jueves, 28 de febrero de 2008

será




mañana es día huidizo. cada cuatro años aparece y nos retrasa el calendario. el 29 de todos los meses es único en febrero. y dice a marzo que se espere, que él se le ha colado.


a las diez treinta de la mañana me esperan en la séptima planta. aspiro a un puesto de cuatro. uno, dos, tres y cuatro. y quizá uno de los números sea mío cuando empiece marzo.


mañana nacerán niños que cumplirán cada cuatro. mañana terminará el día como si acostumbrara a hacerlo. y no habrá quien no despierte alerta de que este febrero es corto pero más largo.


mañana me harán preguntas para cederme una silla, esperarán mis respuestas que encajarán en el uno, en el dos, en el tres o en el cuatro. y a la hora de la comida quizá ya tenga horario.


mañana es viernes. es 29. es mañana de entrevista.


mañana no es marzo. no es 1. no es mañana de cualquier mañana.


han sido cuatro. llegó el bisiesto. y lo anoté en mi calendario.


si serán o no los otros cuatro sólo lo sabe el si tiene que ser formulado.


pero mañana se entromete un día extraño. y al menos en mi agenda registraré que fue para mí algo. de ida o de retorno tras ida. pero será.

miércoles, 27 de febrero de 2008

casitas


tendría ocho años. poco más si acaso. sorprendí a mi padre con mi ingenio a tijeretazos. más me sorprendió que le gustara tanto que lo mostrara a otro mayor al que yo no ponía cara. hice una casa. una casita de papel blanco y encalada en rotulador. amueblada acorde a su escala. con las tres dimensiones con cello y pegamento en barra enlazadas.

hoy he descubierto una artista que vive de un elaborado aquello que yo intuía a mis pocos años. su blackwell recorta libros para levantar historias. retrata un pasaje de peter pan, del mago de oz o de alicia en wonderland.

la pieza que yo levanté era basta y tosca a su lado. la casita que maqueté era pura aproximación a algo. y no sé bien si es a esto...

con casi nueve años no conocía a alicia. sólo a la de disney. y eso es no conocer a alicia. con décadas encima he trabajado con muchas tijeras, muchos papeles y muchas alicias. y al ver el arte de esta chica creo que he reconocido aquel trabajo no sembrado y decido en juego hacerlo ahora mío.

tantas veces he recordado mi casa de papel de muñeca de ocho años... tantas veces he pensado en lo inútil de su factura frente al aplauso del padre admirado.

casi a mis treinta y cuatro soy yo la que otorga el aplauso. la delicadeza, la fragilidad, el preciosismo hecho detalle, la doblez y la capa fina, el pliegue y el aire que lo comprende... no son labor en vano. son regalo al alma imaginativa. entre los párrafos de la merienda de alicia se escenifica la mesa mientras te zampas palabras. y alicia mira mientras su blackwell recorta. y yo aplaudo mientras mi mente rememora.

martes, 26 de febrero de 2008

hijas




frente a nuestra casa en el pueblo había un supermercado. era cuando corríamos todo el día. y entre juego y juego hacíamos los recados.


hablando con una amiga de mi estado gripado ha ensalzado mi labor de hija al hacerme con el virus que durante dos días atacó a mi madre. conmigo lleva una semana. liberé a mi progenitora. bastante tienes, ya me hago yo cargo.


de junio a septiembre se escribían muchas listas de la compra. muchos papeles blancos con listado. y tras la merienda, a veces, un urgente recordado. toma el dinero. ten cuidado.


mi perra no se acercaba a mi cabeza febril. me ví sola en la encrucijada. yo con mis 38 en cama. y mi niña que me escapaba. luego me explicaron lo del contagio. ella lo evitaba. hoy, seis días más tarde, ofrece su cuerpo menudo al ataque feroz de este virus. y sin quererlo nadie parece que la gripe la ha aniquilado. inerte dormita y lo que come lo vomita. a ratos me pide juegos. casi de continuo nos busca los mimos.


llevo un casco en la cabeza y sospecho que pompa luce otro por encargo. ninguna arrastra cómoda su paliza y apenas pasea. si supiera dónde tiene ella escondido su yelmo pesado...


cuando éramos niños de piel salada y aftersun bajábamos a comprar refresco de cola y pan del día al supermercado. las gripes no eran tan feroces. las hijas no se ofrecían a luchar con los grados malos. y recuerdo diáfano cómo entonces por cinco duros nos dejaban devolver el casco.

lunes, 25 de febrero de 2008

marea


pensé que esto era más bien un río. creí que el proceso, corto o largo, llevaba siempre un parecido recorrido. nace en fiebre, avanza en azote, crece en resfriado y desemboca a la altura del pecho.

una semana encerrada y mi cuerpo arribaba a las marismas pectorales. horas atrás quedaron las décimas. ya no nadaba en febrícula. empezaba a oler a la amplitud del mar. y zas!! como en una película de terror me ha asaltado en lo oscuro de nuevo la fiebre. yo que paseaba a rastras el pijama he recibido su ataque furtivo. por los tobillos me ha agarrado y sigue a mi lado.

la gripe no es un fluvial. la gripe es la marea arrebatada. que de pronto agita como es calma. calienta y ahoga y cuando crees que amaina... llega la gran ola y te desarma.

hoy a las siete de la tarde he recibido su bofetada y como castigo a la cama. he peleado la oleada dos horas tumbada. y os escribo, ahora, con derrota calada.

mi pecho ruge tormenta por mi garganta. amarro velas. apuntalo vanos. creo que escucho la sirena alarmada. esta noche va a ser movida. caprichosa marejada.

domingo, 24 de febrero de 2008

laborable


cuando iba al cole existían más misterios. los laborables eran uno de ellos.

si enfermaba y me quedaba en casa descubría emocionada los horarios domésticos hasta dar las cinco. hora de nuestro regreso. la media mañana, el tiempo previo a la comida, y el combinado de radio y plancha hasta la hora de la merienda. lo de la tele era otro mundo. a pesar de haber sólo dos cadenas, la uno y la uhf -no eran la primera y la dos- la programación era lo inaccesible a todo niño y si lo descubrías dudabas si estabas haciendo lo correcto.

pero lo grande se daba cuando mi falta a las aulas se debía a una visita médica o un acontecimiento familiar. la falta era justificada y no por el termómetro. era entonces cuando vivía mi ciudad, mi casa, y los días de mi gente con la boca abierta y los pensamientos infantes en culpa.

