miércoles, 16 de enero de 2008

encerrada


los niños son maravilosamente niños. maravillosa y afortunadamente. insisten en que pompa tiene que ir este fin de semana. me quieren a mí también. pero eso, también.

las sensibilidades por ocupar el lugar de otros van surgiendo a medida que nos van rozando. pensamos más en las barreras arquitectónicas y urbanas para minusválidos cuando adoptamos un par de muletas por un mes. insensibilidad que se arregla con la convivencia.

desde que vino pompa a mí me fijo en la pegatina de no admisión de perros en los comercios y bares. la dueña de una carlina de 8 años me dijo la tarde que conoció a mi pompa que ella no entraba allá donde no admitían a su perra. exageraba, me lo estaba afirmando con la cesta llena en el supermercado de unos grandes almacenes donde no admiten la entrada de animales. exageración, pero algo de verdad esconde. vaya o no con mi perra me fijo en la admisión o no. y confieso que ver el prohibido algo hiere -en lugares de alta higiene se comprende-. curiosamente, la prohibición es menor cuanto más provinciana sea la urbe. y llega a desaparecer en gran parte del resto de europa y eeuu. aquí aún no tenemos suficiente conciencia de carril bici, de reciclaje, de rampas y elevadores para sillasde ruedas, de animales de compañía fuera del hogar...

a los niños de mi amiga les ha dado la perra y nunca mejor dicho. me he visto encerrada a preparar un viaje que nunca he hecho. en tren de largo recorrido -recién inaugurado tren- y con mi perrita en un transportin. sí, a pesar de escoger el tren más rápido para evitarle molestias tendrá que viajar en esta jaula. sus muñecos pato y pingüino, su hueso pequeño, un empapador y la bolsita donde la portaba de bebé ya están a la espera de que entre refunfuñando. estos esperan para hacerle más llevadera la encerrona. en nuestro destino le esperan los niños para encerrarla entre sus abrazos, carcajadas, besos, trastadas y juegos a prueba de cachorra.

esto último lo lleva bien, le gustan mucho los niños y estos dos son viejos amigos. lo de viajar con sus objetos queridos viéndome a mí al otro lado de las rejas...

nos vamos, niños. nos tendréis de jueves noche a lunes de buena mañana. pompa aún no entiende que os va a disfrutar tanto como vosotros a ella. de momento ha entendido que ha entrado un bulto en casa donde antes le hemos dejado unos segundos, de prueba de tamaño, encerrada. y no le convence.

menudo trajín para viajar con un animal de compañía. dicen que debe pesar menos de 6 kilos. ¿colará si digo que le pesan los nervios por el encierro? cruzaré los dedos que ella ya cruza sus patitas traseras a modo de cachorro al dormir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chucuchu, chucuchu...vamos de excursión...niños atención...viajeros al tren...perrita también. Señor jefe de estación, toque usted el pito, que es muy bonito... Así me cantaba mi abuelo.
Que Pompa no lea en el viaje para no marearse

larraitz con pompa dijo...

qué salao el abuelo...
bienvenido voyage, voyage
et merci bien!

Anónimo dijo...

Estoy segura de que pompa hará ese viaje con mucha dignidad, menuda es ella.