miércoles, 2 de septiembre de 2009

moët

lo desconocía. no sabía que los franceses que elevaba a las alturas eran de la misma familia. el sibarita dom perignon tiene por cuna y madre a las bodegas del que descorchamos esta noche.

antes de dar las diez de la mañana sonó mi móvil. en la segunda frase se me paralizó el torrente sanguíneo. tal cual. no exagero. que escuchar de buena mañana que vendrá otra cigüeña es mejor que cualquier otra nueva. andamos justos de ellas.

no me gusta el alcohol. y él lo sabe. cuando quiere regalarme chispas con _pocos_ grados sabe que las baratas botellas del asturiano con gaita hacen su efecto. ante una mesa repleta de botellas de todo tipo me brinda la exclusividad de mi sonrisa entre burbujas.
comenzaba nuestro curso del primer año. todo era nuevo. los viernes nos citábamos frente a un entonces único kebab _y no regentado por turcos_ donde cenábamos. para pasar el cordero _que sería recental o más añejo_ bebíamos de lo embotellado a la vuelta de la esquina. era nuestra princesita.
cuando aparece con el gaitero para que sople a sorbitos recorta la estampa de aquellos años. porque no existe ya la princesita ni su aposento. pero sí quiere devolverme al trono de esas risas y lozanas brisas de estudiantes en estreno.

habrá sido un minuto. pero eterno como los momentos cruciales de cada uno. ha sido un parón. la inmovilidad de mi cuerpo. el aire congelado y sólo las palabras al otro lado. mi silencio y su temor a mi ausencia. estás? más silencio. mi mano a la boca... y ahí va... pummm!!! descorchada.

esta noche _de haberlo tenido_ habría vaciado una tras otra varias copas del champán más exquisito. como término de un día en que me ofrecieron un gran regalo. como festín por mi sonrisa imborrable.

a la botella le presionas la testa para que su interior crezca. para que grite, cante, llore o bañe. mueves el corcho liberando lo contenido. y así ha ocurrido conmigo. cuando saltó esta mañana el tapón del minuto _como quedó el de simply_seductive_ he brotado en llanto feliz. henchida. respirando dicha. y perdiendo respeto al monitor, al teclado y a todo el papeleo me he hecho océano. muchas palabras y ninguna. tantas imágenes y todas juntas. y los años resumidos. y el galope de la vida.

tendrán un hijo. será papá como el moët chandon para dom perignon. y mis ganas de brindis por la futura venida beben de la botella coronada de aquella esquina, sorben del astur con el que me sorprende a veces y apuran del francés que abriremos cuando coincidamos _procuremos que pronto_ el que vi hacerse grande a mi lado y ésta _que aún flota_ y que cuidará de ese hijo tanto como del padre. felicidades, pareja. gracias por el descorche, amigo hermano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡gracias a tí!

Da gusto compartir esta alegria que sentimos.

Un beso enorme y que sigas flotando un buen rato.

larraitz con pompa dijo...

un buen rato?
espero que sea laaaargo... tanto que dure hasta que vuelva elevarme al ver su carita.
qué bonito este momento que nos toca, amigo