lunes, 29 de junio de 2009

chocolatada

como la de chencho. así era la de todos. o así lo entendían mis cortos años. numerosas. todas las familias.

este fin de semana hemos vuelto a probar verano. el año transcurrió galopando y de nuevo pisaba aquel jardín con los dedos descubiertos.
a ver los patos. vamos. las dos tras la valla. con los grados calando la noche. con los vórtices rutina olvidados por una hora de coche.

cuando éramos tan primos como hermanos, cuando los tíos actuaban cual padres en el reparto... las vacaciones _que eran veraneos_ se regaban de cumpleaños de tardes de gala y juegos multiplicados. las bicis, los rincones entre zarzas. los bandos enemigos arbustados, los regalices colgados. las bolsas escudo del chocolate líquido y niños y padres. muchos. muchos niños. muchos padres.

la fortuna de mis raspados veranos va en frasco pequeño. en diminuto tarro conservo la suerte de revivir escenarios.
entonces vacío, hondo, con escalera de tierra e isla. ahora lleno, inundado de patos, agua y familias de tortugas. antes trinchera de nuestras bromas. hoy llama prendida para mi pompa.
a ver los patos. vamos. las dos rodeando la verde verja. con lo lento meciendo las cenas. con las hélices que obligan aparcadas en sus celdas.

desde el desayuno al buenas noches vivíamos semanas. casábamos mar con césped, vaquero y traje de baño. canicas con ciclistas en peralte y los polis y cacos. el paso subterráneo a la carrera y los patinetes en la acera.
respirar la estampa es todo un viaje. tres días multiplicados. crecidos. desbordando la mesa cual masa rodillada por la puerta del balcón abierta, por los pájaros despidiendo la tarde, por las campanas dialogando de esquina a vecina.

ayer cumplió dos la que me roba lo más tierno. la que enamora a quien mira. la que pisa como marilyn con el vapor del tren. ayer era su cumple y bajamos al pasado a festejarlo.
a ver los patos. vamos. las dos. visitando el rebosado foso que tanto le tienta.
ella con el pato marrón. junto a ella. verjado. cantando _quizá_ su feliz cumpleaños. ella con su emoción no contenida. desempaquetando cada ave en nado. desenvolviendo los amarillos plumados como regalo. en ese escenario. ella en su fiesta dio con su charco embarrado y aceptó la propuesta. para cuando me dí cuenta ya estaba bailando su blanco cuerpo cual churro entazado. tumbada en lo chocolate del suelo celebró radiante su día. y con ella yo. junto a su baño, en mi inmersión del pasado. así son nuestras fiestas, pequeña pompa, feliz segundo cumpleaños!

martes, 23 de junio de 2009

patito

éste compró un huevito_éste lo puso a asar_éste le echó un poco de sal_esté lo probó un poquito... y luego el quinto...

mi tarde ha estado cargada de regalos. obsequios en jugueteo de vocablos. letras construyendo palabras con más lecturas que la única. y a cada obsequiante le correspondo con el corazón scrable de bitter_lemons.

apostar por desenmascarar un acto amoroso para seguir el juego. sin ánimo de destripar o estropear. por tirar de la pita de la caña donde prendieron el cebo. por seguir la pista. por probar. eso he hecho. la inicial y el apellido son lo que digo _he servido sobre la mesa que nos separaba_ y lo mismo me gusta que seas tú quien se esconda detrás o que esa autoría no te corresponda. lo mismo me da. me gustan las dos posibilidades. al fin y al cabo aquí estamos jugando. era la sobremesa de pasta, natillas, un padre y su hija.

acordó que me daría un toque algún día. se ha presentado un breve rato a media tarde. acompañando al inesperado un dedo disparado de su mano para alcanzar la promesa. el toque. y mi sonrisa ha surgido. por el juego hecho visita. por lo no esperado. por lo sencillo. por querer ser regalo. tan sencillo como efectivo. moverse. acercarse. llegar. y con el índice del toque dibujar mi comisura hacia arriba.

el adsl de su estudio ha impedido que diera respuesta al abrazo posteado. esta mañana un sms me lanzabalos brazos agradeciendo los míos. pero ha sido hace un rato cuando con el repetido gracias me ha descubierto el presente. minúsculas y sus hermanas mayores en una misma palabra para activar el juego. y para encenderlo ha dispuesto la carga inacabable de su cariño. como cada noche. como cada instante. como sólo su sensible amor sabe.