entre variados elementos y situaciones me quedo con el ascensor. de pronto se me antojaba como un gran desconocido. subía igual y bajaba del mismo modo. daba arranque de igual forma y detenía su recorrido como siempre. pero ese no era el ascensor que conocía. esa caja que me subía al segundo trabajaba cuando yo recibía la lección. subía a gente que vivía el día en mi edificio mientras los niños recreábamos en un patio lejano. el ascensor conocía personas que yo nunca vería, transportaba compras que por la tarde no se hacían. sabía más que yo. y eso nos distanciaba.

el día que faltaba a la escolarizada rutina mi cabeza me susurraba. esto no es lo que te toca estar haciendo. esto es de otros. tú a tus cuadernos. y si acompañaba a mi madre de compras parecía estar andando por un desfiladero. todos están en el colegio. si nos regalábamos un refresco en una barra creía atravesar una puerta de acceso denegado. ahora estarán esperando el almuerzo.

y así hasta la hora en que las calles vestían de nuevo de colegiales... y ya no había más magia ni elevador desconocido. todo volvía a su orden aprendido. la hora del baño previa a la de la cena. el retorno del padre. la persiana de spar que ya cierra. las bolsas de basura amontonadas en el de nuevo conocido ascensor. y mi uniforme para la siguiente mañana presto para disimular mi licenciosa jornada.

sábado, 23 de febrero de 2008

esponja




llorar. para algunos una debilidad. dicen que reservada a las mujeres. ya llorarán...


no me gustan las esponjas. me ducho sin usarlas. y me contradigo porque soy una de ellas.



las hormonas femeninas, alteradas unos días cada mes, nos agitan colocándonos en escenarios de duro aplauso. a mí me sitúan en el teatro dramático. podría ser peor si se tratara de guiones de mal genio y enfados... cuando deciden los días que me toca salir a escena me tiemblan las piernas del ánimo como actriz primeriza. todo un público examina. el patio a reventar. silencio pesado en lo oscuro más allá del acusador foco. cuidado. en cualquier momento me va a pasar.



las esponjas retienen ducha hasta tiempo después del baño. y de pronto te das cuenta que mojan sin siquiera hacerles daño.



fui en otro tiempo esponja en pecera. descansaba protegida por el vidrioso caparazón. y flotaba... era mi hábitat. y cuando venía la nada a herirme también lloraba. pero era entre agua. y no se notaba. y cuando me hería un algo lloraba pero menos. la pecera amortiguaba.



salí de mi casa. la guarida estalló. se secó el agua. y aunque lloré más de mil mares no me sequé yo.



ahora soy esponja en secano. y me escudo en otras casas. cuando latigan los algos aguanto estoica sin soltar agua. pero aún no controlo la nada. y dudo que alguna vez lo haga.



la persona sensible en los ojos del alma los llora cuando le brotan las cataratas. la esponja retiene líquidos por mujer. y llora por persona con ríos en el ánimo.



estoy a diario. para todo. y camino. y si me dan me levanto y sigo.



soy por dentro de océanos privados que sólo a veces salen. y no cuando yo quiero.


soy un corazón de esponja calada. y toma de la vida que va mojada. y coge peso y camina cargada. deja huella si descansa. y moja mucho cuando un dedo roza su llaga.


será cuestión de aprender sin la red pecera, de vivir sin temor a descargar por nada. porque si me toca ser esponja de por vida escojo beber días y llorar a ratos que no secarme del todo arañando a mi paso.

viernes, 22 de febrero de 2008

horizontalidad


mis neuronas deambulantes entre tinieblas gripales han escuchado en las noticias de mediodía un recién acuñado término. los padres horizontales. salen de casa con los hijos aún en cama y regresan cuando ya están dormidos.

una abuela ha corrido indignada a llamar a un programa de la tele donde se debatía el nuevo tipo de paternidad. con frases cargadas de décadas experimentadas ha talado las ideas de enfrente. abajo las altas hipotecas. abajo las actividades extraescolares. en sus tiempos vivieron para sus dos hijas, sin coche y ningún año de escapada vacacional. hoy con ellas ya licenciadas está adecuándose a su gusto la casa. en el otoño de mi vida, decía. y tan encantada.

mi sobrino simón duerme y come. altero el orden. come, come y duerme. afortunado por no tener padres horizontales crece henchido de atenciones. -tanto que esta tarde pareció reventar el pijama... cuánto crece este niño-

mi sobrino crece cuando duerme y come, y crece tanto que a su mes y medio parece faltarle capazo. y sus padres, también afortunados, disfrutan de ese apresurado estirar. el niño aprovecha y alarga sus centímetros delante de ella con baja maternal. pero también frente a él por conciliación laboral. la tarde, casi en su totalidad, es para el niño. y él parece que lo sabe y les ofrece agradecido todo lo que puede dar un casi recién nacido. tranquilidad, ahora sonrisas con ajo, y milímetros por segundo.

la llamada de la abuela quería despertar al personal. padres jóvenes, me atiendan, no presten su atención a ganar para fardar o descansar. padres de hijos, comprendan, que la vida pasa a ser la de los chicos hasta que crezcan y más. padres despistados, recapaciten, el tesoro más envidiable serán sus hijos.

algunos lo saben. también simón. y no hay semana en la nieve o islas lejanas, no hay último modelo con asientos de cuero o reforma por hastío tras dos años que hagan soñar tanto como los centímetros de sonrisas de los hijos.

un joven vuelve a casa al término de su jornada trabajada. no encuentra abajo el ascensor. se plantea subir corriendo las gradas por no retrasar el encuentro. no da comienzo su mes de vacaciones. ahora comienza su ansiada jornada con mujer e hijo.

jueves, 21 de febrero de 2008

respiro


en ello estoy. pero apenas logro hacerlo sin estornudo o ataque tusivo.

aprovecho que mi ángel de hoy ha salido a pasear a mi lazarillo de toses para cubrir mi compromiso adictivamente adquirido.

no quiero antigripal. me dijeron en un comentario hace unos días que no habría bola extra. pues la ha habido. hoy la partida está resultando eterna.

la gripe ataca toda resistencia. la del cuerpo y la moral. desde las cinco del casi alba eclipsada escuchando rebotar la maldita extra. por la tarde ha puntuado mucho de una vez. me ha abatido. unos brazos me han recogido. los retales deshilachados de este mal erguido cuerpo han encontrado refugio y sustento cuando lo respiraba todo perdido. game over en mis ojos acuosos. pero no. de dónde se sacarán los padres las reglas caseras para aligerar el partido...

