sábado, 13 de junio de 2009

detroit

un virus anda suelto. se habla de la gran pandemia de la gripe a. esta noche en sueños uno de mis hermanos anunció que mis síntomas de la pasada semana eran propios de la vocal primera. pero era en la realidad de las zetas. lo de la letra. no lo de mis males.

un fenómeno abrumador. la general de los motores descarriló a 2700 familias. y lo mismo ocurrió con otras miles que laboraban otros carriles. dicen que todas vaciaron los closet para cargar la chevrolet. maletas empapadas en lágrimas. un salto del perro y la última mirada por el retrovisor.

llevo una semana con el físico y lo encerrado dentro algo desajustado. no es la gripe. pero abate igual. y sumando décimas a mi termómetro _con galinstan en lugar de mercurio_ el desarreglo de muchas otras féminas. pero no ha dicho aún nada de esto la oms.

por cada familia un techo. el hogar se mudó con los enseres. pero no la casa. y ahora los cadáveres visten de hueco las calles. 1oo_abandoned_houses bandeja tan sólo cien. pero los fantasmas se cuentan por muchos miles.

me ha dicho una de las chicas sentirse rara. lo noto _he dicho_ porque no te noto. hay otra que proclama estar bien cuando sólo lo dice su boca actriz. el malestar de una tercera sube y baja por horas. y una cuarta patalea porque deseaba verano en los ánimos y las predicciones anuncian febreros.

se puede pujar por las tapiadas. quien lo desee habitará los porches vergelados. el que se lo proponga deberá pagar además por bombillas, botes de pintura y vidrio para ventanas. pero nadie quiere quedarse en los cementerios mucho tiempo. pocos los visitan. ninguno se instala allí respirando. así los panteones de tres plantas con cubierta a dos aguas y ventanal sellado. así los nichos invadidos por la flora que no entiende de crisis y sí de la libertad desde que no les visita el jardinero. así las lápidas confirmando la suspensión de pagos y el parón de las máquinas.

mi cuerpo se siente de detroit. se siente casa que no cupo en el coche. porque se encuentra mal. los marcos desencajados. las tablas abombadas agrietando las manos de pintura. los escalones bajo la selva. la caída de tejas. y mi cabeza _que le da al asunto las vueltas de mis mareos_ apuesta que lo de cada una es distinto pero es otro tipo de epidemia.

nadie lo confirma. callan todas. no llega a oídos de la oms.
como con los despidos. despedidas. ciudad fantasma.
destartaladas que quizá serán habitadas.

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