breves minutos para asomar a mi pompa, ofrecerme un beso y dejarme una bolsa. en su interior el de las seis semillas. debilidad que me compró esta mañana. y como guinda un tupper con lo precioso de un cuenco introducido con sumo cuidado. para que las natillas no se escapen. lo dulce _que no he tardado en dar acabo_ ha seguido dándome amor. todo un regalo.

sabiendo que faltaría por hoy a nuestro almuerzo diario ha querido cuidarnos jugando. sobre el cariño del postre amarillo el merengue blanco flotando. porque sabe que es un trocito de infancia me ha preparado el postre al que ayer dije que renuncié por pacto. y coronándolo el patito.

con los cinco de la mano estoy. me los han regalado y están conmigo. a mi lado. me miran. me dicen que hay quien cuida. que hay quien quiere. y que hay quien lo hace con creces.
están junto a mi. a mi vera me velan. incluso jugando susurran _paseando sobre la estela de ayer_ te expriMIMOS.

patito que se lo comió enterito.

lunes, 22 de junio de 2009

exprimidos

salen del funeral de un niño. al que despedían hoy era un niño. un pequeño cuerpo en comienzo. y no han podido más que estrujar a sus pequeños.

el hambre hace masticar más acelerado. cuando las tripas rugen devoramos sin dejar rastro. es la ingesta la que nos mueve. invalidamos el paladar. olvidamos la mesura. todo es poco para calmar la voracidad que nos retuerce el monstruo hambriento. hay que engañar al despierto.

esta noche el desvelo de mis amigos será destinado al estudio de sus dos hijos. el pitido de la vida que se esfuma les ha recordado que lo que abrazan puede no estar en un rato. y han decidido empeñar sus próximas horas en retener cada mínimo centímetro del regalo que son sus niños. recordarlos tal cual si hiciera falta algún día que se convertiría en noche. eterna.

entró en cocina ajena pidiendo un plato. sin reserva y con mucho apetito. expuso la propuesta y le vistieron la mesa. alimentarían al hambriento y él no pediría caprichos. así lo acordaron.

unos se aplican en memorizar lo que conocen y dan por hecho. mitad agradecidos y otra misma porción respirando el miedo de perderlos.
el otro no se detiene en el detalle. hunde la cuchara en el cada vez más des_inundado hondo sin estudio alguno. con una misión primitiva. visceral y animal. puro instinto. arroz de rancho y sin cuajada ni mousse de chocolate.
están los terceros. los que ya despidieron. los que conocen el verdadero hambre. los que suspiran recordando las sobremesas. los que sonríen a las migas del pan cortado.

la ausencia es un hambre. tortura. aplasta. retuerce. desgarra. trastorna. anula.
de ahí que el temor de su venida nos haga cerrar los ojos y capturar el momento. exprimirlo. como para los primeros.
de ahí que su visita nos recalque el espacio entre nuestros brazos. el hueco aumentado. y bajamos los párpados por capturar del pasado abrazos. exprimidos. como le ocurre al otro.
de ahí que encontrando un bocado nos aferremos a su cuerpo. lo asimos. lo aprehendemos. con las pupilas cubiertas reproduciendo cada arista. la forma. el tacto. el aroma. bendito abrazo. exprimir. es lo que sucede a los terceros.

unos brazos rodeando la nada es desear un plato. y cuando llega el relleno se activa el paladar. la memoria retentiva.
porque el hambre llegará. cabe la posibilidad de que lo abrazado se esfume. puede pasar. a cualquiera.
por eso os abrazan. esta noche en especial. paladeando. sin engullir. degustando.
por eso yo abrazo.
incluso sin derecho a postre. así es el pacto.

sábado, 20 de junio de 2009

mandíbula

extraño es que en la zapatería no nos recuerden lo de la asimetría. un pie más grande. no sólo largo. igual que la mano. un ojo. un pecho.

cuando me robaron el reinado no presté atención al hueco de mi boca. otros más hondos me llenaban las horas y el lastimero pensamiento. pero ya dije que hace unas semanas puse remedio a la ausente muela y me ofrecieron otra opción. no más implantes. no para ti. dijeron.

