viernes, 31 de diciembre de 2010

animales

comenzaba el año sintiendo cerca al tigre que anunciaron. sentí sus pasos y me vestí de valor. frente al viento me encontraría con el pecho escudado y el grito ahuyentador. con el felino llegaron feroces fauces y bajo ese yugo rugímos todos. hoy respiro porque me libré de sus colmillos.

escaparon pajarracos de carroña hambrientos. planeó la inesperada zancuda nuestras debilidades y tan rápido como vino marchó. un mosquito zumbó muy cerca del oído y mis dos palmas lo acabaron.
la casa de pájaros dejó de ser la de tócame_roque del árbol.

era uno. en el dos de mayo.
el lobo apareció.
con él muchos perros y entre ellos la dama. un canario, su nueva casa y el milagro.
y los animales que son humanos siendo hasta la médula animalitos nos dejaron leer otros ojos y tumbarnos a su lado.

sobre mis hombros cansados por lo luchado en el año luzco el premio gordo que me ha tocado.
edith_inga que nos ha visto hechos uno sacó la foto. sin saber bien dónde empieza o acaba el otro abrazo al lobo. rodeando mi esencia. vistiendo mi entero. yo desnuda _fuerte, completa y con heridas de guerra_ para lo que venga me hago _igual que él_ animal con pajarita y doy gracias a lo más grande porque la vida también da, no sólo quita.

lunes, 20 de diciembre de 2010

navidad

de esta guisa me han dicho desde weekday_carnival que están celebrando una fiesta. y yo digo que sea navidad lo que celebran. unos bigotes edding 1200, rombos, motas y rayas en negro y blanco, un pequeño leopardo y el rojo payaso se han reunido para devolver al mundo incrédulo el espíritu.

más de dos horas en el suelo del trastero desmontando un pasado guardado por vago y ni siquiera apareció lo buscado. las cinco figuras que me pintaron un día han confirmado el misterio que son y nos quedamos _por esta vez_ sin ellas.
con la casa sacudida y la cena como doble vía se nos acortó el día.
el siguiente fin de semana servían ya el 24 y yo con estos platos...

por amor llegaron a puerto. y era del bueno.
por amor abrieron la mente y aprobaron cimientos. y lo que una llamaba fiesta de cumple la otra lo decía circo. con la sólida base del foso arenado en cualquier lado, con la bicromática carpa, con las estrellas y barras en lugar de la tarta iluminada en diminutas llamas.
por amor entendieron que podría ser igual. que lo de una y otra era lo mismo con distintas botas pero iguales pasos.
por amor casaron sus casos.

si hubiera escrito esta carta el año pasado ahora diciembre no sería tan prieto. el tiempo que he pedido por si creyeran oportuno regalármelo los reyes me viene siendo necesario desde hace ya mucho y con los villancicos achuchando lo noto.
a punto de enero y soñando con agosto, con las noches más largas deseo los días donde no existe la prisa del impertinente despertador. y sin saber bien cómo nos vimos bajo el agua habiendo saltado del peldaño más alto. sin haberlo pensado estábamos en la fiesta excitada por la que ninguno daba nada. sin luces de colores ni grandes galas. sin música de fondo y con un bombón de licor amargo esforzándose por abrirse paso.
quién me iba a decir que estas fechas causarían tantos estragos en el teclado a merced de mis dedos. mucha electrónica tinta enredando mi aliento de lo que suponemos días de paz y dicha.

cogieron a sus tres pequeños y les propusieron el juego. desde mucho antes de la comida a la que estaban invitados para intercambio de regalos nevados por el espíritu navideño comenzaron a prepararlo. cada uno daba su idea o pedía el deseo. sin camiseta y con chaleco a pesar del frío seco iría el niño _bajo un abrigo grueso_ por puro empeño. el disfraz de arlequín _la mitad que encontró la rubia_ sería su traje para la fiesta. una mamá con pajarita _más grande por ser la que parió a la chica_ conjuntaría con su sobrino. la falda abullonada acercaría a los pequeños de ojos en deseo al clown. así el bebé animalito. así las mejillas hechas bombilla. así la estrella del árbol de parche en el infantil ojo.

una mirada fundida en la otra hizo del miedo un gozo. y el todo se hizo dos con un cuchillo para no reventar el sueño de la frágil burbuja que haría celebrar. con el sol y en manga corta corrió el verano a nuestro encuentro. con otro árbol sin bolas pero engalanado. con muchos platos pero sin polvorones ni turrones varios. con la piscina llena de niños y perros multiplicados. con los tacones en casa y los pies a ratos descalzos. con el puente que hará que todos lleguen. y con blue_eyes, sidonie, fredrika, bebe o la fitzgerald hacemos de los peces_en_el_río un cocoon o del tamborilero una figura de_cartón_piedra. la bienquerida con quien desde niño quiso que fuera así su era.

preparados_listos_ya! lo que te case al amor y a esa felicidad en la que ríes_lloras es navidad.

viernes, 17 de diciembre de 2010

alados

desde las cumbres blancas una sonrisa ha bajado volada por la brisa más fresca. la mañana ha comenzado limpia y dibujando al aire esa contenta mueca. veo la espalda alada de quien persigue sueños y no ceja en el empeño de ser su propio dueño. la cordillera cubierta se hace de posibilidades bandeja y nos las sirve quien pasea por ella.

cuando huimos de la vista del día a día buscamos más que dar de comer a los ojos. cuando nos vamos lejos, alto o a lo más perdido estamos persiguiendo las sirenas que nos llaman desde el silencio concebido en sonido sólo para nosotros.

la lucha por alcanzar metas algunos la leen como sueños incumplidos al otro lado del recorrido. al yo más aferrado le retamos. a ver si subes más allá de las faldas. a ver si surcas más costas. veamos cómo cavas de hondo o lo rápido que levantas refugio. y en un casino hecho para un sólo jugador lanzas la apuesta. serás capaz de aguantar y resistir lo que te eches. perderás el miedo que empachó tus otros días. darás con lo que era tesoro escondido. aprenderás y pasarás a ser maestro.
y con la superación como único espectador comienzas la gesta.
bracear una olímpica como cuchillo con mantequilla sobre la rebanada de los cincuenta puede ser un reto si mejorar la resistencia física es tu medalla dorada. y te mojas.
alejarte de la cota cero llegando al poco oxigenado cielo y tocar tu techo es tal vez el sueño que alcanzas a base de abrigo amigo y todo el equipo. y lo clavas.
tejer la manta que cubra dos camas puede que sea tu reto para alcanzar la constancia de una penélope que no deshará por seguir siempre en avance. y pones tu punto.

desde la tierra, entre rocas, la sonrisa bien nacida buscaba una respuesta cuando ha dado con la foto de milena_silvano y ha sabido que era la perfecta. veo la espalda alada de quien persigue sueños y no ceja en el empeño de ser su propia dueña. los peñascos bañados en balsa se hacen de superaciones bandeja y yo que paseo por ellos os los acerco.

parte de lo pétreo que vemos se hace abiertos. entre lo duro que nos presentan existen huecos. y a ellos va meditando la que recibió al tigre con los cambios que trajo. hacia ellos se dirige la que no teme al agua oscura sobre la que ha de poner _que se lo dijeron ayer_ más fe que vista.
a miles de metros de altura se respira la dicha de haber vencido tanto que un grupo de negros peñascos mojados por la mar en calma quedan tal vez diminutos. pero desde lo alto, en alguno de los resquicios que se cuelan por un fisurado blanco podría verse _con la vista de quien lo quiera_ ese otro pedazo de tierra hecho meta. para otra guerrera. para la que batalla por sus sueños en otra clase de vuelo. pero bajo el mismo cielo.

jueves, 16 de diciembre de 2010

conducta

la fecha señala que se repetirá la cita. hace 21 años. y la madurez nunca se hace adulta. la niña convoca. y durante un breve tiempo se deja el reducto que cada uno erigió desde entonces para acudir donde se le cita.

hay lugares en lo interno tatuados. son espacios sin metros cuadrados definidos por planos. son los sitios donde viajamos sin siquiera sacar billete. y siendo privados _por no ser para el resto libres_ tienen su recorrido, su clave, su contraseña.
de todos los capítulos del libro que redactamos a puño y meta hay párrafos que los borró la astuta memoria. la selección natural que mata lo que hará que sangremos más de la cuenta. hay, por el contrario, otras partes de lo que nos cuenta que se repite aunque no fuera a priori importante. fragmentos del texto que escribimos un día y sin entender hoy la razón reaparecen con fuerza cuando menos te lo esperas. y nos llevan.
me ocurre igual con algunos sueños. la recurrencia de los vivido dormida traspasa años, retomando situaciones paseadas desde que era niña y dormía. sueños con aspecto inconexo que vuelven a vivirse con todo su peso.
si las neuronas rebuscan en sus guardados y los recuperan de lo empolvado será que el sentido existe aunque a mí me despiste. bien despiertos o entre zetas, las que deciden son las cabezas.

el camino que lleva a la niña no es una evidente senda y cuenta con santa y seña. tan sólo a veces se abre en la urbe y con el frío hecho hueso deshiela la acera de casa a la ofrenda. terminado el oficio cada interior a su cubículo. unos por mar, otros en metro. unos despacio, otros en vuelo. y una vez todos en su aprendido nido se mapea el día diluyéndose en los 365.

hay una tarde con noche y mañana en un pueblo de provincias. hay dos guitarras, un sofá, cerveza fea, doradas zapatillas, abrazos, y ensalada con tortilla. de cuando en cuando regreso a ese rincón clandestino de amistad notariada y besos furtivos con la batería improvisada.
el motivo de aparecer en aquel sitio de nuevo sin subirme en la furgoneta blanca no lo conozco. se me hace extraño sostener de nuevo aquella cámara de vídeo capturando para el futuro lo que fue presente y ahora debería ser pasado sin saber bien dónde situarlo. puede que la escapada tenga mucho de encuentro con imposibles y haga de memorándum de lo que existe ahí al lado.

la ruta que me enlaza con la que hoy nos cita está formada por piezas distintas. ensamblados semicilindros _como los de live_internet_ de colores, cromos y risas hacen de nuestro camino al encuentro un conducto abierto a la luz y a la brisa. la tubería que nos une es una bajante con pendientes _porque insistió ella_ que hace de los días el juego que sobre un trozo de moqueta roja nos inventamos en su momento.
lo que siento en cada codo del trayecto sube o baja según los latidos. porque, salvo días señalados donde me salgo del tubo para fluir todos juntos, desde que buscó su sitio mis noches y días son de caudal variable.
mis venas y vías hasta sus días conmigo son un recorrido conducto en conducta recurrida. que aparece e insiste en detalles diminutos o importantes pero siempre de niñas.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

oculta

hace años _si cuento cuántos puedo perderme_ una imagen con cierto parecido a ésta de nan_goldin se quedó a mi lado. poco después le dí salida en un conjunto de postales que desde un pueblo bañado por el tajo se abrió camino hasta el profesor que luego soltara sedal para hacer su pesca.
un sofá de espaldas. los hombros y omóplatos del asiento reclamaban la otra vida de su esqueleto.

