sábado, 23 de febrero de 2008

esponja




llorar. para algunos una debilidad. dicen que reservada a las mujeres. ya llorarán...


no me gustan las esponjas. me ducho sin usarlas. y me contradigo porque soy una de ellas.



las hormonas femeninas, alteradas unos días cada mes, nos agitan colocándonos en escenarios de duro aplauso. a mí me sitúan en el teatro dramático. podría ser peor si se tratara de guiones de mal genio y enfados... cuando deciden los días que me toca salir a escena me tiemblan las piernas del ánimo como actriz primeriza. todo un público examina. el patio a reventar. silencio pesado en lo oscuro más allá del acusador foco. cuidado. en cualquier momento me va a pasar.



las esponjas retienen ducha hasta tiempo después del baño. y de pronto te das cuenta que mojan sin siquiera hacerles daño.



fui en otro tiempo esponja en pecera. descansaba protegida por el vidrioso caparazón. y flotaba... era mi hábitat. y cuando venía la nada a herirme también lloraba. pero era entre agua. y no se notaba. y cuando me hería un algo lloraba pero menos. la pecera amortiguaba.



salí de mi casa. la guarida estalló. se secó el agua. y aunque lloré más de mil mares no me sequé yo.



ahora soy esponja en secano. y me escudo en otras casas. cuando latigan los algos aguanto estoica sin soltar agua. pero aún no controlo la nada. y dudo que alguna vez lo haga.



la persona sensible en los ojos del alma los llora cuando le brotan las cataratas. la esponja retiene líquidos por mujer. y llora por persona con ríos en el ánimo.



estoy a diario. para todo. y camino. y si me dan me levanto y sigo.



soy por dentro de océanos privados que sólo a veces salen. y no cuando yo quiero.


soy un corazón de esponja calada. y toma de la vida que va mojada. y coge peso y camina cargada. deja huella si descansa. y moja mucho cuando un dedo roza su llaga.


será cuestión de aprender sin la red pecera, de vivir sin temor a descargar por nada. porque si me toca ser esponja de por vida escojo beber días y llorar a ratos que no secarme del todo arañando a mi paso.

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