al juego de volar partido por el canto de un espejo no vuelves de no tener un pequeño como espectador. la emoción de los dos pies al tiempo en el aire dibuja sonrisas en las pupilas del niño y nos colocan la capa del mago merlín. cuando crecemos ya no vemos la purpurina reboloteando el movimiento flotante. vemos el truco. quizá es la altura crecida la que nos enfada la mirada y no encendemos la risa de los ojos.

estaban por colocar la corona. a martillazos sobre el cincel. una semana antes atizaron también la pieza y retumbó mi cráneo. al día siguiente sólo hubo migraña. lo ocupó todo. era viernes y mi fin de semana quedó enterrado.

para ellos somos inalcanzables porque nos ven volar. pronto aprenden a dividirse por el escaparate y nos regalan las risas desde la nube a ras de suelo. y enrocamos el rol espectador y nos sentamos en el circo. el niño volador que estrecha o ensancha su cuerpo según ladeé su escaso metro.

con la hilera de dientes completa quisieron que rotara el juego de mi apertura. apretar los dientes y relajar. abrir la boca despacio y retornar. estudiaban mi calavera con el mismo movimiento de los esqueletos de plástico que ayudamos a reír con nuestras manos. analizaban la rotación. y no era perfecta.

cuando vemos al aprendiz _ya experto_ en el camelo del vuelo junto al espejo entendemos lo artificial del cuerpo alado. demasiado perfecto. más allá de los movimientos parejos. mismos tamaños. idénticas distancias. mentirosas simetrías que nos descolocan y rechazamos. ese no es nuestro niño. no lo reconocemos.

usarían de nuevo el martillo porque dieron con la razón donde nacían mis no días de migraña. o eso dijeron. mientras yo rotaba el juego de mi mandíbula. explicaron mi asimetría. como en la zapatería. me descubrieron mis noches luchando muelas. con desgaste. con su empuje. con mi desplazado hacia la derecha. con la tensión de más.

me coronaron como se hace con las princesas. me pusieron la pieza. pero hicieron algo más. me regalaron la promesa de un retorno a la falsa simetría de mi boca. al descanso de mi mandíbula. a la muerte de mis migrañas. al reinado donde volveré a flotar.
ojalá.

martes, 16 de junio de 2009

cenicienta

la de la foto rescatada en abundance_of no es la cenicienta de vuestra mente. no es huérfana ni sufre madrastra y hermanastras. la de vuestra cabeza fregaba de rodillas y se despertaba entre cenizas. no lo hace la de la imagen. ésta no.

la asunción de un rol en tus días es lo que hace que barrer sin descanso no se haga un calvario. hay situaciones que son presentadas y apenas son susceptibles de gran cambio. hay horas completadas con gente que te es dada y cuando se acerca el minuto 59 buscas si aparece alguien de los tuyos sin éxito alguno. hay lugares decorados a disgusto y no tienes escape. así que hazte. mejor te haces a todo. a la escoba. a los no escogidos. a las ausencias. a los óleos de ciervos o a las marinas. y al metacrilato despiadado. porque siempre retorna otro previo al 60. y quién sabe lo que pueda traer.

la cenicienta del cuento que os abro no tiene príncipe ni baile de largo. su vida no es desdichada. labora sin queja y atraviesa días del mes con su pilot negro. hay palacios pero no espera conocerlos. su carroza son sus pasos y si acaso sus deportivas con lazos.

algo dentro decide por tu cabeza y te quiebra las ganas o te enluta los ojos. razones que nadie explica y desconoces te atan las muñecas y detienen tu avance. caprichos arma que olvidan que de noche se duerme y mareas la almohada. miniaturas que no hallas deciden por ti y te maltratan. porque a pesar de ser tú quien ataca, eres al tiempo la víctima de las zarpas. y es ahí donde asumes que algo no encaja.

la cenicienta que os cuento no tendrá que descalzarse para dar con la horma de su sonrisa. esta chica se sienta porque de pronto siente que por momentos su espacio se achica. _sí, quizá sea alicia. pero no esta vez_ la aspiradora moderna de esta historia ha entendido hace días que puede que toque esperar a que suene la llamada del paje con la recompensa sobre almohadón de terciopelo rojo.

si te estiras del tirón tu cabeza golpea el techo. debes doblar el cuello y agachar la frente. quizá hayan tumbado la estancia. puede que sea la encantada del parque de atracciones de tu infancia. pero cuándo compraste la entrada? de nuevo algo falla. algo no encaja.

