lunes, 3 de agosto de 2009

hule

mis tíos quieren comprar un hule para la mesa de la cocina de su casa en el monte. y todo porque el frío hizo estallar la melamina. fueron los grados de menos los que agrietaron la cubrición y ahora buscan tapar la herida del meteorito congelado.

lo comentábamos el viernes. antiguamente no había para mudar manteles. las lavadoras no existían. y lavar a mano no era más fácil que ahora. así que los había en todas las casas. sobre todas las mesas. donde se posaba comida se entrometía el hule.

en la casa de mi niñez no hubo ese mantel plástico que hace de piel del tablero. pero los conocí. y cuando años más tarde retornó el material a mis manos lo transformé en arcilla para mis moldes.
en la infancia de quien ayer quise atravesar con mi castigo sí que los hubo. que no conozco nada de su historia pero sus años lo llevan supuesto.

decíamos que al hule se le pasaba el trapo y todo como si nada. en nuestra mente decenas de mesas o un comedor en concreto. todos dibujamos el hule de nuestros recuerdos. yo reproduje el de design_is_mine. y aplaudimos los tiempos del parlamento cocina. del hogar frente a los platos o la olla. de las tardes rodeando la mesa. de las banquetas o sillas siempre dispuestas. del olor a puchero. del calor de familia. y del hule testigo.

se ganó mi peor pensamiento. no le habría hecho falta saber de mi vida para no haber escupido lo que dijo. aunque, si bien no conozco su vida, cuenta con la información justa para haber callado. y pudo haberlo hecho si llega a ser un niño educado con hule.

el cubre mesas de polímero era gabardina pero no para todo lo que cayera. sí para mucho, pero había cosas que calaban. el vino que cercaba el vaso a veces se hacía tatoo.

el que habló buscando proximidad con chanza metió la gamba. creyó _quizá_ que todo es hule y lo que se diga resbala...

cierto que lo intento. estoy por cubrirme de impermeable dermis escudo. hacer de este plástico el protector de mis oídos. pero aún no soy de hule.

tan sólo una frase dirigió a mi atención. y clavó el aguijón. como si descorchara el tinto y lo derramara despiadado pensando que no quedaría huella de su pisada. como si tras cerrar los labios con el interrogante pudiera pasar la bayeta y aquí_no_ha_pasado_nada.

pues se equivoca en algo más que en la elección de su ropa...

los que dormían la sobremesa con el hule tendido saben de sus virtudes y de sus fisuras. y aún sin contar con mantel de hilo diario practicaron su tacto. que la convivencia, la familia, las reuniones alargadas en torno a una mesa _de comida, naipes, costura o dominó_ educaban en lo sensible de lo que se puede verter y lo que no. que no todo se puede. no vale servir cualquier cosa al de enfrente.

pero, está claro, que al que ayer patinó viéndome hule no le entró bien la lección. que alguien le sirva más guiso, por favor.

9 comentarios:

gato malo dijo...

como siempre, exquisita. besos

gato malo

Martina dijo...

El hule me ha retroaído a mi juventud; el hule, la cocina de carbón, la fregadera grande de piedra, la tabla rizada de lavar, un armario pequeño pintado y una fresquera bajo la ventana que daba al patio.
El fuego bajo de las casas de campo congregaba a su alrededor a la familia. En mis tiempos, hasta que se inventó el salón, el hule hacía de fuego central, como en las tribus primitivas.
He leído a mi madre este post; el hule, el hule, repetía acompañando con un ligera movimiento de cabeza recordando, sin duda, aquella vida pasada en familia numerosa que fueron y fuimos.
Los tiempos que corren son difíciles y van a peor en varios órdenes. Quién sabe si tendremos que volver al hule, a la vela y a la tabla de lavar.
Y al que incordie carretera y hule.

larraitz con pompa dijo...

gato malo_
como raras ocasiones, emocionada, ruborizada y... agradecida
por tu comentario
y por los besos
_dudo que seas tan malo_

martina_
qué rico encontrarme con nueva gente que desconocía que siguieran el flotar de las pompas. gracias!
me gusta mucho que te llegue.
y aún más que fuera al punto de leerlo a tu madre. qué bueno, hacerle soñar también a ella. recordar tiempos borrosos.
...
en cuanto a la última frase: sí, siempre sí. gracias!

gato malo dijo...

no elegí ser malo, pero es lo que dice la gente de mi, de un gato.
sigue escribiendo pompas, que aun siendo delicadas son capaces de viajar millas para colarse por las ventanas y hacernos soñar.

larraitz con pompa dijo...

gato!!!
no seas tan escurridizo!!!
...
sé que me conoces. me envías besos...
dicen que eres malo? a solas sabes si tus uñas arañan o no.
pompa tiene su lado gato. pero es buena. la más.
...
no me dejas miguitas?

gracias por tus palabras sobre el poder mágico de las pompas. es bonito saber que vuelan ¿lejos?...

dame migas. adelanto bss

gato malo dijo...

en tu próxima pompa recibirás una miga.
...
recuerda que tan solo soy un gato.
...
me quedo en la ventana esperando que el viento del norte me envie otra.
...
un beso

larraitz con pompa dijo...

sabes demasiado de estas pompas... me da a mí...
me haces sonreír.
vuelve a por tu leche cuando tengas sed.

gato malo dijo...

no te creas... no sabia que unas pompas con tanto caracter podian esconder temas tan maravillosos. el gato aunque despeluchado está sorprendido...

...sorprendido...

larraitz con pompa dijo...

gato
gato
terminado en O
eso queda claro
...
y me conoces de tiempo, entiendo, o de intenso, puede ser
...
eres felino en lo esquivo
...
me tienes despistada
minino...