martes, 16 de diciembre de 2008

encapsulado

un minuto seguido de otro hasta pasar sesenta. en una hora estarán una madre y una hija sentadas frente a su altar particular. día para recordar. dentro de un rato. muy dentro de ellas. tanto sentimiento encapsulado.

hace casi veinte _a falta de uno_ y la flor sigue intacta para la que le dio vida. dentro de la vitrina abovedada. como si no pasara la vida en ella. como si dentro de su espacio aun fueran los ochenta.

tres diciembres atrás surgió una noticia coincidiendo en día. renglones que deciden adornar dolores con sonrisas dentro de lo agrio. doblando la edad con la que sufrió una ausencia festejaba la despedida de una vida luchada durante años para entrar en la libertad de esas cadenas. tres años desde que cubierta con un gorro rojo estrenado comprobaba en la lista su aprobado en la batalla más que combatida.

en el mismo centro. flor junto a flor. la del máximo dolor rozando la del alivio por lo sólo molesto. la del homenaje asida a la de la sonrisa para aligerar equipajes. en la misma urna. el mismo expositor. flores para remenmorar cada dieciséis de este mes.

el tiempo retenido antes del estallado. la vida capturada en cada pétalo y flor por flor. dolor mezclando amor. recuerdo para parar el olvido. detener el destierro de aquello tan bello y resaltar al mismo tiempo el fin del sabor amargo que acabó sonriendo.

madre e hija con el hombro de un amigo fiel a las citas, a las conversaciones con la niña, a regalar consuelo a quien sangra fuera de vitrinas a pesar de haber atrapado para el recuerdo tan sólo lo bello.

una misma urna dividida sin divisiones. repleta de colores retenidos en distintos tiempos. previos al duelo. tras escalar nuevos cielos. con la marca mas extensa tatuada en cada uno _que todos se sentaron con ellas hoy_ y un anillo coronado en piedra roja sobre el dedo que señaló el final de un temporal. en la misma suma todo. sobre el pedestal de lo que hoy se recuerda en cada diminuta o poderosa flor recogida. un día como hoy con la ausencia. y nuestro homenaje a ella. a la pequeña hija de la madre _y padre_y hermanos_ mil pensares en recuerdo. elevado. sangrado sin gota. acunado. amado. encapsulado.

2 comentarios:

Julia dijo...

No entiendo muy bien lo que piensas que son las vitrinas...
A mi se me rompieron todas..., las que eran y las que pudieran haber sido.
Y me revuelvo y no me conformo y grito y exploto y me digo... NOOOOO
Se cerraron mis vitrinas y dentro de ellas se quedó parte de mi yo...
No me quedan flores ni ausencias estallando...
No me queda nada salvo los recuerdos...
Y... ¿Qué son los recuerdos?....
...
Un saludo mi ya amiga Pompas de leche...

Julia.

larraitz con pompa dijo...

vitrinas... desacertaré si intento definir lo tan incierto. al menos en este momento.
en el día que nos ocupa y que celebraba a mi manera lo encapsulado era lo bello de lo feo.
lo que se desea recordar para perdurar tiempo y tiempo. la flor de una vida. los pétalos de un momento en concreto. o de la suma de muchos.
las vitrinas de las que hoy he escrito no son susceptibles de ser rotas por otras manos. son tan refugio como transparente es su envoltorio. son tan resistentes como desees sean las cosas bellas en tus recuerdos.
depende de cada uno.
y en mi caso este encapsulado sigue tan especial, delicado y lindo como hace diecinueve años.
seguro que si lo miras así encuentras alguna que otra vitrina de estas...
¿que qué son los recuerdos? son la salvación y son la herida. es la moneda de dos caras. si lográramos dejarla siempre del lado dulce...
un abrazo esperando des con tus encapsulados por ahí dentro en algún lado.