suena el timbre. llaman a la puerta. corren todos menos cenicienta hecha a que nadie la busque. ella sigue intentando limpiar el hollín de sus días. saca lustre a las hidráulicas del suelo. mientras lo que le cubre desciende angostando la altura de su reservado.
silencio tras el bullicio que atrajo el ding dong. tiempo callado. y nuestra prota con su ventana apaisada por abrillantar. algo habrá al otro lado...

si eres de los míos terminas el cuento a pesar de no poder leerlo. porque si no está escrito es porque cenicienta será escogida pero aún no es el momento. llegará el aterciopelado mullido ofertando su espacio elongado. donde su cuerpo encuentre sitio. donde ese algo raro no martirice. donde decida su razón o corazón. pero ella con sus riendas. su zapato casa de nuevo en su talla. donde sin esperarlo todo encaje. que llegará.

domingo, 14 de junio de 2009

extraño

extraño todo.

esta imagen de la que desayunó y de su primer esposo es de mis preferidas.
los motivos son demasiados para detallarlos. así que centrémonos en el abrigo compartido. _¿es que hay algo más?_

año y mitad. instalada. amistades. dos curros. una casa. como para quejarse...

extraño todo.

cuando el físico cojea se busca arropo. cuando es el ánimo el tullido buscamos calor. y es domingo que advertían bochornoso y lo que nos cubre es la lluvia fina. alfileres desde arriba que no punzan como los de dentro. y ante los grados de menos mi boca no calla y reclama. una de las receptoras se levantó sueca y no quiere sacar de nuevo el abrigo del altillo. _ni aunque haga frío? y si digo que lo tengo?_que no te entiendo. aquí hace calor_

extraño todo.

tejieron lana para mí unos desconocidos. tendieron su plan y su noche. y recibí el cubierto para mi destemple. y de lo poco que saben, extraen y siguen tricotando. _aquí hay más brisa. qué tal tus idas? anímate a nuestra fiesta_

extraño es que me cuiden los que no saben y no escuchen los avisados.
extraño es que mi cuerpo decida alterarme sin advertir ni dar anuncio.
pero está lo otro.
que extraño los cuidados que recibí incluso sin andar destemplada.
que extraño a los que están lejos.
extraño.
todo.
extraño es que en pleno junio necesite abrigo compartido.

sábado, 13 de junio de 2009

detroit

un virus anda suelto. se habla de la gran pandemia de la gripe a. esta noche en sueños uno de mis hermanos anunció que mis síntomas de la pasada semana eran propios de la vocal primera. pero era en la realidad de las zetas. lo de la letra. no lo de mis males.

un fenómeno abrumador. la general de los motores descarriló a 2700 familias. y lo mismo ocurrió con otras miles que laboraban otros carriles. dicen que todas vaciaron los closet para cargar la chevrolet. maletas empapadas en lágrimas. un salto del perro y la última mirada por el retrovisor.

llevo una semana con el físico y lo encerrado dentro algo desajustado. no es la gripe. pero abate igual. y sumando décimas a mi termómetro _con galinstan en lugar de mercurio_ el desarreglo de muchas otras féminas. pero no ha dicho aún nada de esto la oms.

por cada familia un techo. el hogar se mudó con los enseres. pero no la casa. y ahora los cadáveres visten de hueco las calles. 1oo_abandoned_houses bandeja tan sólo cien. pero los fantasmas se cuentan por muchos miles.

me ha dicho una de las chicas sentirse rara. lo noto _he dicho_ porque no te noto. hay otra que proclama estar bien cuando sólo lo dice su boca actriz. el malestar de una tercera sube y baja por horas. y una cuarta patalea porque deseaba verano en los ánimos y las predicciones anuncian febreros.

se puede pujar por las tapiadas. quien lo desee habitará los porches vergelados. el que se lo proponga deberá pagar además por bombillas, botes de pintura y vidrio para ventanas. pero nadie quiere quedarse en los cementerios mucho tiempo. pocos los visitan. ninguno se instala allí respirando. así los panteones de tres plantas con cubierta a dos aguas y ventanal sellado. así los nichos invadidos por la flora que no entiende de crisis y sí de la libertad desde que no les visita el jardinero. así las lápidas confirmando la suspensión de pagos y el parón de las máquinas.

