viernes, 8 de febrero de 2008

guisante




tenemos un guisante en casa. a decir verdad, es un príncipe del guisante.


la madre del padre del príncipe... -la reina madre- dice que tenemos un gnomo.


guisante, príncipe o gnomo. y un mes procurándole cuidados.


la ciudad donde vive el que celebra aniversario presume de vestir heredado de ingleses, visitantes de hace un siglo, adinerados. ejecutivos de trajes bien cortados visten la calle desde bien temprano. más tarde, buscando algún rayo de sol salen de paseo coches de bebé silver cross portando encañonados y volantes. y ya de tarde se llena el parque de pares de diminutas medias con borlas que corren y abrigos de cuello de terciopelo para cubrir el liberty de sus camisas que se arrastran y barren.


la reina madre teje desde siempre. tricota fino y elegante encargos por reconocido el trabajo de sus manos.


el bebé aún venía de camino. el padre decidió vestirle de naranja y verde. quizá un desmarque.


la magistral tejedora, temerosa de la idea, urdió una trama de verde lana y diseño de esta urbe.


nuestro príncipe ha vestido en azul, blanco y beige hasta casi cumplido el mes. a falta de tres días se convirtió en una ranita verde. para su abuela en gnomo. para todos, y con gran sorpresa, en el precioso príncipe del guisante.

el abuelo con acierto sentencia... bendito mendel.

bendito infante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Su Alteza Real, para algunos una estrella, viste como viste,porque no le importa el qué dirán.Su mente necesita experiencias,y si no sales del azul cielo, sólo sabrás ser un niño de universidad de Deusto, y el príncipe del guisante apunta hacia otro lugar.Ya descubriremos cual.

larraitz con pompa dijo...

eso!! eso!! que este príncipe estará en los platos variados que él quiera...

a este guisante precioso, con permiso de ustedes, me lo como con patatas