entre rollos de papel y enlasañada en mantas coloco a mi ángel sus alas.

miércoles, 20 de febrero de 2008

vallar




entre mis imágenes ha aparecido una rescatada de la web y que dedico al único comentarista que animó a sus dígitos a pulsar el teclado en el post de sobras.


puede esconder una guardería, un estudio de diseño, una vivienda creativa. todo puede ser. vaya con el vallado... esconde, protege, defiende y hace publicidad de la mente inquieta de los que dentro habitan. es defensa perfecta para ladrones de ideas. hilera de colores que invita a ser imitada. llega el ladrón con la creatividad seca. descubre la fila y sacia su apetito. satisfecho se marcha. no salta las afiladas puntas en color.


lo que sé seguro es que por allí se escucha a menudo un silbato callando a la motocicleta. por esta calle pasa mucho el afilador. entre sus puestas a punto y las veces que pintan los colores a tom sawyer y toda su panda -en este caso es así- pronto habrá que hacerse con otra caja de pinturas alpino con las que revallar. y de nuevo habrá quien pregunte que qué pinta esa valla.

martes, 19 de febrero de 2008

sacudida


hay una bola con pinchos que ha decidido jugar conmigo. llevo dentro al virus de la gripe y soy su máquina pinball. en mi cabeza resuenan las descargas de la bola al chocar. no me gusta el juego. no le voy a dejar ganar...

mañana os cuento cómo acaba esta partida.

lunes, 18 de febrero de 2008

sobras


el perro esqueleto de una película de tim burton respondía al nombre de sobras. se trataba de los restos del can que en la otra vida fue. apodo más que acertado.

adivino que dibujaron al perro hecho huesos cada vez más depurado. le bocetaron con el resto de personajes animados agotando al sacapuntas por tanto trabajo. cada fotograma del filme resultado de cientos de dibujos para dar vida a lo pintado. primero lápiz, colores, luego ordenador con tableta y más colores. detrás del minutaje del filme hay archivos repletos de información, físicos e informáticos. en la fábrica donde se gestó el largometraje animado archivan miles de imágenes en papel y en cd. fueron muchos trazos rechazados para dar con el personaje definitivo y quizá todos se guardan. pero ¿qué pasa con las líneas no dibujadas? ¿qué es de lo que pudieron los lápices de color pintar y no les dejaron?

todo empieza, si estrenamos, con maderas de casi diecisiete centímetros rellenas de un espagueti de pintura. esbozamos, repasamos y damos color. se agota la mina. sacapuntas. bocetamos sobre lo anterior y variamos. decidimos cuál nos gusta y afinamos. se necesita afilada punta. afilador. días de papeles superponiendo los movimientos trazados. puede que semanas. y el lápiz encogió.

de pronto nos encontramos, por un lado, con extensa paleta de colores en caja silueteando un skyline de maderas apuntadas. nueve centímetros de rojo vino, trece de gris tormenta, doce de verde musgo, siete de amarillo chino...

del otro lado está el resultado. papeles de gramaje fino con monigotes llenos del vino, tormenta, musgo, chino...

sobre el papel esparcidos silueteando formas lo que fueron centímetros de pintura. pero, insisto ¿qué ocurre con los centímetros sin oportunidad artística? ¿dónde van los dibujos no expresados por el color con madera afilado?

sobre la mesa de trabajo, previo al computador, colores junto a papeles y virutas cadáver. en la esquina izquierda el asesino de imágenes, el afilaminas.

una caja repleta de colores en madera por estrenar prometen esparcir todo su arte por los papeles. la realidad es otra. comienza a hablar la pintura desgastando a nuestro antojo sobre el cuaderno en blanco. y le segamos. para afinar el arte, pero le segamos.

salpicando el escenario están las maderas reducidas junto a sus curvadas sobras. maderas laminadas con ribete de color desechados por las prisas de renovar punta.

en pantalla ladra sobras, resultado de tanta prueba. en el taller gráfico callan las sobras, prueba del crecimiento del animado. y en la papelera sueñan las sobras de las sobras, arañadas por la cuchilla segadora de lo que pudo ser su arte.

domingo, 17 de febrero de 2008

vida


puente del áncora, piñón corredizo, tornillo de tirete, anillo de la rueda de la corona... una de estas piezas eres tú. y no todos los días la misma.

la mettrie, filósofo mecanicista del XIX, casó al humano con la máquina en un mismo ser. siglos después fue le corbusier quien dijo ser la vivienda una maquinaria. una teoría no pisa a la otra. conviven incluso con la mía del engranaje de la vida que refleja la ilustración de un tal l. doorill.

hasta el humano de actos más rutinarios vive diferente cada día. serán sus 24 horas la suma de sus decisiones, sus sentires, las circunstancias de alrededor, los actos de los que le viven y de los que no.

un amigo corre cientos de kilómetros en coche para llegar a tiempo a las críticas horas de un compañero. un accidente casero. empieza la cadena. un sms hace que me calce el pantalón corto blanco y la camiseta atirantada. extiendo mis brazos marcando la distancia. todos a una. produzcamos energía. uno, dos. uno, dos. así todo el día.

desde mi casa dirijo a distancia una pequeña mudanza. mueven mis últimos bultos que guardaba una paciente amiga. son dos los que in situ me ayudan. un poco a la izquierda. cuidado arriba. y me avisan. está todo dentro. le damos salida.

he sido tornillo del rochete para el amigo del amigo enfermo al mismo tiempo que hacía de rueda de segunda de mis amigos entre cajas. y todo marcha. y todo encaja. y resulta que al final del día uno mejora y llegó la mudanza.

la vida, llena de días, llenos de horas, completos de minutos, con todos sus segundos es un suspiro. en qué queda el día, la hora, el minuto. qué es el segundo. para las piezas de la máquina cada segundo es un todo. en esa fracción mínima de vida se atasca la rueda. la pelota no encestó en tiempo de partido, el vigilante alumbró al ladrón nocturno. durante esa reducción del día vuelven a marchar las piezas. la joven recibió la flechada mirada de su posible marido, la primeriza embarazada pasó a abrazar a su hijo.

vivimos en engranaje. engranaje con todos y todo. nos movemos en cuerpo, espíritu, alma, mente, siguiendo los ritmos de distintos flancos. funcionamos para un reloj, avanzamos para una motora, no cejamos para que siga cantando la caja sonora. y seguimos porque hay quien va al lado. marcamos el paso porque vamos acompasados. y necesitan de nosotros tanto como nuestros días de ellos.

