martes, 2 de febrero de 2010

patas

menudas patas para un banco. la una por la otra la conversación mal cosida. y así ambas incómodas se sentían. o se sentaban. lo mismo da.

cuando escuchó el crack bajó los párpados sin cegar del todo los ojos. sabía lo que seguía y preparó su cuerpo haciéndolo más pétreo.
eran muchas oportunidades las que había gastado aquel asiento. a pesar de lo atractivo que en ocasiones pudiera ofrecerse era un trasto poco acogedor en cualquier posición que se adoptara.
el sonido vino tras un empujón de ensayo. puro empirismo el de quien posó su peso sobre la tapicería roída con temblorosos sostenes. tras la acción el efecto. el estruendo fue seco. atravesó la estancia. y de paso su garganta.

dicen que se ha de estar a lo que se está. y no a más. que abarcar mucho es apretar en flojo y para hacer bien las cosas hay que poner la intención en ello.
las casas que no se usan también piden barrerse. el polvo aparece aunque no se le invite.
el saber hacer y el saber estar no nacen en el paritorio al tiempo en que nos dan la bienvenida. a pesar de lo que digan. hay detalles que nos hacen y no son los que a todos nacen. desafortunadamente y para la incredulidad más viva.
de mal nacido dicen que es el no saberse donado. por un momento, una palabra, un apoyo. regalado con una mirada, un envuelto, un beso. obsequiado por lo que advirtieron o por la sorpresa. si el que goza de alguna fortuna y no sabe verlo nació torcido y se perdió en la cuna. si el que la saborea no da respuesta sonriente de vuelta murió desde el minuto cero de su caminar a solas.

la conversación telefónica dejó claro para las dos que algo cojeaba. no supieron cuál de todas las patas fallaba. pero cada una en su silencio entendió el sabor del balanceo desequilibrado. y se lo confesaron. rieron al saber que con calzar el sillón bastaría. el desajuste sufrido era una pequeña tontería. doblaron un papel. pusieron la cuña y siguieron la charla agradecidas por confesarse el cojeo y dar con el arreglo.

la sala estaba en calma. había regresado a ella después de mucho tiempo sin apostar por sentarse en aquella pieza. la última vez que lo hizo amenazó con herirle y dejar caer sus huesos. ese día desapareció de la casa. y sin ella saberlo también se borró el sillón de la habitación.
la paz aparente le hizo hincar de nuevo el diente por ver si todo seguía ofreciendo asiento como moggierocket capturaba en la foto. cogió su libro y se olvidó por un rato bañándose en lo escrito. sin prestar atención al muelle inquieto. sin atender al crujir de cada astilla con sus movimientos. no quiso saber de lo que le echó de allí hacía poco. sólo leyó y dejó pasar el tiempo. no juzgó.

el papel hecho teclas de piano grapado en el árbol anunciando contactos era esa vez un determinado número de boletos para su paciencia. y fueron consumiéndose al tiempo que lo hacía ella.
lo que se esperaba no era más que retornar con la brisa sin robar nada. no era más que eso. devolver la mano abierta. ofertar el tiempo. las gracias. respirar la reconocida fortuna. y no pasar como si el resto vivieran para servir al servido. el toma y daca tiene la vuelta. lo que sube baja y lo que se da regresa. de otra manera pero todo vuelve. y el que no lo sabe _o no quiere ejercerlo_ es que secuestra lo que no es suyo sino de parte de un camino.

el sillón declaró su pata en quiebra. y dijo un lo siento acompañado de un disfraz poco adulto. partió su cuerpo y con ello cayó la de encima. cayó donde más no caería.
el mueble hecho pedazos ya no era lo que se le pedía para ser algo. la suma de piezas era madera y tela para el horno. sin reciclado. sin solución. sin segunda vida. sin más teclas de pacientes intentos. cuando fallan las patas para el banco _y es un fallo del esqueleto y fábrica_ no hay quien haga del hecho desecho un milagro.

2 comentarios:

Verónica dijo...

Hola pekeña!! Soy tu visita número 1000 y vengo para anunciarte que todo lo malo pasa, que hoy, esta mañana empieza tu nueva vida, que tienes que sonreir porque estás preciosa cuando sonríes, que tenemos que salir a bailar porque no vamos a encontrar a Franck en Madrid ni en el salón de tu casa, que cada paso que has dado te ha conducido a esta mañana en la que va a brillar el sol dentro y fuera de tu cabeza. Yo, en mi papel de visita número 1000 y amiga que te conoce vengo para anunciarte que vas a ser feliz!

larraitz con pompa dijo...

verónica_querida verónikamikaze, sólo a quien madruga y entra a nadar entre pompas se le puede escapar un cero. has sido la visita 10.000 y no la mil. así que mayor premio el que te tocará por ello en alguna de esas noches en que salgamos a bailar, o en algún rincón compartiendo dos bocadillos de tortilla, o quién sabe en qué palacio que nos sorprenda cualquier día... apuesto que no será muy tarde.
eternas gracias por tu cariño, por verme preciosa, por tan buenos deseos y por inventar para mí un franck aunque no exista el de carne y hueso. ya sabes, andará entre fogones y la humareda no le dejará ver a esta francesa.
en mi papel de receptora de tu gran noticia te digo que alcanzaremos la dicha y lo celebraremos juntas. gracias, bonita!