la carta a los reyes está muda. no dice nada. las palabras no se labran priorizando deseados ni deseos. es una misiva a la espera que le rellenen el plato y tiene para rato.

cubren su retaguardia como si hubiera nacido para contener paredes en lugar de sedentes. le visten igual por delante que por detrás pero nadie le invita a lucirse y con el tiempo el vestido queda en dos tonos dividido.

de manera inversa a la carta para oriente, tal vez de modo proporcional pero a la contra, va creciendo otra lista menos amable y más quejicosa. puede que el frío que llega con el sol devorado sea el que haga cuña de las piedras en los zapatos. y en lugar de abrillantarlos para esa mañana del seis los evitamos por torturarnos.

la navidad es de los niños. ellos son los dueños de todos los minutos. los adultos hacemos _como podemos_ por lucir sonrisa, corona y paso sin prisa... pero no nos sale.
de las dos semanas hacemos tres grupos. para la familiar nochebuena el primero. luego el cambio de año hace el segundo. y el último _y tan esperado_ es el del roscón de colorín colorado.
los mayores pasamos del primer hito al segundo y luego al postrero sin degustar lo del medio. y ahí se nos ve el plumero. no somos niños por mucho que nos disfracemos de intento.

en el centro de la estancia rosado descansa. sobre su cuerpo otro se alarga.

las máquinas que nos llevan funcionan si no analizamos. pararse a escuchar engranajes hace brotar mil dudas existenciales. ruidos que nunca se oyeron son ahora lo primero. vibraciones hasta entonces imperceptibles llaman en alerta encendida.
pensar en cómo se respira mientras se coordinan los brazos en direcciones varias hace de lo mecánico antinatura. el cauce se obtura. y más a finales de año con el repaso, el recuento, los augurios y seguros inciertos.
los pequeños no piensan en atar y volver al pasado. son ellos los que lo tienen asido porque allí están bien sentados. jugando cada día del veinticuatro al sexto del nuevo. corriendo sin presiones ni agobios. riendo sin más planes que lo que dejarán en su calzado.
los niños son libres porque no examinan cómo marchan. avanzan y no se paran a estudiar la cosa.
los no niños nos acanalamos. buscamos hasta desmontar la pieza más pequeña de la maquinaria que nos hace andar. y entre las piezas, sobre la mesa de examen, turrón duro con el de yema, un caracol de mazapán y peladillas como si pudieran engañar a alguien camuflándose entre ellas.

atrincherada la guerrera pide refugio al armado. con la ilusión sin encontrar norte sacude la brújula casi sin ganas. será que no hay cobertura a estas alturas. será que tras el aterciopelado escondrijo las ondas más infantiles te esquivan.
nadie diría que se oculta quien fue a echarse un rato. parece buscar reposo físico cuando escapa de su estado anímico subterráneo. la velocidad de los días empujó sus fuerzas a la vía y ahora pide camilla sin hacerlo público. busca aire y se tumbó del otro lado. busca energía y recostó su descarga en la parte evidente. pero al hacer del sofá sujeto _en pleno centro_ pasó la cara a ser envés. y lo que fuera para el resto frente se puso para ella al revés.
los pies desnudos no hablan de lo que recuentan los dedos escribiendo sobre su pecho. días. mantas. leche caliente. sandalias. agua. horas. espacio. silencio. baile. campo. sábados. meses. siestas. paseos. aire. tiempo. buen tiempo. tiempo. tiempo. y sopitas.

cuando llega esta época hay que comer mucho dulce para que pase lo duro. dulce hecho niño, dulce menudo. dulce hecho ojos brillantes descontando las noches que le acercan a los caramelos al aire. que comiendo estos dulces es como olvidamos las listas y empezamos a redactar nuestro queridos_reyes_magos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

derretidos

cerraron la empresa.

cuando una bombilla se funde insistimos con el interruptor confiando que ha sido tan sólo un error. pero no. los filamentos se sueltan y generalmente sin dar aviso previo. las que alumbraban la oscuridad que aterra y hacían de la noche fiesta sirven apenas de improvisado absurdo sonajero. su vida ni siquiera al recuerdo. con la celeridad que marcan las prioridades las inservibles son sustituídas por las nuevas parturientas.

años atrás había habido un barbecho entre techo y pecho, allí donde se dejaban librar una vez al año los sueños. pero tras el periodo volvieron a sumar sillas y el bullicio ocupó una vez más sus oídos.
de pronto una circular en tono antifaz puso en alerta a dos pupilas que no daban crédito. desde las oficinas de recursos advertían que aquella gestión se haría por el bien del afectado. sería un cambio de sitio. la función sustituyendo a la obra. la vanguardia devorando la tradición de la leña. figuras de plástico para el nacimiento trotado tras tanto. y de todas las voces del coro las bajas enmudecieron. el resto siguió cantando con oídos más fríos que sordos.

el circo encendía los sueños. las letras prendidas activaban el brillo de las miradas de la escalera de color. del nieto pequeño al abuelo más longevo, todos, lucían bengalas centelleantes en sus ojos uniéndose en lo infantil de la ilusión primitiva. la familia al completo era un grupo de niños. y esa magia ocurría tan sólo a veces. cuando el hechizo circense hacía de un día un irrepetible cuento, cuando el deseo encantado de cada uno se fundía con el de los otros para ser uno y alar las horas en sueños.

cerraron la empresa. los que siguieron con la neofactura en otras tierras no dieron nunca más señal de vida. y los que quedaron varados con el monitor colgado aún miran si el móvil sigue activo.
el bloque de mantecado se fue descongelando como la esperanza de la adolescente soñando con la cita de su príncipe sin reinado. el globo de helio poco a poco fue cediendo y las partículas que pesaban menos murieron. el cardado para la fiesta quedó ahogado con tantas vueltas que dio la testa en espera.

cuando la luz dice que no es más todo son carreras a tientas. si no quedan repuestos y si no hay tienda alguna abierta serán salvación linternas o velas. la luz se sostiene por un tiempo. limitada despensa, que las pilas y las mechas también se agotan y con ellas llega la ceguera.

en algún lugar seguían haciendo algo parecido a lo que fluyó durante años. en otra parte la nieve fue perdiendo cuerpo y el silencio vistió el escenario.
quién levanta el telón más pesado porque acumuló desuso. quién lo eleva con dos manos para hacer que tres sonrisas logren borrar el pasado. quién puede engañar al puñal del teatro impostor a falta de la opera prima. quién mata al cuervo plomizo bajo un muérdago apolillado sin pretendientes besados.

faltando letras del alfabeto que en quelle_quaintrelle retratan sabemos que las habidas no darán mensajes iluminados. con su muerte llegó el cierre. con su inutilidad de encendido se hizo más noche el juego de la estratagema en cordero de los compañeros que corrieron a otros circos.

sin fuerza ni ganas. con el niño perdido entre villancicos. con las doce más cenicientas. sin vista. sin pistas. sin coronas magas ni birlibirloques trapecistas. con hambre en las noches y oscuro en los días vieron los que hasta entonces siguieron los pasos del baile que su ilusión se fue vestida de grupo con la música a otra parte.

la unión de las mentes era la que alumbraba letreros. sin comensales con los que cantar bondades van fundiéndose los sueños. no tendrán veinticinco los niños de cucuruchos derretidos.

lunes, 6 de diciembre de 2010

prever

alain_resnais quiso que l'année_dernière_à_marienbad tratara la memoria incluso de sucesos y situaciones que nunca tuvieron lugar. poco importa al caballero que pretende a la dama si ella estuvo en ese hotel como él asegura o es parte del imaginario. puede que todo sucediera un año atrás y la señora no recuerde _o no quiera hacerlo_ o tal vez nace de la imaginación como algo que pudo haber sido y realmente nunca ocurrió.

esperaba al volante y las luces de emergencia impacietaban _por su galopar más veloz que el segundero_ tanto que optó por evadirse de su momento. escurrirse por el reloj con embudo hacia la arena que cayó hace tiempo o abrir inexplorados caminos hacia lo que aún está por venir o tal vez ni siquiera.
tenía que bajar un mac y un pájaro. tardaban.
se vio en destino descargando el ordenador y al ave. el frío dibujó la inventada escena con las manos haciendo de jaula al plumado. y al abrigo de aquel invierno nocturno liberó su calor por creerlo encierro y voló hasta el primero.

para el director francés todo sucede en el presente, en el ahora. pero muestra coreografiados espejos que desvirtuan lo real. un cambio de escenario y vestuario dentro de la misma conversación. el constante movimiento de forma e intención del filme desafía a la razón. delphine_seyrig evita lo que se le propone_ eres como una sombra esperándome para acercarse_ y gira la cabeza. niega haber dejado las puertas entreabiertas. afirma nunca haber tenido bata blanca. apostaba por que él hablaba de otra. pero ¿y la foto? ¿y esos pasos hacia atrás según describía él su amor por aquella vida en los ojos?

en la acera supieron de lo imposible. dar con lo cercano no era igual que tocar lo de al lado. a escasos metros no alzaba el vuelo pero ellos lo supieron. era su sueño. o visión. o premonición.
cuando maniobraba para aparcar narró lo que había visto. su estúpido miedo por inventado. la gratuidad del temor infundado. expuso los detalles y suspiró sin lograr alivio en haberlo dicho. generarse dolorosas visiones no era precisamente un dulce juego. y lo hacía. o lo hizo. sin proponérselo llegaron las imágenes y lo no ocurrido quiso hacerse presente hincando su diente. sin haber sucedido hirió y lo contó para quitarle gravedad al sangrado. lo ficticio ligaba a intervalos con la verdad que les tocaba. descargaron el mac y al pájaro en su jaula.

a medio camino entre la realidad y el sueño, la película del 61 logra hacerse con un león de oro y la zozobra de quien busca en la pantalla lo fluido y la calma. pasillos infinitos, frases que flotan, barrocos jardines, lujo tocando cabezas y techos, misterio, secretos y pasos en paseo. divagaciones en un lugar donde el tiempo no corre. el ritmo avanza y se para. camina y se detiene. las frases se repiten. no se sabe lo que fue o lo que comienza a ser por tan repetido en un guión más poético que narrativo.

el suelo de la jaula se suelta. el pájaro de alas domésticas vuela, cruza la carretera y detiene su huida. le llaman. no responde con su trino como acostumbra. duda y regresa hasta mitad de calzada. la hora tardía elimina el tráfico del día. de nuevo abre las alas y a pequeños tramos anuncia que su límite no está enjaulado.
ellos _que cambiaron su celda por la mansión donde, a pesar de los límites, ya sí, volaba_ supieron que la libertad que otros veían era la muerte para el canario. soltaron lo que sus manos portaban. y el pasado se hizo con ese instante mixtura.
en el espacio más abierto de la ciudad tuvieron que hacer del delirio cordura. de lo imposible extraer el único final aceptado. y de escasos cinco minutos se extrajo un suspiro. suspiro donde todo se ralentizó grabando en real lo presagiado. y al alterar la resolución en la mente prevista, un suspiro de alivio.

