lunes, 15 de febrero de 2010

revés

las noches comienzan a interrumpirse mucho más de lo acostumbrado. si bien no deberían cortarse nunca lo hacen. pero mis pensamientos no perdonan y estos días _corrijo, días y noches_ me zarandean más de la cuenta.

poner fecha a un suceso te alerta sobre su momento, evita la sorpresa, intenta ponerte en aviso, pero está también lo que a la posible ventaja contrarresta.
decían en la película que la materia metálica en fluido del núcleo terrestre se había detenido. que en tres meses se viviría en la edad de piedra. y después todos fritos. con las manos de militares, científicos y mandamases contenidas por no asirse la cabeza en alarma confesaron a los reunidos que no existía salvación alguna.

el hambre se me acelera lo mismo que se me entrecorta y mi garganta se cierra. los motivos de sonrisa se hacen mates ante la poderosa idea de la meta impuesta.
consciente de mi imposibilidad de brindar más que el cariño a metros me debato en dura lucha por dentro. el reloj avanza igual que antes de la bomba pero ahora parece golpear el segundero. atrona.

la vida imperativa en ocasiones te pone a hacer el pino. y al no quedarte otra buscas el soporte en la pared más libre y te pones a ello.
uno, dos y tres. ya estás del revés. tus brazos sostienen tu peso y tus telas y cabellos se entregan a la atracción de la gravedad bailando sobre tu cuerpo. cuando todo queda en sitio, cuando nada se mueve es cuando enfocas la mirada y haces por entender. lo que era uno ahora es otro. lo que estaba ahí ahora parecer allá. el suelo es techo. y el cielo infierno.

las horas restadas al sueño y los bocados de menos agrandan mi agotamiento. y sobre lo físico que mucho pesa aplasta el psíquico. el ánimo minado que hace por dar con la fuerza que trasladar al nuevo estado. encontrar el sitio y acomodo en el hábitat obligado tras el bombazo.

todo llega. un día llegaste a esta tierra. luego llegaste a sus ojos y después a sus brazos. llegaron las risas y las cimas. llegó la calma tras la prisa. llegaron a acostumbraros. y ahora estamos que apenas nos llega.
los codos en terremoto confiesan su límite. no pueden más y la cabeza dará con el suelo. y tres, dos, uno. el golpe inoportuno. y como la vida en las que discurres no dan tregua al esfuerzo mantienes como puedes el equilibrio. en beauty_in_everything te encontraron a punto del flaqueo. enjugabas con tu brazo derecho el sollozo de tu protesta. plegaste las piernas aliviando la resistencia. y como entonces cediste crees que ahora no puedes sacarle la mira al punto en que te situó el cuerpo volteado.

con la cabeza boca abajo cuesta entender lo que sucede. lo que nos va o viene. la sangre calienta nuestro rostro y se entremezclan las ideas. los ojos turbios, la voz travestida y los órganos esquivándose para lograr postura.
pero con el reloj sonando y el calendario en mente también se puede sacar en claro. a pesar de la gravedad de newton y de la que se coló en nuestro aposento.

entre el citado y su chica un puñado de días. y con los pies apuntando a lo alto ella ha encontrado maneras. ríe mientras sus ojos se empañan. mima cuando el otro descansa. y aprovecha su reposo para atusar sus rizos y recolocar su esqueleto de bella guerrera. lo que él diga ella sostiene. al tiempo que sus codos yergue.
aún queda por dar antes que piten campana. no es tiempo de tirar la toalla y abandonar la pared. es absurda la queja. nos sirvieron pino y el esfuerzo va implícito. nos pidieron cambio y obviarlo es cegarnos.
hay una fortaleza que se levanta sin que el ejército se dé apenas cuenta. es la entereza in extremis. la vida pulsando a la misma. la risa retando a la ira. boca abajo igual que boca arriba.
porque llegado un momento ni sentimos el cuerpo. te haces de hierro. y férrea como se siente la rubia tira de arrestos y endereza el sustento. brazos en uno. palmas contra el suelo. y piernas extendidas para torear a la vida.
con generosidad absoluta y el amor más mayúsculo logra hacer de su reciente revés un vals vienés.
quién dijo que no se puede bailar sin apoyar los pies?

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