miércoles, 19 de agosto de 2009

bigotes

estará pensando. meditando si hacer esto o aquello. comprobando que la suma esté bien. confirmando el resultado del test. algo de eso estará haciendo si sostiene el bolígrafo o el lápiz con su labio superior y está quieto.

uno de los soldados de gila se lo dejó para confundir al enemigo. para pasar desapercibido dos trazos de la ironía del cómico debajo de la nariz del dibujado.
y los hombres prueban. con las patillas. luego perilla. se lanzan con la barba. y algún osado con el bigote. juegan añadiendo personalidad. escriben sus días nuevos _al fin y al cabo_ con el negro sobre blanco.

reinventarse. ser otro. aunque sea por un instante. buscando la fiesta. el disfraz. o quizá la huida.

hay días en que todo dicta que has de fruncir ceño. pero no quieres la oscura nube. y entonces escoges tacones, chistera o colores. huyes de lo que redacta la jornada y te inventas nueva cara. varón o mujer. serio o sonriente. zurdo o diestro. qué escoges ser?

cada vez que cantaba lo hacía detrás de sus gafas. cuando se plantaba en escenarios subía con sus lentes tintadas. su marca y sello que le otorgaban lo incógnito fuera de escena.
desde aquel verano en que pintó su rayado sobre los labios _para anunciarlo a mi madre_ luce bigote mi padre. tan sencillo como determinante. tan superficial como importante.
el de la pajarita. la descalzada. el de todo el pelo _exagerado_ a un lado. la encorsetada con conos. son tildes. iconos.

para una noche o el resto de tu vida. como accesorio o tan tú como tus ojos. para eso eliges añadir. para probar otro papel te enfundas. un rol que jugarás el tiempo que te parezca.
porque hay ocasiones en que _como el sentado en su despacho o pupitre de clase_ necesitas tu tiempo para detenerte. y coges el lápiz _si es cualquiera de los de atypyk, mejor_ y sacas morros y frenas.

con dos curvas negras tildando la cara de una chica atraes miradas. los hay que ven lo andrógino. quien ríe lo ridículo del gesto. quien aplaude la sencillez del disfraz. y quien persigue al bigote sabiéndolo sobre una fémina. de todo hay. y tras tantas sorpresas vuelve la bigotuda a casa habiéndose regalado la cura.
la risa para espantar la tormenta. la caricatura reivindicando la fuerza. el carácter junto al timón del día. la decisión esquivando las asomadas dudas.
por unas horas. hasta el agua y jabón. alejándose del socavón. todo lo feliz que no pintaban las circunstancias y ella dibujó con su indeleble. con la sonrisa más amplia bien remarcada por su bigote.

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