la suma de tornillos, arandelas, muelles y dentadas ruedas sudando aceite al mismo tiempo conforman el paso de un febrero al próximo enero. día a día. incluso hora a hora. aún estando quietos ahora en algo estamos enganchados. cuidamos de alguien, piden por nosotros, ayudamos a unos, nos ayudan otros. y un mecanismo al tiempo de otro. o detrás. o después. pero no solos.

la vida es compleja. no complicada. compleja en piezas encajadas a la espera de otras por encajar. compleja y completa en funciones, motores y acciones. compleja en unión de labores, cadena de amores, impulsos motores. y parece que se atranca pero no para. y mientras sigan moviéndose piezas señal de que sigue funcionando la vida máquina.

sábado, 16 de febrero de 2008

zetas




un día de diferencia entre el visionado del anuncio en mi monitor y la elección de las piezas.


ayer por la tarde salí de casa hacia un lugar que hace años situaba lejano. diez minutos de zanco largo para mi destino al otro lado de un puente que en su día me separaba de esos mundos.


paralela a una gran avenida. una calle de menos rango con una travesía. y al fondo del saco un timbre me espera. yo la única clienta.


por dónde empezar... cuando charlie descubre la fábrica no sabe por dónde hincar su infantil diente. éste era el lugar: pátinas de polvo enmascarando viejo mobiliario, zigurats de enseres de mezcladas décadas conformando un recorrido no pensado, y unas placas, un reclinatorio, lámparas en combada hilera del techo y mi debilidad multiplicada en cientos de letras.


sí, ayer clasifiqué, estudié, acaricié y disfruté de minúsculas y mayores, de puntos y comas, de paréntesis encerrando números y hasta de guirnaldas de flores.


yo que perseguía sin dar paso un inalcanzable grupo de letras por internet tenía delante-y sólo para mí- bandejas de cajón de chivalette repletas de bocaditos dulces. era una celebración vestidos de cóctel. todos de pie que ya pasan a ofrecernos. coges una croqueta de i-griega. qué rica. una servilleta. por allí viene el jamón con sus cincos y sus jotas. atracón. dados de tortilla de eñes con cebolla, muy española. y tacos en minúscula de solomillo tierno atravesados por una larga ele que trincha. necesitas un poco de agua.


así estuve una hora. sesenta minutos de festín de números y letras. de metal, caucho, combinadas y de madera. mis favoritas.


cincuenta y un piezas reuní ayer tarde. entre ellas dos zetas, una para mi nombre. también completé el de mi perra. y volví a casa con mi descubrimiento en una bolsa de plástico para no perder mi recién revuelta sopa de letras. feliz por las palabras escritas. contenta por su -éste sí- alcanzable precio. y satisfecha por poder abandonar tranquila la carrera web por aquel caro alfabeto.


como el día después de la fiesta recuerdo aquellas viandas de madera y me relamo. volveré cuando tenga de escribir hambre. en su alboroto de idioma desordenado esperan mi vuelta. total... tan sólo están al otro lado del puente.

viernes, 15 de febrero de 2008

socorrista


pompa es digna hija de su madre. madre que soy yo. llamadme loca.

pompa no ha heredado mis ojos, ni tengo yo sus orejas, pero ya me imita en algo.

hemos salido a hacer unos recados. cuando hay viento pompa persigue hojas secas del otoño y bolsas blancas avioneta. las ve moverse y corre para acabar con su peligrosa presencia. estoy ejercitando para que desaprenda a salvarme de tales amenazas. hoy el aire vivía en calma. ninguna presa feroz para su diana. hoy ha lucido una mañana de sol sin movimiento.

por el camino que por segunda vez paseábamos adivino ha pasado un niño. un carro con niño. un adulto empujando el bebé en su silla. el pequeño no echa de menos nada. su memoria no retiene propiedades. su mayor buscará en la bolsa y entre las mantas. y nada. el payaso no estará.

alcanzábamos la orilla meta del paso de cebra cuando mi perra nos ha frenado el paso. un tesoro en la calzada. colores en suave tejido como premio. ritual de oler, mover, oler de nuevo y abrir la boca para sellar la caza. pompa ha encontrado su juguete inesperado. le ha sorprendido un bombón en el bolsillo a ella que siempre tiene hambre.

un muñeco boca abajo esperaba en vano a su dueño y su mano. quieta pompa, espera. he imaginado al niño ignorante de su pérdida, al mayor sabedor tardío anulando su rescate y al payaso al abandono de la noche sin siquiera perra que le juegue las gracias. ahora pompa.

como su madre. ha vuelto a casa con un tesoro heredado. pompa hoy ha dejado la caza por el socorro y ahora guarda las risas hasta hace nada de un bebé junto con su hueso, pato, pelota, pingüino y rulo. qué mejor destino para un payaso extraviado por su público que el salvamento de la mandíbula de mi perra aún niña con sed de circo.

jueves, 14 de febrero de 2008

love


pinchad en esta dirección http://www.youtube.com/watch?v=1N_0DGjAU-o .

ella lo explica a su manera. la traducción es también a la manera de quien lo hizo...

pero es mi regalo de hoy. a modo de musical de antaño. y a todos los que quiero.

mi corazón os canta y con ella ahora baila.

frágil

soy afortunada. he vuelto de mi viaje con la confirmación del tesoro que tengo por amigos. he vuelto cargada de más bolsas y descargada de llantos. cuántas emociones.


para que tus sueños de siempre te protejan... escrito en azul sobre el papel de regalo. versiones de olivia la de popeye con corona o varita mágica, y en compañía de un príncipe aún rana, para vestir los gajos del paraguas. tus imágenes te guardarán, que donde vives llueve. nos abrazamos bajo el presente en claro verde.


la víspera otra corona. mi gente sabe de qué hablo cuando callo y sueño. mi gente cuida de mí y de mis pensamientos.


cuidado que es delicado. lo abro muy despacio. sí que es delicado. delicado el regalo, más aún el que lo escogió. me han obsequiado la oportunidad de reflejar a diario mi imagen de cuento. podrás ser princesa, reina o infanta. según sea tu despertar. me logro ver a duras penas entre el agua de sal de mis ojos. gracias por distinguirme para todos los días.


los míos subrayan mis ilusiones y me las regalan bien marcadas. escogen la parte de mis cuentos que quieren que no olvide, la envuelven y me la ofrecen.