visto o no visto. lo fascinante ocurrió en un instante. capturar un pajarito casero que vuela por vez primera al aire libre es casi un imposible. aquella explanada vacía, la bufanda como lazo, lo descrito con plumas y señales, el valor que nace de la no_otra_salida, un abrigo cual manta y su tímido piar obraron lo milagroso de un aquí_no_ha_pasado_nada.
si fue pasado o sucedía en estreno daba igual al alado y a los que le veían perderse en su tumba urbana por querer explorar y por instinto volar.
la mezcla de lo pensado jugando al amargo azar dibujado junto con la cruda y presta realidad. todo en un abrir y cerrar de alas... que a los ojos no dio apenas tiempo.

sin nominación al oscar como el guión marienbadiano los rescatadores aún siguen escuchando aplausos. las coincidencias entre lo ocurrido y lo que se llegó a prever no hizo más que inundar de firmeza a la experiencia. el abrigo sobre un ex-enrejado aturdido y la llamada de quien prefiere volver a su casero palacio hicieron de las dos palmas el ya previsto abrigo. desde entonces la mujer luce enmplumada debatiéndose entre bruja y salvadora. irracionalidad con gusto a caramelo de sabor variable.
lo he visto... lo he visto...

viernes, 3 de diciembre de 2010

continente

da en el clavo con su leve pulsar. antes enfoca. y antes escoge encuadre. y mucho antes la localización, las luces y lo que está aunque nadie lo sepa. tim_walker ha debido colarse entre actividades y tareas que mis últimas semanas ajetrean. con fondo neutro para evitar ruidos está la figura encubierta por los bultos de un mover ficha. puede que sea yo. y tal vez _sin yo saberlo_ el británico del gran click me retuvo tras su lente.

la nieve está menguando cajuelas. los maleteros de los viajeros se aprietan más por estas fechas. a punto de estrenar los turrones y con el belén o las bolas del árbol dispuestas, este parón constitucional e inmaculado nos tienta a todos cual lujurioso pecado. esta vez son cinco días los que pintan de rojo los calendarios. pizarras y oficinas inactivas. y en la cabeza de los que escapan pares de guantes extra y las recién estrenadas katiuskas.

la neurosis del orden angustia a la visita _que está de paso y se libra enseguida_ y el que habita en ella _que no ve salida_ se desangra por flecos en baile o el cenicero fuera de celda.
en cada casa unas reglas _a seguir o a no advertir_ y en cada cabeza unas mermas.
el concierto de todo orquestado ha de ser comedido y mesurado. sin exceso de pulcro ni de tirado, que uno abrocha la camisa de correas y el otro desata a las fieras. sin medias tintas y con gran acierto revela el inglés la imagen de la porteadora. en blanco y negro. el vacío y el lleno.

que nos vamos. ah, no, nosotros nos quedamos. hay falta de sueño, un trastero pidiendo huecos. hay ganas de tiempo y muy pocos céntimos. hay un traslado _desde el pasado_ que asusta a diciembre con las carreras de siempre. y hay poco espacio y apuntes buscando aprobados.

el que nos sirve editoriales como cuentos hechos foto debió pensar en el mío. ahora mis brazos abarcan lo que no me cabe en los días. la sombrerera, la caja, la valija. porque la fortuna de ser querida como mujer y como hija ha organizado reajustes.

la revolución de los vuelos pidiendo a gritos que se limpie el cielo. las hileras pausadas de los rodados subiendo a la calefacción los grados. el consuelo de los que se quedan que aparecerá en algún rincón del duelo.
en nuestra casa habrá cajas. un tetris durante horas que hará por limpiar lo que hubo y lo que esperamos. a cada uno lo suyo. dos a la siesta. uno al estudio. ésta a la ingesta de enseres de otros y propios. algo de fiesta. y las maletas de nuevo hambrientas.

cuando el contenido supera las fronteras hay que ordenar el continente _con toda su gente_ y hacerse fuerte. si las costuras amenazan con ceder es hora de remangarse, quedarse en tierra y no enloquecer. que sobre este río hay muchos más puentes.

jueves, 2 de diciembre de 2010

tablao

dadme un suelo blanco. un lienzo sin mancha que vista allá donde pise. un cielo tan limpio que espante los ruidos. el recomienzo. la mente clara. la luz.

pocos son los que advierten lo que bajo sus pies existe. lo ven y lo asumen sin darle vuelta a la tuerca. no lo eligen, les viene servido. y a pesar de ello apenas nadie rechaza lo impuesto. como si fuera el pilar o estructural muro lo dejan como lo encontraron. a lo sumo lo visten.

ha empezado a sonar más de seguido. el rumor que era una tos está cogiendo el ritmo y suena en sol menor. muchos bemoles y algún _cada vez menos_ sostenido.
las balas dibujan ahora trayectorias diversas. si antes llegaron de un lado con lo que vuela no hay quien les entienda. y si el secreto consistió hasta hace nada en no moverse del sitio parece que a quien ni se inmuta le hacen de hielo con un secador de pelo.

pintura rosa sobre las paredes de la niña, alfombras grises para la sala, muebles a medida, cambio de luces, una de las bañeras de ducha, siete nuevos enchufes y todas las ventanas abatibles. alguien cayó más allá de sus zapatos?

de las vocales la tercera se repite atronando su impertinente cuerpo. el punto que le corona apunta y recuerda que vas deprisa si te lo comes. es un alfiler con pareja que se alojan en la palabra de moda y que cualquiera daría por que pasara al olvido.
parecido a la inflamación termina. pero no se hincha sino que pincha. así lo hizo con la burbuja. con los sueldos, con los puestos, con la risa.
la aplastante crisis nos cubrió y no hay quien la extirpe.

tarima. azulejo. parqué. linóleo. moqueta. hormigón pulido. blanco como el de shelterness_dot_com. madera vieja. azul con crema. rojo o berenjena. verde espigado con cuerda. barnizado. desgastado. pulido. cálido. frío.

el tambor de las voces y los quejidos está empezando a ser hilo. sin partitura todos a coro van entonando la misma queja. los esfuerzos de más agujeros para anudar la cintura. los callos en dedos y la ceguera. las no respuestas y las horas extras. el run_run les sale y de vuelta entra.
la puntiaguda crisis es la tijera que calló al obrero y ahora le hace proteger la poca tela que queda. no se dejarán coger más el bajo ni aceptarán sin palabra más mangas estrechas.
el nuevo son del quejido toma cariz de protesta.
los que activaron las máquinas por remar igual sin tanto bracero ahora usan un puño para atrapar su ira. que saltan las ratas y aquí nadie anida. que ellos producen y las cuentas claudican. no hay para más. esto es lo menos a lo que temían llegar.
la tos y el bufido. la silla brusca con la blasfemia. la mirada perdida. la sardónica risa. la ironía. en cuatro por cuatro y a partir de las ocho. es lo que suena ya sin tapujos. con descaro. se destapó la sintonía.

el suelo que le sustenta lo siente inestable. marea. el pavimento que pisa ha comenzado a pesarle. en lugar de sostener su peso se le hace carga y quiere cambiarlo.
no tiene otro. el que sus pies pasean es el único de sus días y levantarlo hará que revolucioné todo. los ruidos. el polvo. los bultos a un lado. los embalajes. los operarios y su radio. la intimidad cedida. las sillas patas arriba. y vivir de prestado.
lo viene anunciando. cortará su melena el día menos pensado. y tras ello _se admiten apuestas_ quitará un tablón del suelo para dar el pistoletazo.

bajo las mesas sacuden sus piernas. la confusión del barullo hace del nerviosismo un tic coreografiado. poco a poco más sueltos. un taconeo. un taconazo. como una flecha el ay de la saeta. ya se ha montado el tablao.

dadme un suelo blanco. borrón y cuánta vida.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

preposición

desde apartment_34 la edulcorada julie andrews viene a ser el pepito grillo vestido de señorita. con la mirada hacia un lado juega a no ser la guinda. pero lo ha sido. ha sido verla y he sabido que su travesera no es más que la patada sin espinillera que apareció por sorpresa tras casi cuatro décadas.

no admite variación de género ni número y no tiene significado léxico propio. introduce elementos nominales u oraciones subordinadas sustantivas dependiendo así de alguna palabra anterior. es parte de una cadena recitada entre pupitres y que aún entre huecos craneales nos suena de vez en cuando. creyó que lo era. pensaba que la preposición era el letrero anunciante de muchos de los objetos que nos rodean. pero no. se equivocaba.

la mary poppins que nadie desbanca ha golpeado con su empuñadura de loro sobre la cabeza que ella quería despierta. la niñera de la fantasía cortó el vuelo a quien sostuvo durante tiempo el convencimiento de una posibilidad errada. quiso la señora del bolso sin fondo hacer uno de sus trucos y sirvió un despierte_usted_de_su_mundo con agua fría del cielo.

dos lexemas. verbo y nombre. acción, objeto directo y resbalón. la seguridad asumida durante años se mantuvo tiempo firme entre las cuerdas. pero con la granizada de ejemplos que su mente inocente fue recogiendo cayó en un k_o sin resistencia. sobre el suelo el diccionario de par en par abrió sus reglas y el corrector hizo el resto.

sin traje negro y con el sombrero escondido ha jugado luego al despiste. una vez dicho y marcado en rojo la falta, la primavera de su vestido ha hecho como si nada. igual que ella. igual que su boca entreabierta siguiendo atenta a una mirada sobre el vacío. así su pelo. así su brazos. así su sostenido.

paraguas para la lluvia. parachoques sobre los coches. pararrayos por si hay tormenta. y la cuenta que está para darse dejó al alumno sin enterarse hasta hace nada.
detiene la tromba. protege del golpe. absorbe la electricidad que las nubes blasfeman. y el verbo que bloquea y preserva no pudo parar de aleccionarle cuando los paras brotaron.
lo que antes era de pronto moría dejando paso a otro sentido en perfecto sitio. echando a otros entraban los nuevos fondos encontrando _en los travestidos durante lustros_ asientos a molde.
el para qué sirve dejó de preguntarse. ahora era un mixto formado con intención de explicar los múltiples destinos del verbo que impide el paso. sobre el mango, en el morro de un vehículo, en lo alto del tejado, y en otros muchos sitios colocaron al actor con sus manos.
y sobre el cuaderno del que aprendió tras tanto círculos rojos señalando lo bien vestido y mal formado.

dentro del estudio donde se encuentra no lloverá por mucho que insista por saber ella de cielos y chimeneas. hace del resguardable musical instrumento como si continuara entre sonrisas y lágrimas y simula no haber dicho nada.
lo ha dicho. la preposición se hizo lexema. y cayendo chuzos la letra con la que termina se fundió con la del siguiente cambiando el significado de aquel vocabulario con un rojo semáforo. eso sí, tras la variación sigue sirviendo para lo mismo. que hay mil lecturas para los escritos y no siempre llueve a gusto de todos.

