
nos pidieron silencio. la prudencia era vital. no podían notar nada. lo sabrían después. una vez resuelta la hazaña. mudos hasta el último momento. y cumplimos el reglamento.
el grabado es más surco cuanto menos conscientes seamos. si advertimos la marcha de algún modo preparamos el linóleo. y lo profundo no es tanto cuando hay alarma. cuando desaparece ese alguien o perdemos de vista un rincón el punzón araña hondo, entra más tinta y es más lo que pinta.
nuestro último día fue una excursión. mi secreto hervía y al atardecer me detuve. cómo contener una olla a punto del brote si se tienen once años? con la promesa. todos jugaban y mi quietud pataleaba. las preguntas que me hacían se sentaban conmigo sin retornar a su lado. qué decir si no podía. hice por retener _como en la imagen de emily hunt_ sus carreras en corro y las risas. imaginé el septiembre de vuelta. no hallé respuestas. mi silencio _aun con satisfecho cumplimiento_ lloraba.
el decir adiós mueve las fotos. cuando no hay despedida corremos a que revelen el rollo _quizá inventado_ y las imágenes son más claras. y ahí las guardamos durante años. las repasamos en nuestro álbum de lo pasado. su definición compensando la brusca huida o separación. una instantánea para aquella escalera antes de las meriendas. otra para el libro de sociales con un bicho aplastado. y no varían. las rescatamos cada vez que la mente vuela a buscar lo que hubo con aquel niño o en casa de tu abuela.
fue el recreo _en el monte_ más amargo. para todos el pistoletazo del descanso de clases. para mi el cañonazo a otra fase.
miras la foto enmarcada _real_ y giras hasta sus nuevas caras. los mismos pero con más años. igual ocurre con las que llevas guardadas y para ti sacas. en ese álbum hecho entre tus neuronas siguen siendo las mismas personas.
terminó el verano. se confirmó nuestro plan callado. yo no acudiría a clase. mi silla vacía. y una voz seca preguntó dónde estaba su amiga.
según mi teoría en mi memoria la imagen de aquello sería borrosa. no nítida. y por esta misma regla yo debería ser fuerte grabado en la mente de alguien.
porque yo _a medias_ me despedí, en silencio, observando, y de modo absurdo. tuve ocasión. pero mi marcha imprevista no dejó espacio a su adiós. el niño está _siempre estuvo_ pero a retazos. no exacto. no muy claro.
cómo estaré en sus fotos yo?
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