este regalo es aún más frágil, me dice. una caja entelada por todos sus lados encierra una maraña de bolsas y papeles precintada. llego al regalo y paf -como una bombilla cuando se funde- estallo. intento dar con quien me observa entre mis inundados ojos y mi risa plena. lloro entre bocados de carcajada. el contenido envuelto me lo guardo, lo reservo para mi futura casa. es tan frágil como su elección. tan grande como la intención. tan delicado como nuestro corazón encontrado. han desenroscado una imagen del pasado para mí. días y noches alumbradas en amor. un testigo de años de vida en color. un ojo grabándonos todo sin filme. y ahora duerme mullido en la caja. para que no lo olvide. aún anudo mi garganta al pensarlo. el mejor regalo.


domingo, 10 de febrero de 2008

tiempos


marcho de viaje. de domingo a martes o miércoles. aún no sé bien la fecha de mi vuelta.

esta vez viajo sin pompa. tengo que ir sola. son muchas cosas en poco tiempo. demasiado mareo para la perra.

dejé una ciudad pero no me desempadroné. vuelvo a ello y a más papeleos. eso lo del lunes.

dejé muchos amigos pero no me desenganché. vuelvo a ellos y por sus besos. eso lo del martes.

me miro en el espejo de mi habitación. grande y curvado. siempre quise un veneciano. me veo al otro lado pero no soy alicia. me veo conejo. similar quizá al genuino de john tenniel pero con la actitud estresante del que de primeras todos imaginamos.

aún tengo la maleta, mini, por empezar. puede que sí que guarde esa chaqueta a cuadros. el chaleco y el paraguas no.

pompa me mira y le veo conejo. le han crecido un par de dientes y algo más las orejas. mi pequeña es hoy también el conejo. siento que lo somos las dos. yo corro desde ya en contra de las agujas del tiempo. corro para escoger y doblar la ropa. no puedo olvidar los papeles a presentar. corro a organizar la agenda mental de mis encuentros. uno detrás de otro o puede que varios amigos al tiempo. no lo sé. corro por el pasillo con mi pompa. juego con ella porque mañana no. corro porque pasado tampoco. y la perra conejo derrapa y corre conmigo. creo que guarda un reloj de bolsillo.

cuatro horas y más de asiento de autobús. y en destino alicia. y la reina, los soldados baraja, el gato rayado, los gemelos y el huevo en lo alto. poneos en fila por favor... dónde estará mi reloj. todos al tiempo: nunca lo llevas! tenéis razón. qué he hecho con el móvil... necesito saber los tiempos... qué hora será?

el martes, quizá miércoles, estoy de vuelta pero para ella será mucho. pompa contará a su modo los segundos. y cuando llamen al timbre torcerá su cabeza y saltará como el conejo todo lo largo del pasillo. y lejos de ella, con mi no reloj a cuestas, correré lo mío para hacer de mi viaje un encaje de bolillos.

para aquellos que en este viaje no vea les dejo dos imágenes de lo que puedo -pompa también- llegar a ser. y los que a mi regreso hayan compartido conmigo el marcar del minutero coloreen los dibujos a fin de acercarme a los que no pudieron.

voy con el tic tac salpicando mis talones. un viaje rápido con apresuradas citas. haré lo propio y dilataré el momento. que si el reloj de la vida amenaza en silencio, la ilusión por revivir a los míos estirará mis tiempos. y a esa reina mala que es la prisa... que le coooooooorten la cabeza.

sábado, 9 de febrero de 2008

rescates




autobús urbano al final del día. directas a casa cargadas de bolsas. madre e hija al final del bus y apenas gente. se acerca nuestra parada. voy a levantarme y reviso bien si nos dejamos paquetes de las compras. en el suelo algo verde.



llevaba ahí todo el trayecto. vi su bulto de reojo al tomar asiento. no atendí lo que era hasta casi perderlo. un recorte de cartulina dentada y pintura blanca.


desdoblo la pieza y me advierte. my name is cocodrile. i live in de jungle. -de, tal cual- i eat meat. guillermo.



había encontrado un tesoro que casi nos muerde.



paseo a mediodía con mi perra. paseo largo por invierno de primavera. el verde al sol nos llama y corremos ambas por la pradera. yo en manga corta en febrero! y soy friolera. controlo lo que pompa olisquea. a lo lejos resalta un color rojo. lo alcanzo. me agacho. lo cojo.



no portaba cartel avisando su nombre, domicilio o plato preferido. estaba algo embarrado y olvidado. el druida panorámix frente a un preparado de su poción mágica. en la zurda un manojo de hierbas y en la marmita un juego de laberinto. una diminuta bola plata intentando acertar el rumbo.



encontré entre hierbas al anciano que acompañó de seguro los juegos de algún enano. y se vino conmigo y con el reptil de guillermo. guardo ambas piezas como tesoros rescatados. cuido bien y aprecio aquello que dos niños añoran. o quizá ya no recuerdan y olvidaron que lo tuvieron y su forma. llevándolos conmigo cuido también el valor de su memoria.



objetos en mi camino que reclamaron mi vista. regalos de unos pequeños que despistaron su tesoro. un cocodrilo y una pócima con druida para contagiarme de los dos. valor del animal cartulina y fuerza superhumana por el anciano removida.
esa bolita de plata a ver si conmigo atina.



viernes, 8 de febrero de 2008

guisante




tenemos un guisante en casa. a decir verdad, es un príncipe del guisante.


la madre del padre del príncipe... -la reina madre- dice que tenemos un gnomo.


guisante, príncipe o gnomo. y un mes procurándole cuidados.


la ciudad donde vive el que celebra aniversario presume de vestir heredado de ingleses, visitantes de hace un siglo, adinerados. ejecutivos de trajes bien cortados visten la calle desde bien temprano. más tarde, buscando algún rayo de sol salen de paseo coches de bebé silver cross portando encañonados y volantes. y ya de tarde se llena el parque de pares de diminutas medias con borlas que corren y abrigos de cuello de terciopelo para cubrir el liberty de sus camisas que se arrastran y barren.


la reina madre teje desde siempre. tricota fino y elegante encargos por reconocido el trabajo de sus manos.


el bebé aún venía de camino. el padre decidió vestirle de naranja y verde. quizá un desmarque.


la magistral tejedora, temerosa de la idea, urdió una trama de verde lana y diseño de esta urbe.


