lunes, 22 de diciembre de 2008

impar

de nuevo he desparejado un amor. en este caso era invernal. aunque bien mirado el idilio sería más de verano y ha sido roto al apretar el frío. como dice la canción del dúo con chaleco. el final del verano llegó y tú partirás.
uno de mis guantes largos que me cubrían hasta el codo de negra lana anda perdido sollozando por su amado. y al que conservo _no sé bien para qué_ en el bolso habré de darle consuelo. está de duelo. y el otro por algún suelo.

para abrir la puerta de mi portal se unen también las parejas. si abro yo, son las llaves con mi rodilla diestra. si me abren, son el timbre y mi izquierdo hombro. pares sin pensar yo en su equipo. uno con otro para el mismo acto. amor callado. unión inconsciente. pareja bien hallada siendo tan diferentes.

en alta voz para terminar de creerlo iba yo diciendo que emprenderé lo nuevo solita. mi valor y yo. mi necesidad y mi persona. mi destino con mis manos. mis aceptados con mis calambrazos apadrinando. más parejas para la desparejada con pompa. repetiré a mis oídos lo que viene a pocos metros para dar en mi cabeza a este tetris asiento.

dos piezas y no cuatro. un par de manos que no el doble. dos hemisferios pensando. dos iris con sus retinas. y no más. es suficiente.

en un contenedor encontramos un domingo anochecido una veintena de pares sueltos de calzado. zapatos de monte y deportivos. desparejados y nuevos. quizá robados de algún muestrario.
ni la ortopédica antigua que comparto con la argentina, ni la futura amiga coja... ninguno de los modelos daría con su cenicienta antes de sonar las doce. príncipes solitarios.

pido calma para mi guante descarriado y para tanto calzado abandonado.
no todo esta perdido. a buen seguro harán otra vez equipo. como mi hombro con el portero automático. igual que lo hace mi llave con la rodilla derecha al avance.
que lo sé bien. que lo dicen mis pies paseando sin otros los mismos pasos. mi mirada buscando días sin ayudarse de exclusivos ojos enamorados. cada uno de mis dedos dejando atrás tantos y tantos miedos.
la media naranja con su desmenuzado terrón. cada oveja con su parcela sin reja. el tortolito con su balcón... señoritas al salón!

No hay comentarios: