martes, 1 de septiembre de 2009

vainilla

el pluriempleo me duplica los lunes acortando a su vez mi semana. la vuelta de vacaciones ha sido doble regreso por la misma razón. dan fe de ello mis tensados hombros, los kilos de cada párpado, las suelas más gastadas y las neuronas desentrenadas tomando azúcar disuelto en agua. sí, para sus agujetas, que llegarán.

los recuerdos son sabores en papel, en retina en bambalinas, en paladar, en la nasal, en las yemas o en lo erizado. dónde has ido? dónde has estado? has escapado? y cada uno contando su batalla. a las islas, al pueblo, a oriente medio, con coche alquilado, a la playa, con los padres, con sombrilla y al chiringo. el relato de cada veraneo se detalla restregando la espalda en la silla, estirando pantorrillas, extendiendo las manos queriendo alcanzar lo recién abandonado. pero sonriendo el moreno. que no se diga!

en mi repetida vuelta al cole no he podido contar mucho excitante. una gripe molesta y un bolsillo hambriento han alejado los planes trazados. y es que debí escucharme a tiempo... no resulta lo planeado. ni biquini ni reservas. no alta mar ni lengua sueca. pero tengo mi recorrido del peculiar estío. y el álbum de souvenires es muy mío.

de los tres meses que gozábamos de niños dos han sido de nota alta a pesar de haber madrugones. el tercero, de supuesta evasión, ha aprobado justo. así que, si hacemos evaluación del trío el veredicto es más que notable.

el flan tenía que ser de huevo. el otro me sabía a otro postre. no era flan.
este junio y julio mis postres eran del otro. no de huevo. la vainilla se coló sin comprarla en el súper. entró en mi nevera y se sirvió a diario. y descubrí que el aroma que regalaba la ramita fina y oscura _como las del manojo de sweet_paul_ podría ser canela fina.
ahora entiendo la falta de fuerza del tercero de los tres meses. agosto no me supo _además de por mi gripe y mis flacos recursos_ por la descubierta esencia.
la vainilla sabe de modo extraño. sus diminutas partículas aromatizan, calan e impregnan pero no inundan de intensidad lo probado. es raro. se percibe al comienzo. descansa en la boca. reposa. y se pasea. otra cucharada y vuelve el sentir delicado. pero cuanto más pruebas más pierdes. en lugar de ganar en fuerza desciende. no sacia y demandas más. recuerdas su primer regalo y lo reintentas. pero junio pasó y vives el siete. hundes la cuchara en el postre y pides porque no se esfume la fiesta. y ahí está... a punto. cuando menos te lo esperas. llega agosto, el ocho, y con el preparado emplatado caes en la cuenta. ya no es lo mismo. no sabe igual. no parece julio y ni por asomo es junio. no puedes recuperar aquel sabor incipiente que meciste en tus labios con el comienzo del verano. y se supone que tienes delante el mismo postre, idéntico plato. pero se perdió. está pero no se tiene. lo ves pero no lo sientes. y es que así es la vainilla. como el resumen de mi verano. como mi recuerdo. mi paladar mirando atrás.

dicen que pasado un tiempo la esencia vuelve a notarse. es como si estuviera viciado el ambiente. o mi gusto. o el palito perlado. como si tras lo sobado _y con aire y ayuno_ regresaran mis sentidos. y el otro flan. no el de huevo.

7 comentarios:

hallibury dijo...

recuerda, pequeña,que para que algo sepa a muy buena vainilla, hay que probar también los sucedáneos y las calidades intermedias.Es la única forma de apreciar los buenos bocados. Y ya arreglaremos para conseguir buenas especias durante todo el laaaaaargo año..para qué conformarnos con 30
días si disponemos de 330 días más en blanco???

larraitz con pompa dijo...

halibury_ has entrado en mi post y en mí con la misma sorpresa y empuje que en aquel atraco.
gracias por ofrecerme el menú del que probaremos a lo largo del año. tantos sabores _repetidos por ricos o nuevos_ como los abrazos agradecidos que ahora te envío.
gracias por estar. y por comentar!

gato malo dijo...

después de lo que nos comentas, deberías decirnos que marca y modelo de flan o sucedáneo es capaz de dejarte un poso tan intenso.

prefiero el de huevo.

larraitz con pompa dijo...

gato malo_ deber? no seas insaciable. poco importa aquí el postre que me dejó ese sabor, intenso al comienzo, sí, luego diluido... y no tan determinante en mi vida como para olvidar al de huevo _aún mi preferido_
dónde has estado? te extrañaban las pompas. te hacíamos con don gato y su pandilla...
gracias por regresar, comentando, claro.

gato malo dijo...

¿de qué otra forma podría regresar si no es por el callejón?

me hace gracia el contenido subliminal que flota en las pompas, mmmmmmmm, que dificil es entenderlas: hermosas, transparentes, frágiles y delicadas, pero con una tensión superficial desconcertante.

necesito un manual de instrucciones!!!!

o un sub-blog!!!!

me gustan las pompas!!!!

Anónimo dijo...

te escribo
en un día tan especial para ambas....
besosñññRojos
m

larraitz con pompa dijo...

gato malo_ el callejón lleva días con los cubos sin ser removidos. demasiado silencio... tu sentir es general en cuanto al desconcierto, creo. pero así son las pompas. se desnudan sin mostrar todos. es la magia. la insinuación para todos. declaración para alguno _según la entrada_ incluso a veces sólo confirmación para las que flotan...
me gusta tu comentario! gracias gato, gracias.

mi peq m_ felicidades por lo que aún no ha visto la luz de tus días. pero todo llega... qué bonito. qué bonita eres! gracias, amiga!