viernes, 13 de noviembre de 2009

quedarse

el ayuntamiento ha enviado una circular anunciando vientos de 100 kilómetros por hora en la jornada de hoy. aún no he visto grandes aires despeinando los últimos mechones de los árboles. si acaso esta mañana mi flequillo bailaba mientras mis cascos cantaban pero nada alarmante.
el caso es que han advertido del venidero peligro. quizá como anuncian los tornados en las tierras de dorothy pero a menor escala, claro. que retiremos los tiestos de las balcones, recojamos toldos y posibles objetos bala, que cerremos bien puertas y ventanas, que evitemos pasar por andamios y áreas en obra... y que procuremos no coger el coche en carretera. de momento todo en calma.
calma climatológica, que de la otra...

mis semanas atrás han sido estrujadas. exprimí mi materia para dar más y más. tenía una meta y ayer confirmaron mi buena marca al alcanzarla la mañana del miércoles. mereció la pena el esfuerzo. pero al mirar atrás veo la habitación destartalada. y no me refiero al cuarto donde he pasado el último mes y medio.
cuando minutas tus horas al límite y apuras tareas cumples con unos e incumples con otros. es lo que pasa. para llegar a tiempo dejaba a alguien con la frase por terminar. mis almuerzos galopaban para arañar siestas minúsculas donde engañaba a mis agujetas neuronales. los atendidos hasta entonces pasaron a ser cuidadores cuando arrastraba mis cascos tras tanto trote. y los paseos de mi pequeña pompa se achicaron en tiempo. excepto aquella noche... entonces la perra y lo oscuro del cielo hicieron de colchón y abrigo a mi agotado lamento.
a los desatendidos, olvidados en desorden, pido disculpas. soy apta gracias también a vuestros esfuerzos. gracias. mi mucho abarcar os ha apretado y lo siento.

dicen que este fin de semana atronará de nuevo el cielo. que vendrá después de los vientos. pero el cielo ni moja ni sopla. nada por el momento. temo esta quietud contra el pronóstico. es como el silencio previo a la tragedia. el vacío antes de que estalle la guerra. la nada del qué vendrá.

cuando yo era niña y vi por primera vez aquel póster me hizo daño. no alcanzaba mi mente aún aprendiz a asumir lo que figuraba en la imagen. yo veía una coliflor gigante. un árbol blanquecino pero maligno. no sabía bien la razón de su lado oscuro. pero su energía destructiva me dio de lleno. desde entonces, cada vez que pienso en la bomba atómica me resitúo en aquella clase mirando el cartel desde la puerta de la derecha. y todo se me estremece. vuelvo a tener siete.
nadie nos lo ha dicho. nos han informado de mil y un modos pero no han acertado al calificar el mal que nos rodea como lo expansivo de aquel veneno destructivo que yo retuve entre lo arbóreo y lo más dañino. estamos en plena nube de la más fea bomba. y está invadiendo el globo terráqueo al completo. no quedará aire ya sin su hedor infecto. y no lo cuentan. pero así es.

si un niño de cinco años pregunta por su anciano perro y le cuentan que se fue a descansar y a disfrutar al cielo con el abuelo, lo que sigue es que los ojos del pequeño busquen lo azul entre las nubes por ver si encuentra algo divertido que le haya hecho escapar a su amigo. entenderíamos todos que el niño no quedara del todo conforme y que incluso siguiera preguntando si volverán alguna vez o si se les puede ir a ver algún día. pero algo ocurre en este aire bélico.
ya lo dije. todos inmersos. no hay quien nos libre.

en mädchen_blogt vi a una de la resistencia. la donovan de uve. cómo se puede seguir en la playa en tales circunstancias? debieron anunciar tormenta o quizá no, les pilló sin aviso. los que cubrían la arena corrieron a cubierto. los del baño recogieron todo sin secarse porque comenzaba a mojarles lo que caía de arriba. y las gotas fueron apelmazando cada vez más donde antes paseaban los pies descalzos. sólo una pareja se mantuvo quieta. ellos sabían la que venía. llevaban paraguas junto a la protección treinta. el cielo se enturbió. encapotaron su día. y ellos no se movieron. llovía y ella sosteniendo su libro leía y seguía. que se acabe el mundo _debió pensar su pareja_ que yo esto no lo interrumpo. y capturó el instante.