domingo, 28 de noviembre de 2010

siam

eran de la tía sara. eran de los modernos. pelo corto y tan sólo oscuro donde el riego no subía el mercurio. cabeza triangular con ojos almendrados y oblicuos. eran dos. eran hermanos y llegaron a palacio.

dicen que has de hacer al menos una cosa que temas al día. como la manzana que aleja al doctor. la dosis diaria para fortalecer la autoestima y forjarse por dentro es saltar vallas. y si son altas, mejor.

no me gustaban aquellas fuentes. dos rostros enmascarados con la boca abierta regalaban agua en un rincón sombrío a la salida del parque. era el peaje por el que pasaba mi temor de niña antes de irnos a casa. la piedra fría entre el verdín húmedo con las inertes caras hacían que girara mi vista hacia otro lado y mis piernas corrieran.
para que se haga mozo el abuelo le recetan los paseos. el ejercicio diario hace rodar mejor los engranajes ante imprevistos y pincela de mantequilla los movimientos secos. el caballero libró pequeñas lides y su armadura cogió espesor y defensa con cada una hasta vestir valor en la gran guerra.

quintín de la torre hizo en 1922 lo que tanto tiñera de oscuro mis paseos, lo que colocaron hace pocos años frente al sitio que yo esquivaba. y ahora, que paso a diario frente a su re_sita obra, miro las máscaras sosteniendo los resquicios de lo que trabajé por aplacar durante tanto.

el vagabundo advirtió a la reina de los cambios en su trono. llegado el momento la dama comprendió que su temor era infundado. las novedades no destronaron su puesto y sus días transcurrían con variada normalidad. lo dijo el golfo y no sucedió tal como presagió, tal vez exagerando para prevenir a la de cuna alta.
llegaron de visita y con ellos el bozal. cantaron hasta rodear su regio cuerpo y escoltada por sus sinuosos ronroneos sintió ser celda. el terror se hizo con el reinado. la corona dejó de hacer magia y el calabozo de su esqueleto impidió que diera un paso.
corre reina! corre!

entre mil cachivaches escurrieron su bulto. un euro por saltar el muro más alto. la transacción resolvió el jeroglífico en una de sus posibilidades. entre ropas de tercera y juguetes despiezados, con una moneda se embolsó la solución. dos gatos con los cuellos bailando al unísono como los de what´s_blogging_my_view cantaron su canción y la hazaña se rubricó.

fueron la mordaza para sus ganas. eran el miedo que acorraló a la monarca. el papel del malo que hace al resto bueno. la pareja que maúlla lo incómodo hasta sembrar la angustia. los felinos que se cuelan y para cuando te quieres dar cuenta se instalaron. eran un dúo retorcido. los pandilleros domésticos. los que atracan cuando vistes pijama. los que asaltan antes de que pongas la mesa o en mitad del primer plato. los que nadie quiere. los autosuficientes. los que lamiendo heridas se enquistan y no hay agua que les salpique.

la ecuación se resuelve saliendo de casa, sin buscar las grandes galas. cuando la incógnita parece no despejarse el cuerpo de uno se cuela en el prisionero y siendo equipo se abre la calle.
corrió asustada la dama. escapó de las gatunas garras hasta dar con el vagabundo que le abriría sus propios mundos. de todo hubo. callejeras aventuras, una rata que les lleva a la perrera y un plato de pasta que les alumbró la salida en el beso.
de no ser por el temor al bozal nada habría sido igual. de no ser por la visita de la pareja con la amenaza acicate la reina no habría salido jamás de su dorada jaula. así, los temidos malvados del cuento son de velado modo la salvación de la prisionera acomodada en su sillón cobarde.

un miedo al día. dos gatos en tu vida. lo que por separado no marcha encuentra el cauce al hacerse uno. cuando las cabezas van al tiempo el problema se acuna y la canción se hace lenta.

rechazados _como las fuentes de máscaras frías_ los gatos aparecieron dando razón a la historia y encontraron su sitio. bien entendidos son bienvenidos y _ya no son visita_ ahora se quedan. para ser estímulo vestido de carcelario pavor a veces. para bailar la sanación con la respuesta a cuestas. para eso se quedan. por un simbólico euro pagando lo que no se valora en dinero. por salvar mil vallas. por salir de los miedos.

eran un par que parecía unidad. eran siameses. un nombre si. el otro am.
me los quedo. que ahora comprendo el cuento. vengan los gatos al mundo de perros.

jueves, 25 de noviembre de 2010

augé

ya existían. a pesar de haber sido bautizados estudiando la sobremodernidad estaban ya. no son novedad. el antropólogo francés quiso tal vez saber dónde se hallaban los ojos de la chica que en jesse_tng nos muestran vestida de azul y con cuello impoluto. puede que tocara ya preguntarse por el nombre del sitio donde escapamos los hombres cuando no pisamos el adecuado a lo que aflige nuestro costado.

piensa que debe calzarse. ha escogido la ropa sobre la que primero posó su diestra al abrir la puerta. no sabe si hará frío. duda del agua que caiga. ha de vestir sus pies. lo sabe. el calor lo escupe la máquina atada al enchufe. un calcetín en la mano. sobre su piel apenas la gris luz del día turbio. le esperan. recuerda la hierba y los dedos descalzos. sus manos quietas parecen ciegas.

lo escuché mientras tomaba nota de lo que aquel hombre repartía. los enclaves por los que transitaban seres anónimos, ajenos durante un tiempo a su propio origen o identidad, parecían tener ahora nombre. para explicar como atacar el proyecto puso su silla a estudiar los recorridos, los usos y las demandas. los individuos formando conjuntos y deshaciéndolos al azar pasaban de pronto a ser lo esencial del ejercicio. los anónimos que cogen el número dispensado marcarían el ancho de galerías o el número de habitáculos. unidades que hacen grupo desde sus nulas o reducidas relaciones interpersonales. gente que momentáneamente olvidan sus historias pasan a ser tan sólo usuarios. una visita más a un web site. un taburete libre menos en la barra. clientes, pasajeros, sedentes. los que no lucen nombre. los que a lo sumo se hospedan en un nick escogido. este conjunto variable baila lo mismo sin escuchar música alguna. y con su danza de entra_mira_coge_sale pasaron a ser herramienta para mis noches de arquitecto.

se diría que espera. parece pensar profundo. el rictus habla lo que su boca no afila. algo teje por dentro. se diría que espera.

en un vagón cuatro ojos se cruzan y no volverán a verse. ahí hay uno. en el pasillo de embutidos del hipermercado un carrito gira sus ruedas para que dos cestas pasen. otro. siete adultos rodeados de niños _se mueven tanto que mejor no contarlos_ y el guardia del centro en pleno bullicio. sería uno más.
sitios donde no hay identidad. allá donde los vínculos directos entre el que lo ocupa y lo ocupado no existe.
la soledad de la condición del humano de ahora obligó a dar con un nombre para poder introducirla en conversaciones. el cruce de las relaciones más frías _incluso tecnológicas_ debía dar con una tarjeta de visita con la que presentarse en tantas fiestas en las que aparecía. identidad para lo inasible que cruza las débiles fronteras.
mensajes al muro de los amigos. palabras para todos y ninguno. textos que indican por dónde ir, cómo adentrarse, qué enlace seguir para dar con más. contactos sin roce, fugaces encuentros tal vez con años de distancia entre emisario y receptor. instantes de tránsito, autopistas donde no pararse. un pulgar hacia arriba sumado a los que cientos de gente sin rostro pulsaron antes. la virtual comunicación disfrazándonos de abrigo. la seguridad del rebaño donde los muchos consuelan lo personal.

el enredo de hilos inpracticable de su cabellera habla de guerra. lo que no hace ella. la maraña de su cabeza _se apostaría que también por dentro_ da vida a la inerte estampa. cuerpo sin fuerza con seda en perfecta blusa. cejas marcadas, subrayadas, y oculta botonadura. maquillaje en serenos labios más apagados que prendidos. y los ojos. esos ojos perdidos. ¿estarán recorriendo algún camino?

se pasa por estos espacios _de comunicación, de consumo o de circulación_ sin relacionarse con la carne y piel. son sitios que se solapan, se yuxtaponen y los tan alejados parecen en puntos hacer conjunto intersección de aquella teoría que los pequeños trabajan. como en ejercicio escolar: lo acumulado por compras pasa a ser asiento 23-b de un viaje al caribe.
la globalización conformada por ilocalizados seres que a lo sumo condecen la huella de un digital rastro. las frases regaladas desde el valor que da no estar en casa de nadie y al tiempo de todos. negaciones, sentencias, versiones, apuestas. escudos infinitos lanzando flechados mensajes se hacen la nada y de nuevo el todo en un instante. ameba fluctuante que no tuvo nunca _hasta que llegó marc augé_ nombre.

vuelve a pensar que debe calzarse. el calcetín sigue desparejado a la espera de vestir algo. cuánto habrá pasado. no recuerda si cerró bien su correo. tal vez haría falta comprar leche. tiene que irse. le esperan. no sabe si hará frío. la misma luz. mucha gente en su cabeza. aún tiene tiempo. sus piernas no sabrían correr. eso piensa. está quieta. piensa en eso y en que ha de salir de allí. de donde se encuentra. el no_lugar que ahora le aprieta.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

diligente

las ruedas siguen lo que las bestias pisan. se llame vicente. se llame clemente. da igual cómo se le conozca al que encabeza _usando la misma o no_ que el rebaño le sigue. allá donde él vaya es donde irá la gente.

por tantos frentes venía el azote que decidió sumar su nombre a la lista. junto a su apellido, una cifra. el número a sumar a la larga hilera de hormigas con bultos de vida.
en los mentideros se decía. se susurraba entre encías. los cielos que avecinaban tintaban de oscuro las sendas. estantes hambrientos advertían de los cerrojos sin fecha. ventanales sin qué mostrar más allá de la polvareda. mirones sin intriga por conocer lo que a todos pica. que la peste está entre ellos. que la muerte es la vecina. que caer ya no es noticia y alejarse es medicina.

animales que fichan puntuales balando el cante más alienante. todo igual en lo tan distinto a lo de antes. pacen para que el buche no hable. rumian, aran, obedecen, hacen que crecen cuando sólo renacen. son los del traje con segundero coordinado. son los que tejen y no tosen. son los que esperan turno, los de las celdas. los que piden permiso aunque no exista quién lo conceda por ser el derecho de antemano suyo. aunque no lo sepan. son los que levantan el mapa de cabo a golfo. son los que callan la alarma y los que la programan para echar persiana. son los del corre. son los del sigue cavando. son los de la correa a cambio de apenas tres ceros. los que bendicen la ironía de ganar explotando. aborregados señalados por gozar fortuna. diminutos insectos convertidos en señoritos al lado de los que ni siquiera al pan llegan. engranaje activado por el puerco manso que engrosa chequera al ritmo de su cadera gritando el burlón desmárquese_quien_así_lo_quiera.

