martes, 16 de junio de 2009

cenicienta

la de la foto rescatada en abundance_of no es la cenicienta de vuestra mente. no es huérfana ni sufre madrastra y hermanastras. la de vuestra cabeza fregaba de rodillas y se despertaba entre cenizas. no lo hace la de la imagen. ésta no.

la asunción de un rol en tus días es lo que hace que barrer sin descanso no se haga un calvario. hay situaciones que son presentadas y apenas son susceptibles de gran cambio. hay horas completadas con gente que te es dada y cuando se acerca el minuto 59 buscas si aparece alguien de los tuyos sin éxito alguno. hay lugares decorados a disgusto y no tienes escape. así que hazte. mejor te haces a todo. a la escoba. a los no escogidos. a las ausencias. a los óleos de ciervos o a las marinas. y al metacrilato despiadado. porque siempre retorna otro previo al 60. y quién sabe lo que pueda traer.

la cenicienta del cuento que os abro no tiene príncipe ni baile de largo. su vida no es desdichada. labora sin queja y atraviesa días del mes con su pilot negro. hay palacios pero no espera conocerlos. su carroza son sus pasos y si acaso sus deportivas con lazos.

algo dentro decide por tu cabeza y te quiebra las ganas o te enluta los ojos. razones que nadie explica y desconoces te atan las muñecas y detienen tu avance. caprichos arma que olvidan que de noche se duerme y mareas la almohada. miniaturas que no hallas deciden por ti y te maltratan. porque a pesar de ser tú quien ataca, eres al tiempo la víctima de las zarpas. y es ahí donde asumes que algo no encaja.

la cenicienta que os cuento no tendrá que descalzarse para dar con la horma de su sonrisa. esta chica se sienta porque de pronto siente que por momentos su espacio se achica. _sí, quizá sea alicia. pero no esta vez_ la aspiradora moderna de esta historia ha entendido hace días que puede que toque esperar a que suene la llamada del paje con la recompensa sobre almohadón de terciopelo rojo.

si te estiras del tirón tu cabeza golpea el techo. debes doblar el cuello y agachar la frente. quizá hayan tumbado la estancia. puede que sea la encantada del parque de atracciones de tu infancia. pero cuándo compraste la entrada? de nuevo algo falla. algo no encaja.

suena el timbre. llaman a la puerta. corren todos menos cenicienta hecha a que nadie la busque. ella sigue intentando limpiar el hollín de sus días. saca lustre a las hidráulicas del suelo. mientras lo que le cubre desciende angostando la altura de su reservado.
silencio tras el bullicio que atrajo el ding dong. tiempo callado. y nuestra prota con su ventana apaisada por abrillantar. algo habrá al otro lado...

si eres de los míos terminas el cuento a pesar de no poder leerlo. porque si no está escrito es porque cenicienta será escogida pero aún no es el momento. llegará el aterciopelado mullido ofertando su espacio elongado. donde su cuerpo encuentre sitio. donde ese algo raro no martirice. donde decida su razón o corazón. pero ella con sus riendas. su zapato casa de nuevo en su talla. donde sin esperarlo todo encaje. que llegará.

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