domingo, 13 de diciembre de 2009

islas

en cuanto tienen donde rascar desean volar buscando el sol lejano. lo de aquí _la cotidianidad_ les pesa más que la cartera o los zapatos y esculpen un altar al calor más distanciado haciendo de ese _que es el mismo astro que nos mira_ su deidad más venerada.

la génesis de todo lo vivo procesa un desarrollo en división o en múltiplo o en partición o en repetición. lo que era uno pasa a ser pareja para ser después cuatro hasta crecer en número y hacerse con más espacio. la expansión de lo que vive. las células con su ambición.
conocer a alguien y pactar en supuesto _sin escrito_ una amistad es crecimiento. y el crecer alcanza más que del uno al par. cuando aceptas a otro van llegando más. amigos del amigo, conocidos de la amiga de la amistad adquirida. pegatinas de quita y pon o con suerte más componentes para sumar. y al tiempo la célula singular es ese terreno concreto se siente rodeada. físicamente cercada. eso es. con gente donde alcance la mano pero no siempre en compañía en el baño más privado.

carretera y manta en cuanto amanece el día coloreado en el calendario. de huir se trata. de salir del pringoso día a ría que nos arrastra sin lugar a brazadas. se busca el aire por encima de las cabezas, se abre la ventana para limpiar lo humado. es un lanzarse a las nubes esperando respuesta en el cielo. se rascan subsuelos que nos desvelen lo que sabemos mentira. es un creer desesperado de encontrar lo sincero allí lejos ya que no aparece donde pacemos por mucho que busquemos. y todo es engaño. lo del destino tras el viaje largo y lo de nuestro lado. poco de cierto más allá de lo que nos confesemos.

los centríolos aumentan y sentimos que el frío se olvida. en ocasiones incluso _cuando la fortuna nos guiña_ el crecimiento es tridimensional y escapa del plano. lo que se forma alrededor de uno es un citoesqueleto. la estructura que abriga a la célula madre con todas las hijas resulten fieles damas siempre prestas o tramposas ranas con cresta.

conocía cada uno de los adheridos por elegidos o escogedores. sabía su posición y función dentro del ciclo de su recorrido sin sino. era consciente de las fases sufridas con cada uno. era capaz de ordenarlos en su tiempo y cronometrada aventura. había estudiado su tejido en las mil desveladas noches y el resultante no le valía. nada de lo que conformaba el entramado saciaba su hambre. el vacío se abría sin permiso en lo formado por tanta célula unida.
una cosa en su mente. no era la trama perfecta. un pensar recurrente. quizá _no lo decía muy alto en su silencio_ el desentramado era él. y el fallo su boca. y los errores sus pies.

hasta el ser más vegetal _los verdes que no corren ni escapan_ han tenido un desarrollo multiplicador a pesar de su mínima diferenciación entre células. el meristemo que les ordenó en poliédricos ejércitos y estiró sus tallos puede hacerse secundario o lateral. hacerles engrosar de dicha o desviar su enraizado apartándose de su lado a pesar de ser parte _inseparable_ de su desarrollo y vegetado.

sorteo de viajes en barco para dos, apartamento en la playa, quince días en las afortunadas o en la riviera maya. el premio es irse. dejar de ser lo que se es, hacerse con el sol y reinventarse. olvidar lo que deja en su tiesto, hacer borrón con los que a su lado crecieron y pacer ante un atardecer con masajista en la orilla y combinado de ron.
y yo digo que no. correr no es solución.

a cada uno le llega su baño. el mismo que en apetit_bruit escenifican con un muñeco en la soledad de su acuosa verdad. hasta las rodillas calado y sólo en su poza. una tina idéntica a las que rodean. todas iguales por dentro y por fuera pero inalcanzables. tan pegadas como separadas. tan próximas como lejanas.
a todos los que sumaron les llegó el día en que el agua sobrepasó la señal y comenzaron los nervios. la crecida pedía a gritos evacuación o caudal compartido. pero los receptores con los que se creía contar no abrieron compuertas. o no todos. para cuando la subida de lo temido cesó ya habían comprendido la verdadera esencia del tejido en el que crecían. la trama de células era más malla que cuerpo. allá donde posaran los ojos todo eran celdas, piscinas independientes, casillas sin más miras que las de sus límites.

querer huir de la mentira de vida es tan trampa como aferrarse a lo sólido del tejido celular formado de noche o a trampicones. somos uno entre muchos. algunos achican nuestro ahogo pero con suerte suman cinco. los demás sirven para rápidos chapuzones, salpicaduras de vasija a tina, para la sed de un vaso, para pasar un _grato_ rato. pero no dejan de ser celdas inamovibles y a lo suyo. como cada uno. y así quién va a disfrutar del ofrecido baño en el archipiélago más deseado... islas. no somos _me cargo a la mar_ más que islas.

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