de los últimos doscientos tan sólo sesenta quedaban. con su marcha el número se reducía y supuso que aquello pronto se esfumaría. de lo que hizo crecer para los suyos el sol y el frío serían testigos. poblado fantasma sería aquel sitio. calle sin nombre. pasado borrado. camino diario con las huellas sepultadas por la arena sin batida.

al irse la luz ya nadie sale. pesan las tardes y todos lo saben. en la derecha lo que dispone comienza a perder contorno. los números no cuadran. van guillotinando los dedos que cuentan. con el amanecer el cuento es lo mismo. lo reservado para lo fijo pierde equilibrio. nada es seguro. en la mano izquierda ayuna quien no perdona. y en el panal de abejas zumban obreras y zumba la reina.
las cigarras voluntarias se camuflan entre las obligadas. las mineras conserveras resbalan del listado. más mesas sin silla. menos carreras y ruido. de dos años a esta parte el juego dejó de serlo y lo serio parece recreo. nada es creíble. ni las formas, ni los rojos, ni los tiras_y_aflojas. nada es medible. ni lo perdido, ni los caídos, ni lo que queda. los que mataron tan sólo adelantaron en tiempo y susto a los que pasean ahora la vacía cesta. que como niños se aferra cualquiera a un trozo de mimbre sobre la marea. caperucitas... animalitos.

la caravana saldría en semanas. al irse de la sala el resto, las tres cabezas asamblearon sus miedos y acordaron empacar sus arrestos por otra vereda. levantarían su propia carreta. tenían caballos y mucha madera. incomunicadas como estaban sus vías perseguirían noticias. sin cabeza directora habría que buscar la tangente. si menospreciaban sus vidas por ser tres motas perdidas harían de sus negras vestimentas armaduras guerreras. como stella_tennant por la cámara de arthur_elgort. la casa a cuestas. lo hecho a otra parte. no cederían con lo logrado. lo suyo a su costado. como sus hijos. como sus recuerdos. como sus bártulos.
todavía no era más que la mecha de no dejar las patas quietas. aún no podían abandonar su evaporado sitio. ignorado hormiguero planeando con cabeza. los que renuncian a ser aparte _u olvido_ maquinan con tiento la ruta de la diligencia. de eso va el reto. de ser diligente cuando falla el dirigente. que haya suerte!

martes, 23 de noviembre de 2010

reinicio

puede que intentara retenernos. tal vez no se apagaba por evitar que le dejáramos sin posar los dedos. quién sabe si era el motivo de su testaruda desobediencia. cómo saberlo. poco importó una vez apostado por el riesgo. lo apagamos. se acabó. eso fue lo que pasó.

que tan distintos continentes tengan similares contenidos no es muy sencillo de asumir. en principio. que quien te mira posea lo que asegura no se sabrá nunca hasta _si es que llega_ la prueba. en el diario ves si la tecla del intro funciona, si da aire, si resoluciona. trabajándolo de continuo es como se aprecia si el comando ordenado es activo o se atasca en un no_responde irritante. si sus palabras hablan de lo que hizo y busca ser a partir del nuevo diseño no podrás más que creer en que serán sus poderes los que den vida a tus intenciones. en equipo. el escogido y el elector. que son lo otro en interactuado ciclo de ida y regreso.

murió la máquina. con ella nosotros. nuestros retazos en mil formatos se pusieron a nado para la pesca _lenta de caña de palo_ de quien los sacó de ese abismo donde nuestros esfuerzos _ignorantes ellos_ no llegan.

es fuerte. pisa segura y convence con sólo moverse. es la persona sobre la que dejarías caer tu osamenta si en el juego del padre gitano te lo pidieran. a pesar del ni_de_tu_padre. a pesar de las infinitas posibilidades por ser inexplorada era te echas. tus kilos mueren sin ojos esperando ser recogidos por los brazos del otro. lo harías. eso decías.

han sido meses. así como suena. tantos días sin ser instrumento que pasó a ser el aparato un sinsentido aburrido. no podíamos crear con sus tripas y desde que abortamos tareas cada botón quedó enmudecido. pulsar en vacío. teclear para no dictar.
de dos manos pendía el cofre encapsulado al otro lado del pantallazo en bucle. de aquella inesperada muerte nació a fuerza de lo obligado lo que no cabía antes del dardo. lo que marchaba se había parado. frenó en seco aquello en lo que confiamos con un recorrido asumido. con el cuerpo cada vez más frío la historia tuvo que aprender a ser otra. el ordenador nos mostró su lado tarado, su agotamiento o su ausencia de más recursos. sea como viera el monitor enlutado cambiamos de bando. si en un principio la falta nos cegó hasta obviar la ausencia del cuerpo, más tarde alargamos los plazos, dilatamos los tiempos, encontramos momentáneos suplentes y descubrimos que el fallo puede vivir _una vez por error_no más por favor_ en el nido.

las piezas encajan mientras giran en baile los tornillos. en armonía pareja parecen hacer de la tarea fiesta. déjate llevar. fíate de mis vetas. soy un árbol. somos las ramas abiertas. soy las puertas en par sin miedo al vacío, el martillo engomado silenciando lo malo, los cajones más capaces. soy erguido, soy tus piernas para cuando no alcances. soy un árbol. los cajones. soy tus piernas. soy un árbol _me repito_ con ramas para tu calma. soy cajones _esto me suena_ soy un árbol... árbol... cajones... ramas... árbol... árb... el pie se acelera y... ¡¡¡salta por los aires el líquido haciendo rodar cada tuerca!!!

astillas por todas las esquinas. silencio del motor que rumiaba bajo el parlante teclado. lo que creímos nos sorprendió a todos. con las manos en la masa, con las ramas de cama, con los tornillos haciendo salto de página, con el archivo iniciado más que en camino.
maderas y martillo sobre el suelo empapado.

en dos_family nos enseñan la imagen. lo que parece inservible tiene más días. parecía no ser útil y aprendió otra vida. había un botón que le convertía en limpio lienzo. donde posar ideas y planes de colores con garabatos. tan sencillo _basta descubrirlo_ como pulsar reinicio.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

otoño

que lloviera era un motivo a añadir a los cuatros pies acelerados. hacía meses hablaron de ello sus labios. de los mitones y los cuellos altos. de los paraguas y los achuchones combatiendo los pocos grados. la luz robada al día les precipitaba a la cena y al edredón hasta las cejas. eran noviembre y todo aquello era el icono esperado.

las tres habitaciones se besaban en un rincón que endulzaron con pastel rosa y papel pintado.
tres suelos se deslizaban hasta el punto que sore_thumbelina fotografió. cada piso con su historia. cada pavimento con su personalidad marcada. con pétalos y filigranas. de pelo corto y en lana.

pocos se atreven. no todos se lanzan a mezclar dulce y salado. y él lo hizo.

tres moquetas.
primera. pétalos dentados y cáliz con dientes triangulares. flores leñosas y tallos largos extienden sus planas hojas de base envainadora. el clavel es carnoso _de ahí su nombre en otras lenguas_ y luce por faralaes unos volantes gitanos que encienden de rosa, rojo o achinado a quien le revuelve las faldas.
segunda. del tallo la bráctea y de ahí las hojas restantes. ese es el cardo. nada aristócrata y silvestre. flor afrutada con aspecto piñonero. azulada y seca guinda en pleno centro de una corona de amables espinas.
tercera. crucífera de familia le llaman brassica_olearacea, lo que quiere decir col _col común_ pero con matiz. la genética ha logrado en el mediterráneo hacer de esta verdura un ornamental alimento. berza decorativa. repollo florido. redicho lo dicho.

por un motivo _tras juntar los seis contados_ puso a trabajar sus manos. así fue con la nata dulce y los guisantes salpicados. así ocurrió con la motera y los pantalones de lana aseñorados. sin pensar en el después ni en las miradas interrogantes. hacer con ojos valientes y no tanto cerebro cordero. ese era el innato secreto.

la galería, la habitación y el vestidor besan sus bocas. flores para el amor. flores para los que pisan buscando calor. nuevas miradas para los suelos que habitan. nuevas lentes para los focos que atienden. sin temor a ser correcto uno se desmelena y mezcla. heterogeneidad bien casada. multitexturas en coherencia. tres formas. tres aromas. tres colores. tres para los pies que caminan haciendo hogar donde posan. quién dijo que en otoño sólo nos resta esquivar hojas secas.

jueves, 11 de noviembre de 2010

prestado

de las dos imágenes de oh_my_milky en las que retratan esculpidas flores he optado por ésta. más cursi. también menos dura. pero eso uno lo ve cuando conoce su historia.

había conseguido dar con uno de los rifados asientos. llovían todas las nubes inventadas y los pies _a pesar de las botas_ se quejaban. contra el empañado vidrio que tapaba a la noche imaginó a tres receptores. los redujo a dos por poder haber recibido uno de ellos un par del trío. e imaginóse por un instante como continente de un corazón prestado.

aún existe la duda. todavía baraja la idea sin saber cómo dará forma a la ausencia. cuando le falte. cuando no se atiendan. aún se pregunta si hacer o dejarlo quieto. oscilan sus planes entre la vida que siga o correr otras ruedas. si somos más que lo que se enfría al rato de parar el motor o no no entra en la saca. lo que santo tomás pedía era _tal vez_ algo distinto a la falta de fe. quizá su petición era la súplica de un nuevo contacto. el si_me_dieran_un_minuto que tantos suspiran anhelando al que falta. puede que siga tramando cómo actuar siguiendo los miedos y amores que el santo pudo sentir antes de aquel costado al cual invitaron. está la fe. y está el querer por el tacto.

el bus tomó la curva para dejar la rotonda. de ser su órgano heredado sus ojos habrían _sin duda_ cambiado. y como la tromba de agua que caía desde esa tarde, le bañó con más fuerza lo que en ocasiones había visto algo escorzado. nadie es dueño ni de sus pasos. lo que arrastramos. lo que mostramos y bajo la piel nos habita no es nuestro por más que la magia de la vida nos lo diera al nacer. si escuchas, si masticas. si abrazas, si caminas. si fecundas, si dormitas. somos con suerte independientes de caja y alcalinas. pero no siempre. ni por siempre.

vestían pieles para el abrigo y lo horneado era cabrito. sobre la mesa un vaso con rosas secas decoraban la fiesta. a un lado la recogida leña. y la idea de cómo tenerle cerca bullía en su cabeza.

a diario abandonados cuerpos se hacen presente para encender otros pendientes del hilo. luego tierra. otros ceniza. y mientras se esfuman sus huellas físicas ya están estrenando nuevas escenografías. el jardinero es ama de casa. la empresaria es camionero. el abuelo es niño de cinco y médico enfermo.
bajo la cáscara. en silencio para la vista. retumbando dentro de la piel está lo que donaron para que siguiera _quien fuera_ respirando.
llegó su parada. abrió su paraguas. aquello no remitía y con el tambor de las gotas tecleó su renuncia. no soy mía _se dijo_ caminando segura. no más que si cualquiera de mis vísceras trabajara conmigo una segunda vida. no más que si alguno de mis órganos hubiera sido regalado con los ojos cerrados tocándome la lotería.

la duda en la solapa. siete flores cinceladas dando otra forma a lo que fue.
ni su mano ni su entero. ni su polvo ni sus pelos.
cuando la mano toca no busca creer que sigue lo que no ve. cuando los dedos abrochan las flores sienten más cerca parte de lo que ni siquiera era de ella. la tibia se hizo calor para acercar lo que de otra manera es.
un broche heredado. algo prestado. como todo. como estamos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

humos

al abrir la maleta la bofetada escapó de la lana. entre la ropa y las botas cuatro días de estufa de leña y chapa. durante unos momentos reprodujo su jaqueca. el olfato era el viajero que le recordó la prisión encamada de aquel día y medio en el pueblo.

contaba con riendas. pero el lomo iba sin silla. los pies descalzos. ni estribos ni cincha. y esa mañana debían salir trotando. les esperaban. hacer lo correcto tronaba de lado a lado. estaban ellos y les cubrían los otros.
las imágenes superpuestas en un collage difuminado variaba por instantes. nada era como lo de antes. o tal vez se equivocara y lo que veía en su retina borroso era la misma historia de siempre. los pesos en veladura le restaban plumas de los brazos cortando su alado. las sugerencias, las peticiones, las frases caídas, las intenciones, los planes ajenos, las miradas dichas. todo de golpe le aparecía y se le retorcía.
había un camino. debían andar y hacer de su día un completo. dónde posar cada herradura, cuánto tirar del cuero en cinta, era la duda. ninguno de la pareja supo de primeras cómo afrontar la ceguera invasiva.

recordó aquel laberinto de esquinas que guardaba un desértico hielo con pulgas. el silencio era más gélido que las superficies pulidas. y los grados bajo cero herían en quemaduras.
sin entrar se diría que la paz blanqueaba aquel sitio. con los pulmones cargados del aire que allí congelaba se apagaba la llama. la estepa rusa encumbrando la más fría. guerra sin balas. armas vacías.

tras tanto vivido en equipo las horas últimas resultaban menos jeroglífico para el equino. ellos, que saben leer de otros caballos y de humanos, distinguen el miedo de la furia, la confianza del ansia, el deseo del dolor.
sin diván de por medio hizo tender el cuerpo de quien veía de más y sin receso. y allí tumbados respiraron la idea de hacer de la leña un árbol más fuerte. permaneciendo todos erguidos frente a multiplicados ecos de aullidos.
de sien a sien una corona espinada de la que manaban lágrimas por no ver nada. para su frente eran ya puntas convertidas de las plumas que habían ido prendiendo de su cabeza los que no daban a comprender _algunos ni pretendían_ lo que su ojos cargados de flashes pedían.

de entre las prendas de abrigo empacadas lo combustido _tras asustar al olfato_ se esquinó en el ring con los cubitos helados del bélico lugar recordado. y en aquel cuadrilátero no se pasó al segundo asalto.
el fuerte aroma a quemado venció sin batalla al falto de olor blanco frío. el hogar desatado a la corrección forzada. la fluidez sin calendario a las medidas tomadas. la carrera embarrada al zapato apretado. lo que el amor clama ganó al bramido del decálogo de conducta. la risa _incluso tonta_ acalló la vergüenza estúpida. el pase_quien_traigas borró a los prejuicios del plano. la buena cara al mal tiempo. la remendada lana al qué_dirán_si_no_me_peino. herencias frente a apariencias lleváronse el gato al agua.

el brazo _aunque parezca raro así llamarlo_ del corcel lucía una palma sellada _loveology lo enseña_ pidiendo auxilio. que posaron la diestra solicitando miras calmadas. los ollares del animal tomaron para sí el revuelo y despidieron el freno.
avanzar no ha de implicar forzosamente ir derecho hacia el frente.
qué dolía a aquellos dedos marcando el blanco pelo moteado. qué irritaba desde el mismo centro a quien veía salpicadas imágenes coincidiendo. las demandas. el día con caramelo. la ayuda servida. ser guía y no centro.
sanar arañazos de un errado camino puede lograrse. por la senda menos directa o más empinada a veces se llega mejor a destino. no siempre la línea recta es lo bueno.
y la zozobra que obra en la cabeza bombardeada encontró cauce en el relincho callado. así se hizo más uno el conjunto. así maclaron las piezas. del menudillo de la mano izquierda a la pospierna sobre el corvejón diestro con cada echado cachito sobre la alfombra del salón.
jinete enfermo hace al caballo cojo. la carretera a ciegas se rechaza al dar con la vereda con lentes puestas. si uno es mitad el par no es unidad perfecta de no hacerse mezcla.

no se escoge el olor a chamuscado. ahumar las prendas hace girar lavadoras. pero supo que lo que por la cremallera en bostezo se colaba era mucho más que madera quemada. que para malos humos los del helado mundo donde el amor va en probetas.

el caballo habló el idioma de quien tacharon de indio. vieron sus cómplices ojos el socorro pedido. supo leer la humareda que la tela hecha tapa dejaba descubierta a trazas. tanta leña amontonada entre las chispas y brasas eran algo más que fuego encendido. eran señales. señales de humo. para quien lo entienda.

viernes, 5 de noviembre de 2010

brotes

eran más. muchas. muchísimas más de las que cabría esperar poco tiempo atrás.
siempre que lucía su brillo al andar comenzaban a encenderse las bombillas.
más. muchas más de las que alcanzaba a abarcar. eran tantas que no podía atenderlas.
sentía que las perdía. más ideas que días. eso tenía.

la sístole del niño que aprieta los puños y labios. contiene el grito que sustituye a las palabras que aún no acierta a colocar en su arranque. el plan atraviesa su frente y sus piernas trotan.
la sístole de la que navega y a ratos bucea. el aliento sostenido entre resignados suspiros. tanto pez ve que hace su particular banco con cada barco lanzado a nado. y para_qué preguntan sus dedos mientras reservan lo que la red capturó para ella. pupilas cubiertas que corren a rincones donde dibujan y construyen mientras los sueños planean. donde ella crea.

guardó para el por_si_algún_día. recortó con la afilada cuchilla los que si tuviera otra vida serían de su autoría. archivó guaridas. protegió de la quema letras y pétalos a punto de hacer cenizas. compró con la apuesta. encontró. esbozó en un cajón posibilidades que en parte ya daba por muertas.
y en la pared de aquella sala el colgador se cargaba. en on_montague aparece el perchero con sus diez garfios entre generosos y anzuelos.

en diástole escucha a su abuelo el niño. que eso no se toca_que te queda grande. en el reposo los oídos se abren y percibe la locura del instante anterior. el cauce riega su prisión y deja a un lado el caballo. silencia los tiros y todo vuelve a su sitio.
en diástole dilata sus ansias y detiene la lista. no acumula cuando se llena las manos de calma. relajada es cuando analiza y se suaviza. bonito que pesca, bello que lo deja. sin retorcer ni un segundo ni la malla ni la pita.

lo de una taza para cada no le bastaba. gozaba de todo cuanto rotaba y de la variedad degustada. los siete pares para cada día no le valía. tampoco en los trapos. nada contado. sumaba según se prendía.
así guardó, recortó, archivó y dio guarida. encontró, esbozó y vistió el colgador.

el motor trabaja por el sube y el baja. se achica para el empuje y se ensancha para la recepción. dos movimientos que encadenados dominan el ritmo de la vida en negro y blanco de dominó. los ejercicios se complementan alejando cualquier intento de dictadura. ni se genera de continuo ni se está siempre a la espera. no todo es trabajo. no todo es siesta.
las arterias ordenan al corazón a seguir sin perder paciencia. sístole para las ganas. diástole para las horas. es el bálsamo justo a punto del reventón. es la bocanada para el viciado enganche.

acababa de sentir otro. era de los delicados. especial y frágil. tanto que no supo bien cómo conservarlo sin que le rozara algo y perdiera el halo.
se detuvo. su pechó se encogió. de nuevo ese peso.
tomo el aire que pudo y colgó el nuevo brote. para más tarde. para otra vida. no halló la ocasión.
latió el corazón.

lunes, 25 de octubre de 2010

entrañas

siempre con flores.

está encamada. y sin mostrar la boca, en una de sus más íntimas fotos, regala su sonrisa. con la vida acostada. con las ganas hechas trizas.
para no estar sola. dicen que era su fuerza y razón. para acompañarse y no enloquecer de dolor. para eso comenzó probando hasta llegar a los autorretratos.

deja que se te suban a la cabeza.

bella. siempre ella. de frente. con los ojos rotundos. dando la cara hasta de espaldas.
con más de treinta intervenciones entre pecho y lecho acorazó su cáscara con colores y guirnaldas. un corsé tras otro abrigaban de arte su sensibilidad en tiritona. y triunfó en su destripadora escapatoria.
deja al descubierto lo ambiguo de su entero. la división casando lo imposible de parecer lindo en conjunto. el binomio tan real como delirante. el dolor y la dicha. el llanto y la risa. la muerte y la vida. la calavera vacía y el corazón con su don. un elefante y una paloma. el grande con la chica. los terceros de juego y la pareja perfecta.

dame bonito para que no piense.

recorriendo sus venas hijos sin término, la bebida, la ruleta hasta la hermana, cuatro dedos menos, los gritos, dos casamientos para el mismo y un tranvía. el silencio pesa sobre sus ojos y no son _como dicen_ sus cejas. la resistencia de sus días se enquista en anillos y tocados floridos, en volantes de colores vivos y en un ceño corrido.
directa, desnuda sus ardores y dolores. ni pusilánime ni esquiva. con las curvas talladas por la aún torpe medicina lega sus tripas al tendido no entendido en arte vital y forense. con su catre como escena y su dosel como telón. a diario reestrena con pincel salvaheridas su vida.

lo mágico que creas me lo pongo para que lo veas.

tras la cámara, nicolás_muray. dentro de ella, su diego. y así que repitieron.
seis mil imágenes que nadie conoció retrataron su personal tortura escapada a ratos.
más que a su piel al marido. la columna elongada de arriba y abajo. jardines con arterias. lo onírico. los peinados. el cuerpo sentado. el sustento quebrado. la fuerza. y desde cualquier punto ella. mirando. su mundo. ella.

las flores en mi cabeza son lo bonito de esa magia que me regalas.

