soplo

quieren ser los del lobo de los tres cerditos. no pueden. mis pulmones hoy no dan más de lo que permite el respiro leve. apenas un breve suspiro.

soy tonta. juego con fuego y me quejo luego. mis yemas arden por teclear ilusiones. me queman los dedos por contar mentiras aunque sean a pilas. y mi pecho sabe de la herida que abro al hacer volar los sueños a través del teclado y dice que ya no arde. _sé que esto es mentira_

fui princesa. fui y soy. aunque no todos lo sepan. _os lo susurro como lo hace mi ahijada con los apellidos mientras suelta la rienda a la risa por manías de su padre_ y a pesar de mi estado febril visto de fresa y largo. y aunque me aqueje del hielo que enquistó en mí hace días luzco gasas, organzas y sedas. princesa vestida para la fiesta resaltando su presencia. aquí está la realeza. sin camuflaje. por si no me ven a la primera. por si no me encontrara quien quiero que de con mi gélido cuerpo dentro del traje.

soy mema. y a veces no crezco. mis pensares enredan sus lazos amorosos en algo y me lleno de convicción de que soy el mismo poder. que si querer es poder yo soy más y tendrá que ser. y tomo aire y me armo direccionada. y respiro hondo confiando en las cosas buenas. y luego sobre mi torácica el desaliento de lo inalcanzado. incumplimiento. no resta más aire. es la nada.

la princesa en el bosque arbolado enjoya el verde flora. promete lo bello, el amor, la mano abierta. vida dentro del vergel. y espera. y el viento despeina lo que nunca peina mientras cierra los ojos y siente otras presencias. no está sola pero nadie vendrá a su rescate. cita sin citado. princesa sin tocado. dolor mal encauzado.

mi pulsar en redacción sangra rojo lacrado para decir que me corre azul y algo más por las venas. aire bailando mi vestido y yo sigo quieta. antes a la espera y ahora enraizada como las plantas que me rodean. se mueven las hojas, el verde, las cintas, las transparencias. danzadas por el viento siento todas las horas del aguardar. con la cola, el rosa, las libélulas y mi perfume al aire.

la tonta. yo. la que propone y persevera también ruge como lo que sopla frente a ella cada vez golpeando más y más fuerte. como las casas de los gorrinos retando a la suerte.

de qué estaré yo hecha para combatir esos pulmones castigadores. bronquios de guerra en silencio contra estos míos que suspiraban dulces por sueños. y no tienen más dueño que la que rellena el globo. la pompa de chicle hinchado hasta los topes. deseos sólo de ida. y de vuelta un azote huracanado que da plantón al crecer de lo que hago.

estalló la pompa del mascado que salió de mis labios. y ya no sé si fue mi deseo torpe e iluso o el castigo de un intruso mal airado.

plaf. ya no soplo. princesa presa en su propio aire.