hay quien acepta cualquier oferta con tal de escapar. para qué nos vamos a engañar. pero los hay menos fáciles a la hora de embaucar. tanto si es para ir como si es para restar los hay inconformistas. son luchadores que buscan más. o aquí o allá. pero no quieren lo que les dan.
ante las promesas de un futuro en paz con sus familiares más queridos ya idos ella dijo nones. ve tú si así lo quieres _vino a decir_ que yo me quedo aquí. es lo que todos diríamos si nos invitaran a abandonar una algodonada vida con tintes de cuento. sobre todo sin atisbar lo tan incierto.
pero el niño de cinco me descolocó con su respuesta. estábamos en que le dicen al pequeño que su amigo canino se marchó al cielo con su desaparecido abuelo. donde disfrutan y descansan _le dijeron_ porque ya estaban cansados. todo dentro de lo guionado. nada anormal. más o menos. pero entonces el niño nos rompe. sabes qué te digo mamá? _su madre apostó por un no tengo prisa, un ya les veré, un aún nos falta mucho, o un me marcho a jugar_ que yo también estoy cansado de este mundo y me quiero marchar a descansar y disfrutar.

...
...
...

cayó.

...
...
...

esa es la bomba que no entendía yo en mi corta edad. esa es la coliflor podrida que a todos salpica ahora. la crisis empática que nos distancia de unos y todo. el derrumbe ergonómico que nos mina y desmonta poco a poco. los síntomas del comienzo son el desconcierto, la ansiedad, el estrés. viene el parón. la búsqueda de no sabes bien qué. la brújula sin punta. la desazón. engorda el aire. acortamos la respiración multiplicando las pulsaciones. se alargan los rostros. afilamos las uñas. enseñamos los dientes. los colmillos más bien. y nos arrastramos como serpientes.

no conozco a nadie que pueda encajar en la foto de arriba. desconozco ahora mismo quién pueda mostrar un mínimo interés por seguir metido en esto. todos queremos salir, correr, huir en un mujeres, niños, ancianos, hombres y todos _sin excepción_ primero. sí, perros y demás animales también. estamos en intento absurdo de hacernos polizones en el bote que sortee esta marea negra con remolinos succionadores.
no se me ocurre quién escoja leer esta novela estúpida. no veo _por más que busque_ quién devore las páginas de la era que nos toca. porque lo que sí percibo son los libros olvidados, sin ojos lectores, sin manos acariciando. percibo la desgana. no hago más que pasearme entre abandonos y pospuestos proyectos. ya lo haré cuando pueda. cuando haya dinero. cuando pare. cuando tenga tiempo. cuando encuentre un ratito. cuando descanse. cuando se callen.

el bando municipal alarmaba esta mañana con la velocidad del viento. no salgan si no es necesario. quédense en casa con todo bien sellado. pongan cuidado.
y así la playa. vacía. sin paseantes de abrigo y botas en mano. así la arena a la espera de quien apueste por ella. porque ya no lo hace nadie. no nos fiamos.
ni del viento del ayuntamiento ni de la química mortal lanzada al aire. y en estas condiciones no hay inconsciente valiente que resista y lea con las piernas desnudas y una guarida impermeable más pequeña que su cuerpo hecho bola.
con la que está cayendo _aunque no sople ni el viento_ como para quedarse!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me quedo................y te abrazo más fuerte que nunca.
si...te abrazo
m

larraitz con pompa dijo...

mi peq m_ siempre estás a mi vera. si vamos o quedamos. pero al lado.
recibo tu abrazo.
un abrazo tuyo...
gracias!!!