sábado, 8 de agosto de 2009

regalos

en urban_revisions nos imaginaron como veis. lo hicieron pensando en nuestro primer día de vacaciones oficiosas. las oficiales eran un día antes pero el tajo es muy ancho.

resulta que _yo que no hago planes, y recientemente he vuelto a relatarlo_ vi acercarse el día de hoy y me listé en bajito lo que tenía por celebrar. todo en una misma jornada. y hasta sentada saltaba.

mi malestar _apuntan que la gripe de la vocal habla de modo similar a como lo hace ahora mi cuerpo_ no me ha dejado estrenar bien mi primer día de la suma de libres. el termómetro no marca alto pero el dolor es como si rondara la cima.

de buena mañana he cargado el bolso con papel para lo que incordia mi respirar, un broche celebrando mi santo y un paquetito verde para obsequiar a quien hace un año me ofertó la vida con el que descubrimos como espíritu comillas.

dos sms de mis amigos hermanos, desde su distancia kilométrica, han sido los primeros en darme los besos. se han acordado. un buen regalo.
luego pompa. ha saltado como si supiera que mi día era festivo. ha subido los escalones, derrapado y vuelta para abajo. con su torsión en danza. con sus delanteras cantando su alegría.
mi madre con su beso de madre. mi padre con su beso paterno. más obsequios.
y dos amigos advertidos que por su lado me han abrazado. detalles amorosos.

al cabo del día he recordado la foto porque de rodillas mi llanto se ha hecho canto. y eso que yo no quería.
caminando hacia casa con la perra bajo un eterno calabobos he ejercido de la propia. la más. boba por ilusionarme con la carga de razones para brindar este sábado. boba por llamar sin cesar a quien me aceptó que tocaría celebrarlo. boba por no saber dar mejoría a mi malestar _tal vez_ gripal. boba por sucumbir al cansancio y a las lágrimas por un minuto. boba por olvidar que el pasado no se tiene por qué celebrar. quizá sí a solas, pero sin esperar el confetti de los demás.

casi llegando a casa cuatro palabras han sido la tarta del día. de un tiempo pasado. de allí venía el postre que se coló por mi móvil para bailar con mi enfermo arrastrado y tristón. una razón para que dos salieran a pista. una fecha retrocediendo a lo que se dio. y en el silencio del barrio, bajo la lluvia, he escuchado la música y estalló mi emoción. tan cerca como dentro ha punzado. tan lindo como acertado. la compañía en un puñado de letras. lo generoso en lo breve de lo intenso. y ha sido ahí cuando sin que me lo pidieran he cerrado los ojos. tras abrir el paquete. tras descubrirlo. y no al revés. y con la mirada cubierta dirección al cielo he vuelto a gritar en lloro reído.

cierto que antes de irme a la cama me han cuidado. hay quien supera _siquiera por un rato_ su cansancio para abrazar al que lo necesita. es el sorprendente presente de quien a su modo te quiere.
cierto también que el envoltorio verde sigue dentro del bolsillo de mi bolso esperando a que aparezca quien no contesta.
pero lo que aún sostengo como especial es el sms que me rescató con su brevedad escrita pero infinito acierto. después de todo _y con el día opuesto a lo esperado del traje de baño azul y blanco flotando entre pompas_y es que quién me mandará creer que seríamos lo de la imagen_ me acuesto en un rato con mis brazos cargados de regalos. y entonces me digo que eso sí que es razón para hacer festejo. feliz 8 de agosto!

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