nuestro príncipe ha vestido en azul, blanco y beige hasta casi cumplido el mes. a falta de tres días se convirtió en una ranita verde. para su abuela en gnomo. para todos, y con gran sorpresa, en el precioso príncipe del guisante.

el abuelo con acierto sentencia... bendito mendel.

bendito infante.

jueves, 7 de febrero de 2008

sam


lucy. tenía que haber llamado al post lucy.

en vuestros oídos imaginad a los de liverpool entonando su canción. es así como se lee esta historia.

ocho años de niña tras un par de ojos sabios que brillan. esa es lucy.

niña entre árboles de mandarina. sabia entre cielos de mermelada.

ocho años de pequeña sabia, recién adulta. ocho años de escuela intensa junto a un padre con alto coeficiente de amor. ocho rubios años reídos al lado del mayor. y lucy ya lo sabe.

su padre quiere y parece mayor. su padre sabe peinar, mimar, proteger. su padre sam sabe cantar, jugar en los columpios. su padre sam, con sus amigos, le dan lo que necesita y más. pero lucy ya lo sabe. su padre no sabe sumar.

ahora lucy mira más. porque ya sabe. lucy se sienta al lado mirando con su mente sentada enfrente. camina despacio acortando su paso de niña de ocho. ríe de ocho, miente de más. juega de ocho, quiere de mucho más.

sam quiere a lucy y le ofrece todo un mundo de flores en verde y amarillo celofán. universo de caballos balancín y golosinas nube le regala sam.

la pequeña adulta ya no mira como ayer. sus ojos caleidoscopio atienden los días de sam.

un padre para su hija... uno, dos y así hasta ocho. ya está sam.

una hija para ese padre... lucy para papá.

la razón golpeó la infancia de plastilina con lazos de espejo. leyendo con él comprendió. leyendo para él tramó el engaño y amó. la niña lucy creció.

dulce hija. dulce sam. adorable historia. inevitable lagrimar.

aconsejo el disfrute de esta fascinante manera de amar... lucy in the sky with diamonds...

miércoles, 6 de febrero de 2008

compás




he asistido como espectadora a dos horas de clase de bailes de salón.


este fin de semana me contaron una historia detallando una locura. una chica de algo más de veinte se enamoró de un hombre que le doblaba la edad. a los tres días vivían juntos. y a los dos meses, y en contra de los padres de ella, se dieron el sí quiero.


hoy he acudido como invitada a ver bailar a una docena de parejas. estoy pensando en ser una mitad. al frente del grupo de principiantes de negro y tacones un recién inaugurado matrimonio eran los profesores.


la joven que rompió con sus padres por apostar por su repentino amor ha recuperado hoy los lazos con su madre. hoy se han encontrado en razones y abrazos.


cuando mi amiga me ha presentado a la profesora de baile sus ojos le han delatado. el brillo emocionado de la mirada de una hija que retorna al amor de sus progenitores confesaba, sin pudor por desconocerme, que todo volvía a su cauce. recuperaban el compás.


han sido dos horas escasas de variados ritmos con innumerables pisotones. y mi atención secuestrada por el profesor y la que un día fue su alumna enamorada. pareja en amor que baila su historia y giran la vida y conmueven al aire.


la novelada tragedia de amor furtivo se ha transformado en cuanto les he conocido. eran más que dos profesores marcando los pasos entre alzadas voces. eran una pareja. y de algo más que de baile. eran pareja de amor a lo astaire y ginger rogers. verles danzar ha sido disfrutar de la victoria del amor al son de lo que quiera que suene.


las espejadas paredes de esa sala de baile encierran mucho más que aprendices e instructores. agarrados cada uno a su mitad aprenden los secretos de cada giro mientras va calándoles dentro una ilusión hecha pareja de amor en baile.

martes, 5 de febrero de 2008

bicolor


pedí unos zapatos a los reyes. zapatos que compré dos meses antes. -ya dije en otro post que este año mi lista ha saltado mis normas y no me he reservado a sorpresas- me gustaron y los pedí en mi carta a melchor. quería esos zapatos con otra petición, los quería en dos colores, quería que tiñeran una parte de su marrón.

la reina maga de mi madre recogió del zapatero el par y no supo callar su preocupación. habíamos especificado con detalle el cambio del zapato pero lo hicieron mal. tintaron de negro más de lo acordado. y lejos de lo que un día pudo haber sido mi reacción decidí esperar.

y vuelta a los planes cambiados. y de nuevo por los aires lo bien atado.

yo quería otro color para mis zapatos. y qué más da...

la zapatera confundió el recado y decidió por mí lo que llevaría yo calzado. y qué problema hay...

cómo no voy a aceptar un par de zapatos por mí escogidos pero algo cambiados para caminar por una ciudad que yo no elegí, con un no acompañar que nunca pedí, en un día a día que yo no encargué.

los pies de la foto lucen el negativo de mis zapatos. en mi par el negro es marrón y el marrón es carbón. cuando ato los cordones de los míos pienso que mi dosis de sorpresa del día de reyes venía por parte del error de la zapatera cubierta. ella pintó de más quizá para regalarme algo no esperado. si ella supiera la cantidad de inesperados que acumulo en este pasado año...

piso en bicolor y contenta con el cambio. camino con los zapatos errados haciéndome a todos mis cambios. en ocasiones, más de las esperadas, tintan más de lo que pedimos. nos resta calzar lo recibido como podamos y andar ligero y animado.

piso firme luciendo mis pasos bicolor. el destino, las calles, el calzado o los acompañantes puede que no dependan de mi decisión. pero los pasos, mis pasos que avanzan, los marco yo.

chibiritas


y cómo se llaman... en mi boca siempre han sido chibiritas o chiribitas. puede que al principio las escribiera en mente sin letras, luego con tx y ahora las veo crecer con ch. pero son las mismas chibir- o chirib-itas.


qué bonitos son los días cuando le da por brillar al sol aunque no toque. cómo alegra el alma la luz y el calor secando las aceras invernales de manera inesperada. después de comer he vivido uno de esos momentos. he sacado a mi perra a su cuarto de baño en el prado y he alargado el paseo. este sol de febrero nos lo ha indicado.


de pequeñas hacíamos pulseras de estas flores diminutas. no llegaban a ser collares, se rompía la cadena antes. y escogíamos de todas las chibiritas -no me aparecen con v- las que lucían los pétalos nacientes en rosa.


he mirado a pompa a cuatro patas bajo el sol. luego la he visto feliz correr sobre el verde. y me he sonreído contagiada por la felicidad chispeante que transmiten las inocentes florecitas.