mi cuerpo se siente de detroit. se siente casa que no cupo en el coche. porque se encuentra mal. los marcos desencajados. las tablas abombadas agrietando las manos de pintura. los escalones bajo la selva. la caída de tejas. y mi cabeza _que le da al asunto las vueltas de mis mareos_ apuesta que lo de cada una es distinto pero es otro tipo de epidemia.

nadie lo confirma. callan todas. no llega a oídos de la oms.
como con los despidos. despedidas. ciudad fantasma.
destartaladas que quizá serán habitadas.

martes, 9 de junio de 2009

cielo

están las que te llevan al cielo.
y luego las que lo son.

acababa de asumir el rol de mamá de una perrita de recién estrenados dos meses. no sabía cómo hacerlo. en mi oído retumbaban los consejos. no subirle a la cama era uno de ellos.
tan cachorrita era que cuando dormía su boca no lo hacía. soñando mamaba.

en mi historia nacieron manos. quizá deba empezar a admitir mi fijación.

las que lo son. mano de padre. la que heredamos los hermanos. mano de abuelo. la ternura en firme. la de la abuela tallada de vidas. la mano de mi madre. lo es. lo son.

el miedo a lo nuevo era lo único grande que bamboleaba su blanco cuerpo de bulldog_francés recién desenvuelto. decidí ser montaña para la mahoma que su pelaje ocultaba. si ella no debía ya sería yo.

luego otras manos en mi vida. surgidas. de la nada. sin hábito que haga monje alguno. sin tarjeta anunciadora. tres manos. tres detalles. tres vuelos.
una apareció cruzando una curva cuando el sol decía estar cansado. mano que tenía observada. me elevó al primer cielo devolviendo la luz a la casi noche.
otra estuvo junto a mí tiempo largo hasta que se hizo a mi mejilla. se hizo colchón y acogió mi regocijo. la conocía. me vaporizó en un cielo. la hice mía. durante esos ratos. breves. instantes. fui de ella.
una tercera. desconocida. de lo incógnito de una noche surgió para proteger mi cabeza. sin verla estuvo. sobre mi posible golpe fue escudo. callada. igual que llegó partió. para entonces ya supe que sin darme apenas cuenta atravesó mi pecho. tocó algo dentro y volé hasta el cielo. diana en pleno y sin pretenderlo.

como aplicada madre me hice montaña. sería yo la que fuera a ella. a su miedo. a su lactancia. a su inmersión en lo nuevo. y cambié mi elevada cama por el sofá_cama por tranquilizarla con mi proximidad. pero ella pedía más. quería camada. lo necesitaba.

nada viene en el traje. hay matices que se aprenden. quizá.
pero no lo que puede llevarnos al cielo. o lo que puede serlo. lo más grande es lo que se es. lo que nos nace.

desplegué mi diestra _como capturó sharon montrose_ y aprendí a ser almohada. hoy al mirar atrás me parece poco arropo. pero ella insiste en que mi mano le llevó al cielo. y añade que no quedó en eso.
mi pompa dice que lo fue. y que lo es.

viernes, 5 de junio de 2009

análisis

comienza en bup _actual bachiller, creo_ o tal vez despidiendo la egb. no lo recuerdo. lo sitúo en literatura. analizando un texto.

me preguntaban hace unas horas la razón por la que hay más solteras cojas que varones con la misma cojera y sin casamiento.
continente y contenido. fondo y forma. todo depende de dónde se sitúe la mira. su majestad escoja.

en cuarto curso de la carrera nos plantearon como primer ejercicio el análisis de dos vehículos. en diez minutos recogían mi respuesta y las opuestas. sólo yo me quedé con el de sonia delaunay. aquella señora se fundía con su cuatro ruedas. celeridad frente a empatía. fondo vs forma o forma vs fondo. según qué se estime.
leyeron en alto la primera y única tarea de esa asignatura en la que saqué de las entrañas un diez. y si digo que no me henchí de satisfacción miento. que no fue mi buen sabor debido al número. tampoco los cien contra la acertada una fue la razón. si me sentí plena fue por errar en mi apuesta. y me explico. mientras argumentaba mi elección por escrito intuía que me dirían que no. ya escuchaba el listado de razones por las que era la otra opción la correcta. pero la fidelidad a mi compromiso con lo bonito me hizo nadar a la contra. ¿por qué habría de ser más útil o válido el otro bólido? ¿por qué no rodearse mejor de entornos placenteros aun tardando más en llegar por correr menos?

