
ayer toqué por vez primera una. conocí una de las que yo hacía en lo alto. y paseé a su vera.

en otra parte del plano en la cocina sentada esperaba una dama. vestida con su cuerpo en dominó. más blanco que negro para quien sabe lucir las manchas. y pasadas las ocho recibió la invitación. caligrafiada en el aire de su tarde y lacrada con una caricia recibió la mano tendida y enhebró el brazo de su caballero. levantó sus ganas y al rato sus rodillas. y recolocando su gorro _como le retrató alessandro_neri_ le hizo saber que ya estaba presta.

el día comenzó húmedo y merecedor de terciopelo. poco a poco se fue arreglando. sobre las cabezas un azul dudoso pero inmaculado de amenazas. cuando me presentaron a aquella chiquita sentí que era la única. sin saber tratar algo tan vaporoso dejé que fuera ella quien me dictara las reglas. y ayudada de un leve soplido vi cómo daba sus pasos y avanzaba por lo que sería nuestro recorrido. se detuvo un segundo y soltó lo contenido para no llorar a destiempo _era una de las añadas y de cuando en cuando recordaba una de las tareas para las que le programaron_ mojó levemente y como quien abre compuertas de modo tímido y sin molestias cerró de nuevo y siguió con el viento. yo seguí esperando. aprendiendo sus movimientos. su recomponerse. estudiando sus formas por ver qué parecían. un caballo pasando del trote al galope. una niña con coletas. la elegancia con gafas puestas.

bajaron unidos. como solían hacerlo. ella con su pañuelo rosado al cuello y él _esa vez_ con la chaqueta maltés. les esperaba la hierba y el parque más grande. les aguardaban los temidos pasos de cebra en los que ella depositaba en la seguridad de él su miedo. olores del campo en primavera. colores del atardecer invitando a las farolas. los escalones sorpresa por su costumbre de calarse el ala más allá de las cejas. era su seña. su misterio. su encanto. su belleza. que veía pero escogió un día refugiarse en una semi ceguera. para no ver a cualquiera. para elegir lo que retener. para decidir si ver o no lo que se presenta. y su acompañante _que lo sabía_ jugaba a hacer de lazarillo, a pesar de saber que era como ser el bastón de quien busca ser elegante y no cojea. fue una estirada cita. más de lo que solían. y no hubo queja por parte de la abuela.

yo que pensé siempre que los nubarrones se juntan y reunen para batallar y hacer de la calma tormenta. yo que creí que una blanca se enfurece y carga de oscuro para soltar lo bebido durante largo. me equivocaba. ante un choque de dos atronadores sin sentido la blanca con ligeros grises que ayer descubrí escapó hacia otro lado. lejos de imantarle los rayos o los puños apretados de las más negras ella corrió para detener aquel conato. y lo logró. disolvió los truenos en arrullos y escuchó cómo lo turbio se hacía claro y el golpe abrazo. y así resultó. desdiciendo pronósticos no llovió. parecía que caería. pero no.

un imprevisto hizo que el que invitó a la dama le tuviera fuera de su horario y de pie en la acera. no tuvo que explicárselo. ella lo supo. lo sabían sus años. lo entendió su experiencia. y en apoyo callado posó en sus hombros las manos y con la distancia de la prudencia cargada de lo más cercano esperó. a falta de dos minutos recibieron besos y volvieron a quedarse en pareja. les aguardaba la cena.

más menuda de lo esperado _creí que sólo arriba eran pequeñas y al tenerlas cerca se harían inmensas_ se extendía por todo el aire y se hacía eterna. la blanca más pura. la acompañante perfecta. la infinita. la que estuvo siempre. la que se contonea con la brisa de la risa de quien fue su protegido y ahora le escuda a ella. la que porta la mayor clase. la distinguida que no llora y sí acompaña. la que pone lo claro. la que baja del cielo para que volemos alto. la que estira sus días y vida. la que está aunque anuncien azul sin mancha y no se tinta ni en el invierno crudo. la más grande. la más linda y chiquita. la que conocí y ya está _también_ conmigo. la más. la que me descubrieron ayer tarde. su tesoro. la niña. un premio. la nube.

martes, 1 de junio de 2010

atasco

lo usó como coartada. se asomó a la ventana con la impaciencia aferrada a los prismáticos jugando a cazar al wally bólido desde el que habían llamado. el confeti que cubría la carretera camuflaba su diana. no acertaría con la mirada. ayunaron sus ganas.

está haciéndose a ellos. los zapatos de la nueva era brillan tanto como aprietan. pero ella los mira. acaricia la redonda punta de charol y sonríe desde su miedosa apatía. está aterrada. estrena días. la nueva vida.

puertas adentro ocurre. a mí sí. la marea roja recorre vías secundarias y principales. riega aceras. moja las calles. llega hasta la yema y regresa por otra puerta de la que sale. lo sucio entra. lo limpio nace. la lavadora que late en mi pecho despide toda una flota. a veces coches. otras son tanques.

le ha dicho su madre que a partir de ahora comenzarán las buenas. acaba de llamarme con una de las lluvias pedidas que tanto se resistían. sus tierras caladas sorbían la dicha. su boca alunada mecía la risa. sin astenia de junio. que la ahogó la sorpresa.
mi respuesta ha visto el mapa. un plano de luces verdes donde invitaban los de tráfico. no andaba errada su pitonisa. vías libres. circulación fluida. llegará todo lo esperado.

primeros de mes. hora punta. todos al redil. a cumplir. a rendir. los motores comienzan a toser. calientan su paciencia con la vejiga llena. las alarmas tiran de las orejas y los codos apuntan. hay que alcanzar la meta. en hora. no valen excusas. hay que llegar a todos. a los puntos y a las manos que nos reclaman. y lo que me corre se altera al ver que no hay dónde moverse. se cortan caminos. se tupen sendas. se baja de quinta a primera y se obturan las riendas. ya está. mi sangre anudada en estratégicos lugares hacen de mi fluir un calvario. no llegaremos. no estaré a tiempo. fallaré en eso o aquello. no doy abasto. migraña al canto.

ayer terminó su época de asfixia. lo que mal vivió hasta hoy se rescató con sus salidas. con pico y pala abrió la zanja y con la mudanza asfaltó el escape. por allí saldría.
ahora circula sobre olor a prensada gravilla. sus pies de niña en estreno corren como los picapiedra feliz de saber sin trabas la nueva vía.

congestionado el ambiente mal se respira. y como a la chica que steven_sites fotografía sólo nos salva la mascarilla. entorpecido el entorno el cuerpo se turba. el aire atorado no genera vida.
la carretera cubierta y sin moverse una rueda. eso es mi interno cuando me aprietan los días. mitad de mi cuerpo soy yo. y la otra mitad _por más razones que ésta_ es madrid. la capital infestada de conflictivos rojos convertidos en oscuro. cuando el aliento no llega soy madrid en hora punta. circulación matada. y hasta que les pongo en orden o doy con más vías es pura quietud de bocinas chillando. doloroso atasco.