miércoles, 15 de abril de 2009

paciente

me miró desde lolita. allí encontré sus ojos.
intento esta noche calmar ese mirar hambriento mientras escucho a otra que reclamó abrazos y se ahogó con sus propios lazos. musicando sus latidos.

a una amiga le llama bambi su chico. razones suyas. las mías _de nuevo con ella_ los negros atravesando auras.

el lunes pasado me convertí en ciervo. cría de ciervo enferma de brazos.
animal de cabeza veloz en cuerpo atado. menudo esqueleto con sacudidas pensantes. paralizada por tanto agetreo. inmóvil por exceso de celo.
la calma de una madre no callaba las voces, las coces, los roces. la vigía de un padre no frenaba los temblores, los temores, los errores. y su pequeña se retorcía entre sus propios enredos ya desbocados. lobos feroces atacando a la herida. alocados. los torturadores, los testigos, y el cuerpo hecho víctima.

la imagen recurrente que vuelve a mis párpados echados es la de un powder fuera de límites. su lectura más allá la reproduzco en mi mente. su mano sobre el abatimiento del sufrir gratuito. un disparo sobre un blanco sin culpa. el dolor traspasando pantallas. de sus ojos a los míos a través de su mano.

el apilado de días sosteniendo laberintos castigadores culminó con mi cuerpo anestesiado. hace dos días. la cárcel de mis propias redes conteniendo mis yugos convirtió mis manos en puños, mis segundos en horas, mi aires en aullidos. y me llevaron a urgencias.

por no administrar paciencia a mis torturas potenciadas. por no respirar a tiempo y espantar malos vientos. por mil razones perversas diagnostiqué mortal migraña. y lo que para el resto pintaba de idiopatía taladraba mi culpa con motivos buscados. a escobazos. con más hambre que vergüenza. lastimera. con los lloros reclamo. perversa.
y sin descanso a mi mitad derecha exprimí lo que quedaba de fuerza en mi débil cuerpo de animal con mirada en súplica. latigué mis restos hasta reventar mis sesos.
por unas caricias vistiendo palabras en mimo. por imantar los cuidados. por alcanzar el abrigo. por lograr la paz para la impaciencia me convertí en paciente.

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