tú que eres el que complementa mi imperfecto, tú que asomas tu escucha a mi cabeza abierta, me das tus ojos como reposo y guía. en la oquedad de esas cunas me mezo y busco el tiempo. a tu lado, con tu cráneo a mi vera toman sentido mis manos.
los colores pardos con los fresados. la filigrana con la frutilla. lo diminuto con la explosión festiva. sobre la mesa todo. sobre la cama las almas. y en mis deseos la creación a punto de lograr la rienda suelta.
tus vísceras vaporizando la energía más inmensa bañan mi yo privado. por mis cuencas la incredulidad en brote espontáneo. tu peso desvanecido se hace abrigo y sobre el perchero rojo tu caja ósea. limpia de ruidos. sin fisuras y _para mí_ abierta. eres tú. y yo soy esa.
vivir con el dolor reservado hace que la casa se haga universo inventado. colores para calores. micromundos conformando el uno. la muerte limpia de oscuridades y negruras. el amor por todos lados. infinito. desbordando. cómplices iconografías. el corazón. cuatro letras. los besadores. y dos cabezas. una pelada y otra tocada. el hombre. tú. mil flores. lo que somos despojados. y ocupando toda mi mente la eternidad a tu lado.
para sellarlo, para _a diario_ casarnos, hicimos de mi risa en llanto un explosivo canto.
la magia que das. lo bonito que me lleva. en lo alto de mi testa. las flores.
las calacas se miran. sus ojos, las entrañas, son las que aman.
son frida. son vida.

jueves, 21 de octubre de 2010

direcciones

comienza la semana y corres. te apresuras creyendo que así acelerarás los ratos y atraerás al sábado. el miércoles tus tacones son estacas y antes de que dé comienzo el viernes empiezas a pisar el pedal que bajará revoluciones. no tan rápido. tu voz se ahoga. haya calma. tu pecho se agita.

renunciaste a media hora diaria más en cama por dejar tu melena larga. decidiste hacer de tu casa un refugio lleno de rincones con pequeños mundos en los que los cuentos suceden. regalaste parte de tu menaje y diste vida a platos y enseres que nadie quería. descontextualizaste tu armario y organizaste una fiesta donde lo lencero conociera al gastado cuero. tus labios marcados aprendieron a no contener más besos. y cuando hubisteis encontrado el mágico tiempo decidisteis hacer del milagro un nacimiento.

sueñas con borrar tu sueño. tras el fin de semana los días son un tobogán a la contra. subir por la rampa en lugar de bajarla. reptar por la pendiente cogiendo carrerilla porque no ves la escala. te pueden las ansias. y a punto de la cima las dos agarraderas te animan a girar para bajar de nuevo el curvado acero. y tú sin aliento. que pides tiempo. que pare el segundero. de pronto, allí arriba, comprendes la brevedad de la mejor vista. de pie donde todo se ve comienzan a pedir que te lances. lo dicen los que esperan. los planes. las citas. las horas de sol dormida. los dos desayunos, almuerzos, meriendas, cenas y lo que entre todos ellos picas. que saltes te gritan. tu cabeza gira. observas y lo detendrías todo. deslizarte hasta la noche del domingo es el juego. y una vez abajo es donde empieza de nuevo.

volcasteis la casa para que saliera el sobrante. lo que venía ocupaba bien poco pero no así su mundo. organizaste tus horas. tus prioridades eran otras. de las vías de tus días optaste por la que mejor te latía. menos entradas para tener más salidas. prendiste las luces e indicaste tu desvío. pero eras mujer y el dinero hombre. tu largos pasos asustaron. estiraste más tus dedos pero no lo quisieron. la misma entregada al máximo reducía su horario y se molestaron. dejaron de verte como la diosa activa de los múltiples brazos que seguías siendo al salirte los que asían el pañal y el carro. en mitad de tu carril una zanja. la oferta tirana de estarás mejor cuidando del bebé en casa. tu motor seguía bramando.

en tu paladar sigue el sabor descubierto. el mejor paisaje dura un momento. y con la calma del tesoro hallado ves a tus pies la escalera. la ruta correcta para dar con las vistas. el del esfuerzo es lo largo de los peldaños. pero es ascenso y te acerca a ese cielo. el recorrido de lo buscado es un volado. el premio es fugaz y breve. las cosas corren, no se suceden. y ese es el juego.

dijeron que paseabas tu decisión a la contra. dijeron que las capota _como serge leblon fotografía_ debía mirar para el otro lado. que tu sentido no lo tenía. pero las ruedas giran y tú sabías lo que hacías. con el portazo aún sonando en tu capó organizaste en tu casa otro universo. con vuestros huecos. con firme avance. y dos regazos para el regalo.

enredarse en el maquinismo del curso no deja ver el columpio. quien no sepa combinar los dos mundos correrá por autopista y se perderá los pueblos diminutos. la moneda que dirige una empresa no sabe bien lo que lleva. la dirección yerra.

lunes, 18 de octubre de 2010

playa

desde que vio una cabeza de alce trabajó la suya la idea. hasta que confluyó todo. estaba la chica. había una mesa. el escogido aceptó. encontró un pez gigante. amaneció brumoso. sería para ellos la arena. reunió los manteles y telas. y alertó a sus cámaras de fotos.

a veces de un pequeño botón surge la prenda. se alquila un piso y no otro por abrigar al piano. se invita a toda familia evitando dejar morir tanto plato. de la mirada al amor más largo. por el aroma a pan tostado desayunó y sentado. de la cima asomada al pedrusco sumergido más gélido.

tiempo después de aquella germinal testa dio con la cornamenta y la orilla se hizo estudio para ella. rosanna_anson elaboró el previo a la sesión relatando el cuento de la mujer que con el salvavidas esperaba. la chica que al final fue la rescatada.

por un corazón entregado y de bombeo dañado concurrieron cámara de vídeo, dos litros de cocacolight, mandarinas con galletas, una manta, pantalones ahogados por las botas, un arnés y las croquetas.
la razón con su emoción y patas temiendo el frío. la enamorada con la toquilla rosa para cuando el viento azotara. y él. con su gorro, él.
las olas sonaban en un tres por dos. tenía que ser aquella orilla la que quedara como fondo porque un día les recibió con las puertas dejando pasar la brisa más fresca.
nadie más. puro desierto donde el trío corría rotando parejas. tras el objetivo el ojo _de una o de otro_ capturaba la carrera, los besos y las indiscretas huellas sobre la lamida arena.

por el placer de hacer realidad un cuento. por el deleite de dar forma a lo ideado convocó a los voluntarios y dispusieron la cena y vistieron el lecho. el bogavante del cubo tan falso como las astas pala del rumiante. cuello corto, cabeza grande. y en una de las hamacas con katiuskas rojas y vestido rayado la marinera a la espera.
la fotógrafa desgranó su historia en un puñado de escenas y lo registrado es lo que le latía desde hacía tiempo. lo surreal para el mundo y tan vital para ella. una velada servida sobre las orilleras más tímidas. el amor de una mujer y un mamífero entre ciervo y equino. su encuentro. sus viandas. su postural aristocracia. su lado del colchón. su mesilla. telón.

el frío de una tarde de octubre arrima los cuerpos. las capas se amontonan. las carreras se provocan. y la perra _marquesa en celo_ se hace de pronto ovillo bajo el calor de la rosada lana hecha ganchillo.
los grados en airoso azote decidieron que bastó. y en la cinta de la grabadora quedó descrita la improvisada tarde que desde que nació como idea fue ya un regalo.

el casco de alce con sus arbóreos cuernos llevó a una cena y a una sesión que nadie encargó. la artista que no cobró sonríe por las fotos de su sueño como pago.
el cuerpo y el interno de la que nos trae de cabeza nos hizo viajar hasta la costa. trasladamos nuestra otoñal salita con la intención de regalar a nuestra pompa la libertad de la playa. que a nosotros nos quedara el vídeo donde su blanco cuerpo corre y su hocico con belfos ronronea y nos besa.
por la pequeña se hizo la tarde del domingo un trocito de futuro con escenario playero. y para ese ahora eterno no hay dinero.

sábado, 9 de octubre de 2010

calor

de camino a casa me decía que lo había heredado de ella. mis nuevas flores dentro de la bolsa que tragó el bolso se sumaban a las tantas otras para hacer de mi mundo un florido escenario. a mi abuela materna le gustaban. estampados de flores y tazas de porcelana. y si antes lo veía a distancia ahora me siento florista. comencé hace años. poco a poco. pétalo a pétalo. sin proponérmelo. y el jardín que me rodea esboza mis sonrisas quitándome frío.

huyeron abandonando lo cotidiano que se hace moneda de oro encofrada y sumergida en el olvido. en silencio se desdibujan los límites y se hacen boceto los objetos. los rayos por las rendijas y cortinas mal corridas devoraron día a encía el color de cuanto veían. comiendo a hurtadillas por no haber nadie en casa. de manera furtiva al principio. un sol tímido. a sus anchas con el tiempo. haciéndose amo de todo lo que fuera lamiendo.
hay quien captura estos olvidados en la plenitud de desgaste magnífico. los exploradores urbanos fotografían la decrepitud más bella. espacios que ya nadie pisa. paredes que ya no cobijan más que empolvados trastos del pasado. son rescatados descubriendo la hermosura de lo que hubo vivo y ahora habla sin palabras. algunos oyen. el flash se lanza.

unas botas de cordones con tela sembrada de flores. las punteras diferentes _que no hay idénticos brotes_ serán la avanzadilla. vestirán mis pies una selección de todas las que en mi jarrón lucen. de varios tamaños mejor que menudas y distantes. solapándose. asomadas entre el verde de sus bufandas. sedas de petit point o vidrio. hogar para lo mío.

en una incursión urbex se retrató _abandonat lo hizo_ lo más cálido del frío. un almacén. radiadores que no abrigarán a gente tienden su colchón de fuelle a lo más vegetal de lo inerte. en ovalado marco resalta el color de tres rosas tras manchas que el tiempo posó. acostadas se mecen en la soledad de su urbanita desierto. el palé habla de industria. el ramo pintado de salita. y el metal vacío de agua humeante se multiplica y superpone _como mis flores_ para el calor.
a lo difunto, florida vida.

miércoles, 6 de octubre de 2010

fresa

antes de cerrar el día. cuando el cielo calla. cuando las luces nacen sobre lo apagado de arriba. toma su taza. se aferra a ella con ambas manos. y sorbe.
si tuviera las piezas a la vista extendería sin duda los dedos. palmas abiertas. los diez con la deidad asumida. controlando. sabiendo cómo ha de seguir la partida.

tal vez la 86 sea mejor. el cuerpo _más hembra estos días_ de la que ronronea mi vida es hoy una niña con la 80 europea pidiendo más_cuello_por_favor. estrena una rana rosa que asegure su pañal y sus pasados 10 kilos de perra sin queja se dejan. que ya ni recuerdo si dí a luz a esta vida. que entre la duda de esta locura está el invisible umbilical que nos tiene conectadas. haga _ella o yo_ lo que haga. y al salir a por su nueva prenda para hacerle más dulce la hormonada guerra he reproducido su tamaño, su altura, su ancho con el radar materno para su cría.

