domingo, 17 de enero de 2010

deshacerse

hay quien no lo sabe. porque no quiere. lo tengo claro.
hay quien no quiere saber que es algo más que una estampa sumada a la pared.

hemos subido. he organizado un acelerado _y profundo_ zafarrancho. el castillo abandonado pedía ser hogar de nuevo. aunque no lo vivieran mis huesos. y lo hemos hecho.

hay quien ni lo duda. quien sabe que si fue retratado _y expuesto luego_ nunca se irá del mural. hay quien lo siente y no duda.

cada vez soy más consciente de lo material prescindible. con lo caracol que soy hasta aprendí a caminar sin cascarón. pero el vértigo del desprenderse paraliza mis dedos. y recojo, limpio, ordeno, muevo. pero lo que archivé en el álbum no logro extraerlo del todo.
cuando aquel verano perdí el móvil lloré por las fotos de mi perra de niña y las palabras que abrigaron mis días. allí se fueron las muy suicidas. al fondo de la ría.
pero lo obligado hace callo. cada vez más dura y sin tiempo para pamplinas. una rápida sacudida de pelo, el aire robado al resto hinchando el pecho y los ojos atentos a la carretera. sin perder de vista lo que acecha en pista. que es mucho y no cesa. y te derrotan si te despistas.

hay quien no quiere que se le quiera. hay quien no tiene fe ciega.

he visitado al corcel blanco y dado un vuelco a su caballeriza. lo he preparado todo como si mañana volviera. porque aunque mi sitio sea ahora otro no olvido donde mi calma se acuna.

si me robaran. si se inundara todo o el fuego lo hiciera cenizas. si lo que guardo como tesoro dejara de ser materia el corazón se helaría en un pestañeo. y tras la incredulidad de lo usurpado me miraría por dentro. el caracol que fui un día _y aún defiendo_ buscaría el sol con los cuernos y sin su enroscada carcasa retomaría camino.
viví entre cajas _entre mudanza y mudanza_ más de un año y sin dolerme. mis pertenencias bien guardadas siguen _algunas_ aún archivadas. y no me escuece no verlas.
vivo alejada de mis cajas y de lo que ya liberé de cartones y luce como lo querido que admiro y miro. vivo de paso y con la maleta repleta. vivo con el me apaño en los labios. me digo que no lo tengo aquí y sigo. no me entretengo. me crezco en resolutivos haceres. y me aligero. o eso creo. y espero.

hay quien se sabe prendido de mi cariño aunque desaparezca la horquilla. quien apuesta por mi entrega aunque despeguen su imagen del collage que fue encapando.
y hay quien no se ve entre mis tesoros y se asusta. quien ve la foto caída y cree que salió de mi memoria. o le saqué, que es peor.

hemos subido al rescate de los tesoros de mi caparazón astillado. he confirmado posiciones. he dado lustre a lo firme. he ordenado mis valores. y dado aire a los intrusos colados.
el collar sigue. podría ser lo que se ve en oh_hello_friend. conserva su sitio la foto y el recortable. las flores secas no se han movido. no he perdido ni una letra. cada papel, botón, cojín, y canción en su sitio. y si alguien duda de si está o no en mi rincón es que no me conoce como debiera.

si no te veo me digo que no te tengo aquí y sigo teniéndote a mi manera. no me entretengo en lagrimeo. hago balanza y luego pirámide. asumo, comprendo, me crezco en resolutivos haceres. y me aligero. o eso creo. y espero. no es tan fácil deshacerse del todo de lo que se quiere. y de todo se aprende.

No hay comentarios: