lunes, 25 de febrero de 2008

marea


pensé que esto era más bien un río. creí que el proceso, corto o largo, llevaba siempre un parecido recorrido. nace en fiebre, avanza en azote, crece en resfriado y desemboca a la altura del pecho.

una semana encerrada y mi cuerpo arribaba a las marismas pectorales. horas atrás quedaron las décimas. ya no nadaba en febrícula. empezaba a oler a la amplitud del mar. y zas!! como en una película de terror me ha asaltado en lo oscuro de nuevo la fiebre. yo que paseaba a rastras el pijama he recibido su ataque furtivo. por los tobillos me ha agarrado y sigue a mi lado.

la gripe no es un fluvial. la gripe es la marea arrebatada. que de pronto agita como es calma. calienta y ahoga y cuando crees que amaina... llega la gran ola y te desarma.

hoy a las siete de la tarde he recibido su bofetada y como castigo a la cama. he peleado la oleada dos horas tumbada. y os escribo, ahora, con derrota calada.

mi pecho ruge tormenta por mi garganta. amarro velas. apuntalo vanos. creo que escucho la sirena alarmada. esta noche va a ser movida. caprichosa marejada.

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