su pecho es un tambor. sube veloz para oprimir en un delirante vaivén. el sol acostado da brillo a todo lo que haría si saliera de la rueda. el calor de la taza invita a concentrarse en los giros de las burbujas del líquido. y las opciones descartadas y a ratos perseguidas surgen de cada una convertidas en videntes bolas de cristal. puñeteras. tan chiquitas como chinas en zapatos viejos las ve renacer con su descanso previo al sueño. y con la distancia de quien renunció a ellas se lanza y las bebe.
un hogar con paredes y suelos blancos. madejas de mil colores. caucho punzado. telas combinadas. letras pulsadas sin alarmas. ganchillo resucitando lo desapercibido. flores. paseos de encaje y sedas. el horno. mantas y un sol de invierno sin techo. acuarelas y lapiceros de hilo. el maniquí despierto. los libros abiertos. el jazz y la orquesta. la furgoneta. los lazos y los sombreros. animales. mermelada y queso. lo blanco. el agua. sus ojos. su barba.
mira a su izquierda y deja lo que sujeta. la vista fuera de lo batido _que penny_lanee muestra_ retorna su escapada de la galería de soñadas fotos a lo tan real que ha construido. son equipo y viven en lo que levantan como paraíso.

rompí una camiseta negra para que fuera su cuerpo. de momento. desconfiaba de los tirantes dejando de más al aire. y así ha sido. aquel gesto in extremis apenas duró. y ante lo nuevo servido un tenedor hecho de manos. la improvisación me ha llevado a la planta de niños.

al no haber cacao en casa la fresa se hizo de leche.
lo que alcanzas es lo que tienes.
sólo hay una. la taza y media no existe.
abraza el asa. bebe. y sonríe.

lunes, 4 de octubre de 2010

pez

entras a bucear y das con laia_llorca. te enamoras de sus bocas y te atrapas con sus ojos. cuelgas en tu entrada una de sus miradas y te imaginas maquillando pedazos de rostros en una pared en blanco. envidias el don. vuelas soñando su arte en tus trazos. esos instantes a brochazos.

entre todas las cajas que tenía en alguna rezaba una pegatina con unos ojos. eran ovaladas. guardaban todas las cosas que iba viendo y reservaba para más adelante. y ya sumaban más de dos.
a las palomas bebé no se las ve. en un mes su cuerpo es adulto. en el nido donde aguardan para dejarse ver sus mayores alimentan sus picos y pupilas. cuando bajan a la plaza se dan a la caza de asfalto sin trampa y de migas. qué hacer con la tierra prometida si no tienen tiempo para darle cabida.
almacenadas tantas miradas como planes coleccionaba por no encontrar las horas. y en su rostro las cuencas. hambrientas.

el que nada no es el cazado. en el agua han de sumar las dos escenas _derecha e izquierda_ para hacer esquema de lo que surcan sus aletas en nado. en formación sobre hielo escarchado su paisaje es menos natural, sin mareas y no tan puzle. tras la tentación del piercing en sus labios lo que su mente recibe es la opinión de uno de los lados. tan sólo un ojo trabaja. el otro _tapado_ no tiene ya licencia para hacer otra cosa que seguir soñando. el rodaballo como el besugo. en su mar es donde dan uso a su punto de vista. tras la pesca los ojos no mojan más allá del llanto. no es lo mismo un pez que un pescado.

rojos. blancos. negros. hacen comisuras donde asoma el cristalino o los dientes. las mezclas de colores en sus manos obligan a los tonos a sonreír, a dudar, a sorprenderse, a emocionar.

puestos a hacer orden en lo suyo se detuvo en ellas. tres llenas y una a poco de completar. cada caja abierta bañó de ruido la sala. para quien lo oyera.
los para_luegos los que más subieron. eran ligeros. menos etéreos los algún_año. haciendo daño.
el alabastro rodaba por el aire de lado a lado ordenando a la nata semitranslúcida de su centro que añadiera barullo al destape. aquellos ojos que prometían hicieron sonar su vidriada esfera contra cualquier objeto que se interpusiera.
y las tapas tan atónitas como la dueña bajo la tormenta del salón.

el hambre desdibuja los límites del charco y creyéndolo océano soñamos. el pez no cuenta con la red. guardamos deseadas vistas que no saldrán a pista. bocas prietas. ojos inundados.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

traje

y en ocasiones le quito de mi tiempo y entrega. es cierto, negarlo es mentirme y no mirarle a los redondos ojos clavándose en mí.

de alguna manera intuía que debía prepararles. preguntó a los hombres si tenían trajes oscuros. era una señal que tan sólo ella supo situar. hubo abrazos más prolongados y repetidos. hubo te quieros. apañó su camino como quien arregla papeles. y partió cuando hubo.

reproduzco su aroma como extensión del mío. conozco cada esquinita de su silueta. cada pliegue y poro de su cuerpo prieto. baila mi mente dibujando de memoria el caminar de sus traseras. me sé sus manchas. tengo hecho un inventario mental de sus texturas. los diferentes ruidos que produce los hago míos. entiendo y traduzco su lenguaje. el de sus múltiples ronroneos y el de sus gestos. para sus kilos mis brazos crecieron. en mis huecos su cuerpo encaja. y en mi alma se coló. un motor más. tan vital como el aire.

examinaba el final _o comienzo_ de la trompa del inmenso mamífero. yann_orhan así lo cuenta en su foto. formaba parte de su momento. ellos se amaban recorriendo los delgados pliegues entrecruzados de uno y la sedosa continuidad de la otra. la femenina palma de ella surcaba la retícula y pelaje con escasos pelos aisladamente dispuestos. por sus labios adivinaba el animal la porcelana de la frágil dama. la coraza prehistórica del grande se blandía contra vientos por la que descifraba cada emoción en sus gemidos. desde los infrasonidos hasta el barrito abanicando al mundo la mujer reconocía su estado e intercambiaban cuidados. todos los días. a diario.

algunos ya lo saben. los importantes. los que ven y no pasan junto al perro.
cómo resolver la cesión de quien es tu empuje, tu hija, tu amor, tu abrazo, tu escucha, tu vigía, tu par, nunca es igual. cada caso tiene un mapa. cada quien tiene su campa. un desenlace que se esconde para surgir cuando todo _hasta la última lágrima_ ruede.
todos los registros imaginables quedan breves. la figura, las ropas, las fotos, el audio, los muñecos, el cuento, sus nombres, el vídeo, el bebedero. son accesorios.
el cuerpo que tanto sé y conozco. la anatomía que infinitas veces recorro. ese olor. el calor. las curvas. su todo... es más que un traje. más que envoltorio. por eso, cada tarde en la siesta y las noches que me regalo a su vera, me la como.

¿cuánto cavó para atrincherar a su paquidermo? tras días sacando a pala la tierra logró hacerle hueco. dicen que fue entonces cuando crecieron las cordilleras más altas. que de lo que extrajo nacieron montañas. y que tanto ahondó en su tarea que la oquedad madriguera para aquel cuerpo dejó apenas del globo la corteza. tal mundo fue para ella.

martes, 14 de septiembre de 2010

invernadero

la principal función del invernadero es la de proteger el proceso de crecimiento y cultivo de las semillas y especies más débiles. él lo sabía y en cuanto dio con aquella singular semilla supo que debía construir de nuevo uno. tal vez sería el único. hasta entonces todos habrían sido erigidos en vano.

aprendió a solas. se hizo profesor sentado en la silla de alumno. asumió los dos roles e hizo sus conocimientos mayores a base de esquejes y brotes. rodeado de botes fue como creció. en cada frasco un proyecto. en cada vidrio un sueño. entre algodones.

los invernaderos suelen ser de utilidad en jardines y huertos. y él que no era ni jardinero ni hortelano decidió hacerse con una casita de muñecas vidriada para su simiente encontrada.

si esperaba el tiempo que el reloj no cantaba en aquella casa veía crecer la hierba. y si aguardaba aún más tiempo presenciaba su cambio de verde a amarillo. con esa eternidad por manillas dibujó en su maduro elevados cuentos de imposibles reinados donde una princesa con él bailaría sonetos ajustados a sus cuerpos.

de estos recintos, los aislados tienen menos capacidad de proteger a las plantas de las malas condiciones atmosféricas o de temperaturas extremas pero tienen la ventaja de recibir gran cantidad de luz por todos los lados. la flora obtiene en estos espacios los beneficiosos rayos ultravioletas durante todas las horas de sol de la jornada. el invernadero aprovecha el efecto producido por la radiación solar que al atravesar un vidrio o el plástico calienta lo que vive en su interior. y con ellos a la flor que nació de la maceta donde sembró lo que halló aquel día de refilón.

tan feliz corría alzando las yemas por creer que algún día se darían sus sueños como años más tarde radiante visitaría cada nada la burbuja donde vería tomar forma a su cuento. cada día un pétalo virado. el color más rosado. el verde aterciopelado. los infrarrojos con más onda que el sol regresando del vidrio. y el calor atrapado.
era su reina y princesa. era la que esbozó y sumó formando. con sus maneras y tallos. con sus pistilos y talles. era una dama tan frágil como lo son los sueños. tan volátil como el castillo con las olas lamiendo. tan mágica como la purpurina en el rincón inesperado. y para ella levantó el invernadero. a cambio ella lució para él su corola por corona.

dónde está el límite arriesgado donde la realeza puede pasear su capa sin hacerse harapo. cuál es el dentro y el extrarradio. a cuánto de su aposento podrá asomar su sueño sin exponerse a perderlo. a cuántos grados. a cuántos menos.

entre las paredes vidriadas los días ralentizaban las horas en un ritmo victoriano. la humedad era la idónea. las notas pendían de las hojas resbalando como caricias. pero fuera de aquel microclima corrían dragones, surgían ventiscas, crecían las trampas... o eso decían.
cuando niño escuchó de las leyendas de las tierras frías donde apenas algo verde crecía. entre los riscos y cuevas halló vida con la que borrar lo que oía. cuando años después tenía a su regina creciendo quiso dar voces al mundo mostrando la flor a la que nadie logró dar cultivo. le tentó la emoción. su felicidad se la jugó. y con la ceguera que da la dicha expuso a la diferencia térmica a su niña. su orquídea. su dama. su amaranto. su clavelina. su coronada. la de karin_mathilda. su diente de león. su peonía. sus pétalos de porcelana. su único tallo. su siempreviva.
la sequedad, la lluvia, la nieve, el viento, el sol sin filtro, el granizo y todas aquellas manos asustaron a su pieza. fuera de tiesto encogió su cuerpo.
en algún pliegue de sus archivos diseñó en su día un salvamento. un rescate escalando alto. un caballero hecho jinete. entre todos sus relatados _en silencio_ cuentos preparó un por si acaso. la reina lloraba savia. sabía que se le iba. agonizaba.
encontró el plan hace años descrito. algunos pájaros, las abejas y otros insectos polinizadores transportan el polen de una flor fuerte a otra débil. portan las auxinas de la planta más sana asegurando la polinización de la necesitada. así que se hizo volador y cargó de polen sus manos. las atenciones y cuidados que procuró a su flor construyeron un capítulo del cuento por sí mismas. y fue tal la mejoría de aquel brote que amplió su reinado pudiendo vivir al otro lado. cantó lo inventado. y contra todo pronóstico _salvo el del nuevo alado_ la flor que languideció logró hacerse con lo venidero. y dentro y fuera de la vitrina invernadero se hizo piropo _valiente requiebro_ para el soñador jardinero.