las de hoy eran por completo blancas. y me gustan así más. blancas como mi pequeña. menudas también como ella. y regadas por el césped, sin entender que recién despedimos enero, hacen más linda a mi enana que no se ha percatado que adornaban su pasto.


flores que pisas sin querer y apenas duele porque parece que siempre están. porque mientras duran son toda una alfombra blanca y se multiplican y nunca acaban. flores que hablan de buen tiempo, de vacaciones cercanas y de tranquilidad. flores que son recuerdo y vuelven solas, nadie las rescata. porque son icono de nuestros años, son imagen de estar tumbados con mil rayos traspasándonos la ropa.


pompa no entiende que es pronto para ellas. no está para verlas. pasea por su primer invierno entre valientes flores que andan locas. y yo respiro hondo queriendo primavera, verano, buen tiempo, descalzos, manga corta.


otro post de flores. dos seguidos. no es mi orden. pero se han colado en mi mediodía y aquí están. escribo de ellas por locas y caprichosas. por blancas, aún pocas, y preciosas.

lunes, 4 de febrero de 2008

mía


hace años rechazaba el terciopelo. su tacto despertaba mi dentera. evitaba tocarlo incluso con la imaginación.
no recuerdo cómo empezó el idilio. poco a poco he aceptado el tejido hasta calarme dentro. y ahora habita en mi armario, adorna mis creaciones, descansa sobre mi cama... las yemas de mis dedos han debido de ser educadas a su peculiar textura y hasta conocen los diferentes tipos de terciopelo. sigue habiendo alguno que me retira. pero la mayoría es bienvenido a mi compañía.
aún no tenía conmigo a pompa. salía del médico una mañana soleada. iba a caminar largo, así que me propuse no terminar cargada. fuera planes. a la vuelta de la esquina un puesto de flores. y en una esquina de esa esquina... -las quiero, ¿qué nombre tienen? amaranto, cresta de gallo o moco de pavo. me las llevo- después de esta compra ya sé cuál es mi flor. me lo dijeron inexacto, no es el amaranto, es de su familia. la cresta de gallo es la mía. dos ramos grandes de flor de un rojo granate vestían mi espalda en mi paseo. mi recorrido quedó marcado por miles de diminutas semillas negras que iban soltando. llegué a casa con mi descubrimiento en flor feliz por saber que era ésta. de todas las flores conocidas es esta extraña mi preferida. sentada frente al ramo dentro de su jarra recorrí todas sus curvas aterciopeladas.
quién me iba a decir a mí que terminaría enamorada de una flor hecha de terciopelo y que adorna camposantos. el tacto de sus pelitos breves le dan fuerza y carácter. la silueta curva que compacta abraza delicadeza en elegancia. tallo largo, cuerpo peludo y cabeza agrupada en suave enredo.
guardo en un rincón de mi mesa flores secas de historias vividas ayer. entre ellas crece alto el ramo de la descubierta. su historia es la de haberme atrapado. ella me llamó desde el cubo donde calentaba su rojo-fucsia-grana pelo. la historia más simple de todas las que agrupo en la caja abierta es la suya. un amor tan simple como el del flechazo. un amor tan importante como para pasar a ser -nunca la tuve- mi flor preferida. de terciopelo y enredada. la celosía argentea var cristata es la mía. y qué más da... es moco de pavo pero es la mía.


tipos

me gustan los objetos fuera de contexto. me gustan las piezas pequeñas. me gustan las palabras sueltas. y me gustan las letras.
tengo fichado en una página de internet un conjunto de tipos de madera a la venta. retiradas de una imprenta 200 mayúsculas, minúsculas y números dados la vuelta. son caros y sé que no llegará el día en que me los pueda permitir.
otros sueñan con la tabla de snow más ligera o el plasma llenando mitad de la pared a todo color.
yo cuando juego a aspirar algún material imposible escojo las 200 piezas.
me gusta lo pequeño. me gusta la madera. me gustan las letras. me gusta que puedan formar palabras. o no.
comparto mi pared soñada porque no creo lleguemos a cenar con ella de telón de fondo:
quizá son 60. quizá llegan a 100. colocadas en un baile ordenado rellenan no toda la pared. grande junto a menuda. dígito con la vocal. y todo dado la vuelta. sin sentido leído. con rigor esteta. que una h bien colocada tiene mucho por decir.
separada de la nube danzante de imprenta, puede que escrita en otra pared, ordenada una palabra. también del revés, pero letra a letra. o tal vez una frase. una hilera de palabras con letras en espejo para firmar un pensamiento.
en mi cabeza están las maderas inquietas porque empiece mi dictado. imagino la pared folio y veo la mancha en relieve impresa. todo queda en mi mente. 200 pequeños deseos escribiendo en mi cerebro una y otra vez.
las letras de la página web llevan siglos sin venderse. cuando las busco para ver si me esperan suspiro tranquila porque el sueño puede continuar sus frases. llegará el día en que no estén al alcance de mi pluma para reescribir mi pared en blanco porque hayan sido compradas por otro escribano con menos huecos en los bolsillos. afortunado el tipo.
tengo una pared a la espera. y la inspiración justa para dar forma a las 200 piezas de madera. y no hay manera.

domingo, 3 de febrero de 2008

caracol


me dice ella que soy muy caracol. hablamos de mí y me ha retratado.
cumplida la mayoría de edad me fuí lejos de casa. ocupé durante años una habitación que rotaba. cada septiembre y julio tocaba mudanza. y dentro del mismo edificio cambiaba de pasillo o de planta.

hastiada de la crudeza de despertar con los dispares humores de 200 estudiantes alquilé un pisito y tocó mudanza. el piso 23 de la planta 13 fue haciéndose más mío esquivando los muebles con que venía vestido.

casada en amor, que no en papeles, apareció llena de luz la que fue nuestra casa. y de nuevo mudanza. día a día aquel apartamento del 18 acumuló nuestros repletos años.

y ahora me encuentro exiliada y a mis espaldas hay otra mudanza.

el caracol cruje cuando le pisan y sigue su lento arrastre. el bicho vive y su caparazón se reconstruye.

me dice ella que no soy por eso caracol. que también, pero no.

los caracoles se cogen tras días de lluvia porque buscan ansiosos el brillar del sol.

me dice que tampoco por eso soy caracol. que también, pero que no.

