domingo, 15 de noviembre de 2009

dobleuve

se puede jugar al scrabble y ser legal con las reglas o hacer trampas. y ayer presencié dos maneras de jugar. y no las dos me parecieron buenas.

cuando uno no está bien con su traje, cuando su piel le aprieta porque lo que cubre se revuelve incómodo, entonces cualquier excusa es buena para seguir cavando un pozo donde ahogarse.
mientras los que así actúan sostienen la pala de modo firme no lo saben. creen estar escapando de las trompetas que ensordecen sus adentros pero lo único que hacen es gritar y superponer barullos. no más.
mi atrás reciente va salpicado de esta gente. personas que no hacen más que vocear su falta de satisfacción personal. pero no lo ven. algunos sí. pero no. no conocen el mal que les habita en su plenitud. que de hacerlo habrían hecho por sanarlo. al menos en parte. y ni se mueven. que lo he visto.

la primera partida. suena el móvil dentro de mi bolso posado en un banco del parque. me extraña leer el nombre. qué querrá _me preguntaba_ sin saber que daba comienzo la jugada. en un par de frases dio reparto a las fichas y antes de que yo diera orden a mis letras ya estaba ella haciendo trucos de manos creyendo que no vería sus artimañas.

si hace calor en la habitación puedes abrir la ventana o sufrir bufando a tu alrededor. para airear la estancia hay que levantarse y hay quien prefiere no mover un músculo esperando que los grados bajen por arte de birlibirloque. y claro, faltan horas para la noche... así que a dar coces.

la persona que marcó mi número y me encontró de paseo con mi perra decidió limpiar su tormento mientras hacia lo mismo con la basura del cubo. así lo dijo. y vaya si conmigo lo hizo.
comenzó por anunciar que su palabra era breve. luego dijo que no solía jugar mucho a este juego de enlazar vocales y consonantes sumando puntos. que era su turno y que sabía que no era buena su apuesta pero que algo le decía que debía ponerlo. tontadas... _mi tono se va acalorando al tiempo que escribo_ no me gustan los paños calientes ni las curas en salud. alguna herida acabaría por llorar.

el que sabe bailar y no disfruta de sus amigos riendo en pista. la que no sabe querer y gruñe cuando ve que el amor flota entre otros. el que quiere protestar y se cosió la boca pero la usa para morder a quien defiende sus cosas de lo injusto que le duele. la que ríe poco por falta de sentido y no comulga con los que regalan carcajadas mientras se comen la vida. y suma y sigue porque los zapatos que aprietan calzan más pies de los que creemos. y no todo el mundo sabe desnudar su estrechez para liberarse. no todo el mundo disfruta de saber sin dolor al de al lado.

sostenía dos fichas. una cuadrada en la diestra. la otra más siniestra. y confesó su porquería _aunque ella no lo veía_ envuelta en un hay_algo_que_me_ronda_en_la_cabeza. lo que no podía ser a diario lo veía junto a su codo en mis decires y moverme. cuanto más seas tú más señalas lo que no soy y quiero _contaba_ y te alejo. ahora que lo he dicho _coronó como guinda_ volveré a aceptarte entre los míos. sigue siendo la misma, no cambies _creyó ser generosa_ pero ya lo sabes.
la envidia. de eso se trata. envidia e incapacidad. minusvalía en lo maduro. pero no dije nada. vi su malas artes y no destripé su jugada. ni sus letras ni sus tretas.

con la noche cediendo a los brillos protagonismo surcamos la ría en barquito. alquilamos entre varios tres horas de paseo flotado para celebrar varios cumpleaños. en ese marco desplegaron otro tablero. otra partida. coincidieron las mismas fichas. eso sí fue igual a la partida matutina. el resto _afortunadamente_ fue completamente dispar.
los dedos que esperaban turno eran los de un hombre con un tesoro recién descubierto. entre los dos dispusimos en cubierta todas las letras pero no necesitamos más que un par. una eme. una e. con la vocal cerrando la pareja. y ambos supimos por qué.
lo angosto de los días del jugador que encontré anoche no se veía hasta que abrieron _su chica y él_ las puertas. un cambio de reglas. otra perspectiva. la mente permeable para conocerse, beber de otros, empaparse y volver a casarse. sentenció su nuevo estado como lo oculto que le da alimento para poder querer mejor y más. y vio en mis palabras el refuerzo de quien ya lo vivió y supo tras mucho vagar por lo que nos enseñaron que era amar.

con dos letras se puede ser primera persona del plural o del singular.
en camiloo_deviantart se ve la trampa de la que telefoneó para no escuchar más su envidia no encauzada. para no ser con el resto vira el mundo y sólo ve su ombligo. y aunque contabilizó el cuatro de su primera letra yo supe que su suma era resta. y miré para otro lado.
horas más tarde, con el agua dulce cada vez más salada bajo el casco donde jugamos se puso la letra del cuatro en su posición correcta. sin miedo al nosotros. sin pensar sólo en el uno . porque como dijo el que jugaba _y digo desde que vivo mirando más_ para ser dos hay que ser individual. tomar distancia, tiempo, aire, miradas, oídos, abrazos, sonrisas, silencios, soledad y más ganas. así es como escoges las fichas y vuelves con la que elegiste entre todas. es cuando entiendes lo que necesita tu yo y no traicionas ni haces girar las piezas engañando a otros y a ti el primero.

dos partidas. dos letras. dos posibilidades, ser fiel a la verdad o traicionarse.
menos mal que cerré mi día con el buen sabor del jugador legal. el w4e1 me hizo borrar ese m4e1 con la dobleuve vomitando por su postura forzada.

digámoslo claro, sólo si jugamos limpio sumaremos cinco. palabra corta con recorrido largo. largo y costoso. pero el único merecido y que yo aplaudo.

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