hemos convenido que hay de todo. como siempre. de perogrullo lo resultante.
hay hombres que ven más allá de la pierna de rosca pero por lo general sólo alcanzan a ver el par _y no de piernas_ sin más. pero hay de todo. mujeres que rechazan taras también. todos tarados. es lo que hemos convenido.

como no soy docta en nada, de nada puedo sentar cátedra.
música. pintura. cine. teatro. literatura.
pero que no sea una ilustrada en materias no dice que no pueda ser selectiva. me ocurre con los libros que soy morro fino. rectifico. con los libros soy morro mío. qué es lo adecuado? una buena historia o su modo de narrarla? qué es más preciado? un relato transportador o que las palabras que lo describen nos hagan flotar sin flotador?

de nuevo en mi pupitre. análisis. fondo y forma. paquete o relleno. o al revés. defiéndalo usted.

la gran fortuna es dar con una suma gruesa de páginas tallando el engarzado de frases de boca abierta que a resultas nos llevan embobados al huerto. la pura magia en blanco y negro.
pero cuando continente y contenido no coinciden en altura _o profundidad_según se mire_ qué es preferible?

llegó a casa abatido. sangraba por todos lados tras la batalla que tenía ganada. cada herida manaba. perdió los papeles en plena lucha y con ellos la razón. fueron ellas. le mataron las formas.

creo que lo veo así. hay relatos _en narrativa_que comienzan una historia, la recorren y la terminan. ¿con qué palabras? si no recuerdas haberlas paladeado es como haber visto la película. has llegado al final y puedes reproducir lo contado. y ya.
están los otros. los textos que sin saber bien si vienen o van, sin conocer dónde te llevan poco te importa. son los escritos donde navegas para hacerte etéreo. los párrafos que desgastas. las frases que tatuarías en tu cuerpo entregado al que escribió lo que tan dentro se te ha colado. con sigilo o en azote. robándote el alma. envidiando la pluma por la que pasean tus ganas reflejadas. con los que me enredo y al tiempo vivo y muero.

estábamos con el análisis. ahí seguimos. las almas se debaten.
yo ya hice mi elección. no es el destino. para mí el camino.

mío

cierto que la última vez que toqué el cielo visité de nuevo un infierno. verdad que sangré porque no supe zurcirme a tiempo y distinguir mis demonios. dejé acostarse a mi lado a los lobos y entré cegada en lo negro de mis miedos. me atraganté.
pero aquel cielo... _justo antes de los aullidos_ aún lo recuerdo.
eterno.

cuando entras en la edad de no ser extraño en una barra tomando café. esos años en los que aprendes lo útil de los monederos _aún pequeños_ y ves a tus compañeras gastar _siempre es pronto_ en cigarrillos sueltos. entonces fue cuando supe que no era igual un café cortado que un descafeinado. tras varios intentos conecté la petición del segundo a mi saborear complacido. ese era el mío.

viajas descubriendo rincones ocultos. los disfrutas. son lo patronado. pero son las circunstancias del hombre las que convierten aquella inesperada esquina en el paraíso de tu vida. pero no es tu país. ni es lugar para vivir. no intentes hacerlo. estás. lo imprimes en tu gris. empapas cada poro de tu desnudo. y vuelves. sin mirar atrás.

se lechó _más que aguarse_ la fiesta. con la intolerancia lactea descubierta desterré el sobre descafeinado de las tazas de mis citas. y quien guste del café trampa de polvos sabrá lo que digo cuando afirmo que prepararlo en casa con los granos del bote no es lo mismo. así pues, hace tiempo que no satisfago como antes al cielo de mi paladar con mis amistades. no soy más la de aneta_bartos.

conté que tuve un árbol que decidió talarse. fue como caer en tromba. estamparse. ya está asumido. asumido. como ordenar un refresco en lugar del nescafé deseado. como decorar mi paisaje habiendo renunciado a aquel pueblo. como saber que no viviré de seguido en aquel cielo al que subí.
pero aún _a veces_ me cuestiono sin clemencia ¿es que se ha de morir para revivir el instante _sin eternidad promesa_ de aquel exquisito sorbo? ese era el mío. canela en rama. sobre con polvos.

