martes, 23 de septiembre de 2008

migratoria

hace una hora y media volvía de santander con una amiga. he entrado en casa con la maleta en brazos. se le ha desatornillado una rueda y me huelo que podré darle arreglo. tengo que verlo...

en los últimos meses he cerrado muchas bolsas de viaje. me he movido mucho. al rescate del que me reclamaba o buscando acunar mi agonizante calma. pero me he viajado y perdido. y quizá escapando del nido.

esta mañana en ruta discutíamos sobre uno de veintiuno viviendo en duda por lanzarse por su cuenta al vuelo. _sé consecuente_ le dijeron _piensa si es mejor vivir con las normas de ellos aunque no sean las idóneas o arriesgar tu caída desde otro cielo_
y es que todo es riesgo... abrir las alas, contar las habas, caminar lo nuevo, limpiar los paños, freír los huevos... pero eso es vida y no lo de dentro.

tras años explorando otros terrenos he vuelto al nido de mis apellidos. las mismas caras a falta de algunas. sin cambios en los brazos abiertos. pero algo sí ha cambiado. y he sido yo.
cuando digo que intento acoplar mis ramas y marañas a este árbol no asumo el desafío. no es el encaje lo que ha de darse. no es su acople. si traigo pegado a mi plumaje lo recogido atrás es porque no me paro y sigo de viaje. si no... tocaría renovar... y esta no es la parada última de mi equipaje.
cada mañana hago jirones de mis prendas al levantarme de mi enramada escena. mechones enganchados y carreras en las medias. no importa nada si avanza el día. lo que busco está a la vuelta de esa esquina. detrás de aquel árbol. y vuelo y surco corrientes arriba para otear mi futuro. pero me da igual. poco me importa en realidad. desde hace tiempo me importa el ahora. y antes de abrir mis planeos tanteo el viento. pero de ese momento. y no del mañana.
como decía, cada despertar despego mi cuerpo del hueco donde me hice arropo aun a base de tirones. pero ya de noche allí aparezco sin remedio. y sumo noches que me hacía con otros rumbos. y de nuevo los engarzados nudos en palo bajo almohadones. y yo dando tumbos.

tengo que arreglar la pata rodada de mi maleta tocada. y tengo que comprarme otra. para más viajes. pero no de escape. sino de estudio de campo. sin largos plazos. con los justos lazos. para mi cambio. para mi avance.

el último mes volé diferentes azules. uno con mar. uno de noche. uno de infancia. uno del alma.
en el primero reconocí gente posible. qué buena fue esa. en el segundo fiché _y compré_ una casa con una vida abierta. cómo me gustó aquella. en el tercer azul mecí mis prisas. jugaba en casa. y en el cuarto me vencí. dejé que me agarraran en pleno vuelo y por instantes caí.
hoy el cielo estrenaba el segundo de otoño con el aire limpio. y he subido mientras el coche añadía rodadas y mis ojos se comían el paisaje.
desde lo alto de hoy he visto que en mi círculo de palos no hay apoyo para el salto. no hay cabida a los realizables. y todo queda en cobardes planes.
mientras volaba el breve intento de este día he visto que los pies aquí no encuentran firme. que si vivo dentro es por atender lo que aquí encuentro y si mis miras están en otras copas he de batirme de este suelo.

años de estirones fuera. de creceres lejos. y de nuevo al piar tan conocido.
algo tengo herido. pero no perdido... ordeno el rincón madriguero como me propuse y planée y busco en trino las aves que vuelen en busca de otro calor. que no soy esta. que no es mi sitio. me siento inquieta. y escucho alas muy cerca que me advierten que puedo partir cuando yo _y sólo si lo intento_ quiera...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡vuela alto!

larraitz con pompa dijo...

a ver si lo logramos...
con volar volar ya me bastaría.
te apuntas? gracias!!