domingo, 6 de enero de 2008

calme-toi


a seis minutos andando desde mi casa descubrí mi gran regalo de navidad.
fue la mañana del 26 de diciembre. a solas con mi pompa de paseo.
de pronto... empecé a flotar.

si haces por dibujar en tu mente la cara de un niño la mañana de reyes
estarás imaginándome en ese momento. abrí la boca y corté la respiración. paseé los veinte metros de senda hasta mi recién descubierto tesoro, pasó a haber menos gente que nadie, se pararon los segunderos y olvidé toda conexión a la vida real.

maravilloso

delante de mí el más mágico carrousel que jamás pude imaginar. me había colado sin darme apenas cuenta dentro de un cuento donde los caballos viajan en dos plantas entre espejos que reflejan luces y colores pastel. mi regalo fue perfecto. un carrousel viajando sólo al compás de una música delicada. un carrousel sin viajeros. genial. no hubo niños saludando a todos mientras giraban. no hubo padres jugando a ser niños jinete con la disculpa de subir a los pequeños. mi regalo tenía que ser así para ser mágico. el carrousel como objeto. un carrousel. y éste en concreto era digno del pueblo en el bosque de big fish.

para entonces yo ya había escrito mi carta a los reyes pidiendo un carrousel de mesa. por primera vez desde bien niña me lancé a pedir un regalo. prefiero que todo sea sorpresa, pero este año deseaba mi elemento de cuento. el último paquete en abrir esta mañana de regalos ha sido el carrousel que pedí. con sus cincuenta canciones.
el carrousel del parque va a estar durante cuatro años. puedo visitarlo a diario. pero por las noches, cuando quiera flotar en mis sueños, encenderé el carrousel de mi mesilla y viajaré...

calme-toi odette

calme-toi

1 comentario:

... dijo...

doy vueltas.........gracias por tu música.