miércoles, 3 de junio de 2009

frankenstein

si analizo mis añoranzas compruebo que son instantes con filete blanco enmarcando el fotográfico satinado casi mate.
cuando mi morriña corre hacia atrás eternidades no busca retornar con un trozo de tiempo prolongado. no son años ni eras lo que buscan mis ganas recordando. son pedazos. trocitos. retazos. de 6 x 10 tal vez.

la memoria es caprichosa y selectiva. en ocasiones nos libera de penar en exceso por vaporizar hechos que arañan. pero hasta en lo rico elige qué parte redibujar y cuál pasar por alto.

decidí ser presente. opté por desesposar el pasado de mis muñecas desnudas. aposté por no planear venideros. pero los álbumes existen aunque aguarden en un disco duro. y de eso os hablo.

el manual de supervivencia dicta evitar el regocijo del revivir o trasladarse a lo pisado. pero parte del secreto de cada robinson radica en su equilibrada alimentación.
y a eso dedico parte de mis vivencias. a ser la que paolo_roversi captura capturando. inmortalizo selectas pinceladas sin ser consciente en el momento. tiempo después llega el revelado. y los devoro cual crusoe.

me ronda la idea de los que borré y los que borraron. planeo pasar la goma _no tacho_ sobre quien más que otra cosa es borrón. y entonces me paro y pienso en los restos. medito sobre lo que quedará. lo que guardo de uno y otro. lo que asalta a mis ojos memento si visito a alguien que ya no está.

las neuronas escogen entre las millones de fotos tomadas a lo largo de cada instante y las reservan en un rincón hasta que les damos rescate. y entonces compruebas que te es difícil dar con todos sus gestos. entiendes que no recuerdas cada gramo. vacilas entre una arruga y otra. agudizas el oído por rescatar arañadas voces que ya no reconoces. y encuentras el muro.

tengo retratos de gente que escogió morir de mis días. encuadres raros de los que quise matar por sangrarnos. y planos cercanos de quienes para pesar de muchos marcharon.
es al pasar la colección de estampas cuando revivo que no soy yo la que decido.

una mano enlazando otra de uñas rojas y amatista. mi mejilla sobre el brazo de la otra mano. sentados los tres en el banco mucho antes de que todo diera comienzo. en esta foto noto la oscuridad fresca de una mañana de verano al resguardo.
una cicatriz en el párpado derecho y los dedos gordos de ambos pies. la pierna sobre el brazo del retapizado orejero. y mi mano abrazando uno de los dedos. la tele está encendida pero no sé lo que vemos. él es todo lo que aparece.
un bolso bandolera y un sombrero años veinte rescatado de su negocio familiar. sus manos ajustando las rodilleras de boleibol y mi tiritona junto a la funda de su lavabo. pronuncia mi nombre mal. lo sabe y le da igual.
un labio mordido al tambor de la pierna delatando la inquietud. y un iris robado en la noche adivinando que venía el desagüe. una pierre cardin naranja el lienzo de la imagen donde huele a libertad y conexión intensa tras los rodríguez de un tiempo perdido para no olvidar.
una habitación rosa con alfombras rojas donde escucho una risa a mis espaldas. en esta imagen no veo figura alguna. está pero sólo adivino. ríe detrás. mientras yo actúo ella tumbada me regala su carcajada. rosa, rojo y risas.

son cinco las que hoy reviso. de más a menos y vuelta al máximo. calor, cálido, frío, caliente y de nuevo al candor.
que hay muchos más. de cada uno y de mil otros. pero esta tarde que estudié desaparecer un retrato de mi cabeza me asaltaron las cinco que he descrito.

no quiera nadie salir en la foto. no desee nadie participar. que para dibujarse en mi memoria de una manera u otra hay que desparecer. y no es agradable para ninguno.
los que vuelan están. los oigo y veo. los que corren están. los veo y huelo.
a los que hago partir no los retengo con ninguna reflex. no me gustaría verlos de nuevo. gracias, pero no.
y los que siguen conmigo no puedo imaginar como serán en fotografía. les veo en directo y la cabeza no acierta aún a revelarlos.

