viernes, 22 de febrero de 2008

horizontalidad


mis neuronas deambulantes entre tinieblas gripales han escuchado en las noticias de mediodía un recién acuñado término. los padres horizontales. salen de casa con los hijos aún en cama y regresan cuando ya están dormidos.

una abuela ha corrido indignada a llamar a un programa de la tele donde se debatía el nuevo tipo de paternidad. con frases cargadas de décadas experimentadas ha talado las ideas de enfrente. abajo las altas hipotecas. abajo las actividades extraescolares. en sus tiempos vivieron para sus dos hijas, sin coche y ningún año de escapada vacacional. hoy con ellas ya licenciadas está adecuándose a su gusto la casa. en el otoño de mi vida, decía. y tan encantada.

mi sobrino simón duerme y come. altero el orden. come, come y duerme. afortunado por no tener padres horizontales crece henchido de atenciones. -tanto que esta tarde pareció reventar el pijama... cuánto crece este niño-

mi sobrino crece cuando duerme y come, y crece tanto que a su mes y medio parece faltarle capazo. y sus padres, también afortunados, disfrutan de ese apresurado estirar. el niño aprovecha y alarga sus centímetros delante de ella con baja maternal. pero también frente a él por conciliación laboral. la tarde, casi en su totalidad, es para el niño. y él parece que lo sabe y les ofrece agradecido todo lo que puede dar un casi recién nacido. tranquilidad, ahora sonrisas con ajo, y milímetros por segundo.

la llamada de la abuela quería despertar al personal. padres jóvenes, me atiendan, no presten su atención a ganar para fardar o descansar. padres de hijos, comprendan, que la vida pasa a ser la de los chicos hasta que crezcan y más. padres despistados, recapaciten, el tesoro más envidiable serán sus hijos.

algunos lo saben. también simón. y no hay semana en la nieve o islas lejanas, no hay último modelo con asientos de cuero o reforma por hastío tras dos años que hagan soñar tanto como los centímetros de sonrisas de los hijos.

un joven vuelve a casa al término de su jornada trabajada. no encuentra abajo el ascensor. se plantea subir corriendo las gradas por no retrasar el encuentro. no da comienzo su mes de vacaciones. ahora comienza su ansiada jornada con mujer e hijo.

2 comentarios:

rojobilbao dijo...

La paternidad no es algo que sea transmisible. A caminar sólo se aprende andando; pero me temo que en tu caso algo ha pasado.Has comprendido la maternidad. ¡Estás preparada!

larraitz con pompa dijo...

eso mismo me dijo hace tiempo una madre.
gracias...

si tiene que ser será