el caracol lleva consigo su casa. el caracol es otro bicho si no tiene su guarida a la espalda. el caracol vive dentro de la casa que conforma y avanza añadiéndo poco a poco capas.

estoy acogida con mi perra en una casa hecha por otros. he trabajado en la trasformación del espacio que encierran las paredes de mi habitación para que sea más propio el caparazón. pero ella lo sabe y me lo dice. me dice ella que me haré mi propia casa. me dice que sumaré capas de mis tesoros y pertenencias y viviré en su cobijo. yo sé que seré yo sola la que cargue con su peso. seré yo quien arrastre mi casa cuando mi viaje sea más lento. pero cuando quiera dormir y guardarme de tormentas encojeré mi cuerpo que encajará perfecto dentro. mejor que en cualquier otro lado. vaya donde vaya mi camino seré yo quien lleve mi propia casa. mi alma y mis enseres con vida son uno y no los separo. porque no puedo. porque los guardo y los llevo. porque sin yo saberlo debo ser lo que ella me dice. un bicho con casa. caracol.

sábado, 2 de febrero de 2008

costura


didier grumbach es el presidente de la cámara sindical de la costura francesa y quien ha regalado lo mejor al que tanto me regala. ha hecho realidad el sueño de mi gran dios de los hilos dejándole entrar en la, ahora más que nunca, alta costura. temeroso por la pérdida de artesanos en el sector de la moda el francés ha concedido a font la oportunidad de lucirse como siempre lo hace y donde nunca lo había hecho.
las letras escritas por una amiga a mi móvil empezaban mi día leyéndome la prensa de este sábado. el gran mago de la sensibilidad y la exquisitez femenina ha logrado bordar su sueño hace poco más de una semana. y ahí estaba. como merecen los grandes. en portada.
el hombre tímido subido a sus deportivas cose sueños para que los luzcan las princesas. en su mundo de telas de antaño se casan terciopelos fucsias con encajes carmín. y nadie los descasa. porque él es el mágico celestino de las formas y los pantones. confecciona muñequitas erguidas con andares pausados dejando estela de brillantina bajo sus pasos. diseña princesas de exterior frío con aposentos repletos de abalorios, lazadas y bordados. cabezas tocadas por mundos resumidos sin recato que coronan a las seguidoras de esta religión de alfileres. y piernas coloreadas y tupidas que caminan por los cuentos que escribe.
cada seis meses un nuevo cuento de este mágico contador. y mis ojos deboran sus páginas deseando no llegue nunca el final. filigranas sobre el cuerpo se mecen por el mundo que imagina y patrona. transparencias bordadas susurran desde los pechos de las protagonistas que relata y dibuja. y con lupa percibe lo pequeño y lo suma. y con aguja prende lo etéreo y lo escala. y sueña y sigue. y sigue el cuento. y sigo en su mundo y no me despierto.
sólo si entiendes de sueños, ilusión y magia te haces con las páginas que teje. aprecias sus combinaciones ya no imposibles y sus elegantes obsesiones. el talle sube y luego baja. la gama se frena y después se lanza. y todo en el mismo cuento sin perder ni sentido, ni ritmo, ni encanto, ni magia.
me visto con un traje del dios font y paseo a un artesano como lo quiso grumbach. mis dedos, ya de muñeca en un bosque con palacio, repasan lentamente el cuento entelado con mis ojos cerrados. y mi mano sigue su recorrido por la tela y juega a leer sus magistrales líneas -porque el catalán las borda- y se detiene festiva. ya ha llegado a la costura, a la alta costura.

viernes, 1 de febrero de 2008

siete

mi padre tiene siete años y le gusta jugar. las niñas de siete quieren tener tacones para también jugar. es carnaval y veo mucha pequeña arrastrando tacón. es su gran oportunidad. de princesa o faralaes visten sus pies para que se les oiga andar. mi padre no espera a febrero para vestir su disfraz. lo lleva puesto a diario buscando le oigamos andar.



cuando yo no alcanzaba las alturas mis gustos eran los que me educaban por costumbre a degustar. mi infancia no tuvo uñas pintadas ni braguitas de colores. a nuestros mayores no les gustaba tampoco desmarcarnos de la elegancia con tacones ni la boquita colorada. y fui ganando años con mi gusto heredado y rechazaba todo esto de mi armario.



a una de mis primas le llevo ocho años. durante un tiempo largo fue la pequeña de la familia y el juguete de mi abuelo. salía a diario con ella a pasearla y mostrar sus encantos, para el resto, disfrazados. cinta en la frente, chapitas pintadas, un bolsito bandolera y lo mejor... un botón cuerno de parka con la punta de rojo coloreada a modo de barra de labios. creo que nadie supo entender bien la intención del abuelo. veíamos una niña disfrazada donde había una niña viviendo feliz su infancia. feliz la infancia de la pequeña y por contagio la del mayor recuperada. preparar todas las mañanas a su nieta como una señorita pepis de cuento rejuvenecía su corazón y le daba alas.



las calles de viernes de esta tarde iban regadas de capas, varitas, espadas y taconeos. los niños han tenido fiesta de disfraces en sus clases y por un día les han dejado escapar de casa vestidos con sus personajes. sólo hoy será payaso. hoy sí puede ser sirena. mañana el disfraz de presidiario dormirá junto al vestido de reina.



yo que ahora me pinto de rojo las uñas de pies y manos cuando recalco mi corazón festivo, quiero niños con algo más que pijamas de colores con dibujos. quiero niños vestidos de infancia. niños con calzoncillos del superhéroe que imitan y petachos cubriendo sus rodillas de jugar desgastadas. niñas con zapatos de lunares y las
uñitas tintadas.



de niña no entendía el mundo de niños en toda su gama. me faltaron algunos colores
y dibujos que decían que destacaban. hoy entiendo afortunadamente esa magia
y su importancia.



los días del niño son largos y llenos de estímulos de fantasía. ven pendientes en dos engarzadas cerezas y un coche de lujo en el bidet. quiénes somos los adultos para evitar que conduzcan su bólido con un bigote de edding negro bien marcado o conjunten sus labios rojos con el color que adorna sus orejas.



mi padre que tiene siete años viste pantalón corto como cuando entraba al cine restando a su niñez años y trampeaba. mi padre que tiene siete nos tiene a todos bien salpicados. que la energía de un niño de su edad queriendo jugar todo el día se contagia por contacto. y aunque le digan los mayores estate quieto, para un rato, agradecemos insista y no olvide que por dentro tiene siete maravillosos años.