en mi juego de recuerdos en collage convivo con mis experimentos con parches. matices de gestos, voces, aromas e impulsos conforman lo que la caprichosa mente fabrica cuando me dejan a solas sin su valorada presencia. son mis versiones de lo que fueron para mi vida. lo que mi dentro quiere de ellos. lo que con su no estar me reconcilia.

el jersey. la uña. la cortina. la entrega. el chiste. algunos de mis frankensteins.

martes, 2 de junio de 2009

cena

se dice que los niños _sobre todo los bebés_ son vida.
yo tengo mi teoría. los niños son vida futura. vida naciente. vida promesa. atraen y reconcilian porque recargan. pero vida son los mayores. vida vivida. vida contada. vida satisfecha o herida. pero vida. aunque _claro_ ellos no acercan las manos del resto. no tientan ni dan pilas.

la tarde de ayer se estiró más de la cuenta y para saborearla mi regreso fue paseo al trote al ritmo de mis batidas canciones. si resumiera el trayecto hablaría de sol y perros. muchos perros.
la culpa punzaba mi pecho por compartir la custodia de mi pompa. no correría con ellos por el verde aún regado de generoso calor por acostarse. y como chocolate estrategia junto a la caja de pago encontré al atigrado de tres meses. se esfumó mi pincho castigo por no regalarle el paisaje a mi perra _lo olvidé un instante_ y caí en las redes del bebé hallado.
la imagen describe mi captura. tirada en el asfalto arrastrando bolsa y falda mordisqueé los exactos cuatro kilos recién inaugurados de cachorro. secuestró mi mente. sus dentelladas de alfiler me desplazaron a aquel fin de verano compartiendo cada hora con mi niña. sus torpes saltos. su abombada barriga aún imberbe. sus orejas extraescaladas. su vida en el comienzo tierno. y yo caí. vaya que sí.

los que asen el pomo de sus días han derretido siempre mis piernas. los mayores son los que agitan mis venas despertando mis pupilas distraídas. los que pasean su compañía de pareja como bastón proclamando que les une lo imposible del largo amor. el que vuelve cargado del mercado sabiéndose su único invitado. la que contempla los minutos en suma tan repetidos que desorientan pero que los sienta a su vera. los que cuentan libros con una mirada. los que revelan lo callado _que tal vez borrarían_ en cada arteria esculpida. los que visten arrugas labradas. los que mal caminan sus ganas. los que ríen. los que no recuerdan lo que significa. los que están. que estuvieron. y que nunca se irán.

hace tiempo que tengo fichada una pareja. caminan despacio las calles donde viven mis padres. y hasta hace pocos días me contenía. pero no pude más. me lancé. y pregunté su nombre. respondió él _linda_ y su desdentada sonrisa escaló hasta sus gafas. fue así como logré un dos por uno. lo que buscaba era abrazar al complacido pero al tiempo descubrí que su compañía era femenina. acaricié con mi mano de besos su lomo y nos despedimos.
su pasear _el de ambos_ adormecido no puede escapar a la mirada de ningún vecino. les lleva lo suyo alcanzar esquinas. lento el hombre. lenta la perrita. y mis preguntas rondando sus pausas. ¿quién acompaña a quién? ¿quién es el necesitado? ¿cuál de los dos espera el compás del otro? cuando él lidera el paso gira su desengrasado y confirma. cuando es ella la que abre camino detiene sus achaques y aguarda.
el abuelo de lentes de pasta, sonrisa hueca en regalo, cachava y ropa vieja está a buen recaudo. el animal de panza gruesa de tragar años, pelo tosco y cano está en buenas manos. él para ella. ella para él. y yo tranquila.

mentira.

mi inquietud debería descansar y no agitarse. disfruto al verles por saberles cuidados, compartiendo pasado y lo borroso que llega. pero no son crías de meses a los que prometer futuro jugando tirada en el parque. no son los bebés estrenando. no son cachorros cebo. y no me despistan.
sí, soy tortura en mi deleite. genero lo que viene antes de que llegue. añado agrio a este dulce. lo estropeo. lo confieso. coloco en su sitio la escena porque la vida es menos desayuno con diamantes y más cena. los cuentos se acaban aunque nadie nos lo describa.
¿qué será del otro abuelo cuando el uno falte?
esa es la verdad.
y ya no es tan bonita. pica _aunque los cachorros salten_ pica.