lunes, 19 de abril de 2010

perdidos

como aquella canción que cantó el judío a mi petisa amiga el pelo de ella resulta todo un cuento. vania_zouravliov así la ilustró al conocer la historia. quizá fuera antes. quién sabe. las historias atraviesan continentes y mares a través de la red más conectora. y el relato que nos ocupa puede ser el vuestro, el mío, el de cualquiera.

diseccionemos la melena.

hay una madre que vela por su hijo en la cima rocosa. está el hijo con sus noches hasta de día. los pensamientos trabajados a fuerza de no hablar con nadie. el frío de la sierra. lo eterno. y en el instante previo a la caída la mano tendida.
hay un naranjo. lo cuida un padre. en las escaleras de la vivienda una cadena de niños que capturó hace años. mutilados. trabajando. con eco en los adentros. la mirada perdida. y haciendo del mundo del dueño del árbol algo más reducido logran levantar al dragón agazapado.

la chica dibujada sostiene los recogidos a duras penas. a cada lado lleva mil mundos.

está el mechón de los gritos de auxilio. está el de las no coincidencias. están los tenaces tras cada cana. con más ganas que plantones dados. están los osarios. los ovarios. las letras que acercan. los demonios que frenan.
los nudos hacen por camuflarse pero se aciertan. no cuesta adivinarlos. en cuanto uno se acerca las marañas renacen. las tensiones salen y de la nada la mano que atusa y el cepillo que calma.

la pajarita del cuello es la licencia de la ilustradora al evitar la soga que rodeaba a la retratada. una lazada que escapa de ser correa haciendo por ser amable. lo feo convertido en bello. la cadena en ornamento y no condena.

a ambos lados del recogido cientos de negaciones. a pesar de la intención de matar demonios.
en ambos micromundos el no sumado a más negativas. parones bañando en oro la confianza perdida. y el peso de los noes hace su pose más testaruda. sin doblegarse. queriendo superar el mal bebiendo de la misma fuente se cierra a la gente. cree que le miente. el uno. el otro. la mentira se hace liendres. y todo le pica.

así está ella. tan ocupada la testa como vulnerable el resto. la piel sin tapado. el pecho con el corazón empuñado. animal presa.

se adivina dentro de un rizo. la que acompaña al hijo le teje una manta desde que falta. llegada la noche exacta él la ofrece sin esperar nada. e igual que los cuatro o cinco puentes que unían ambas orillas arrimó su silla sin invadir a la aterida.
en otro bucle parecido. el que escapó de su lápida tras perder kilos y ganar eccemas no deja que talen nada. las apuestas iban en contra pero él mima sus ramas. perdió una y el amor cosecha hoy naranjas. esta mañana ha exprimido un zumo para la sed más castigada. sin esperar _tampoco_ nada.

herida o brava. cercana o helada. cervatillo o cabra enfadada. no todos la vieron. pero está. en blanco y negro.

debió extraviar sus pasos en un mar que invitaba. su permeable brazada acabó por dejar que le ahogaran. y al alcanzar la orilla _tan sólo fue una pesada ahogadilla_ se ha encontrado con toda clase de pequeños detalles enredados en su cabello.
hay insectos. escarabajos sacaojos. libélulas. saltamontes. todos calados. hay alguna rama. plumas de no se sabe bien qué color de lo hundidas que estaban...
palabras contenidas. zapatos atados a su pareja. un ombligo rodeado de pecas. una arqueada ceja cuestionando lo que se acerca. calendarios con los meses futuros quitados. y días. noches y días contados y con aspecto de olvidados.
hay una puerta que se abrió sin pedir contraseña. hay un secreto. hay dos ojos abiertos. luego otros cerrados. quizá los mismos. hay un candado. y la llave a la ría.
hay una botella. dos sillas. hay viento sur. está la música. una tribu de ojos tristes enmarcando sus rostros con tocados y pintura. hay una mano asiendo una piedra. no hay hielos.
hay un número. hay un regalo. vídeos. una princesa y el muro vacío. hay bombillas. hay un niño de once años. hay un salvavidas. hay un reloj sin pila. hay tiempo. el que se requiera. y una cura. y tras la cura otra oferta.
un saco de lágrimas secas. un esbozo de sonrisa. unos deberes. coincidencias que no lo son por nada. cuatro manos abiertas. una madre en lo alto. un hijo. otro. un árbol desahuciado. el padre coraje. y una diana en la melena enmarañada.

las líneas han dado rostro y torso a la canción que a mi amiga cantó su tenista. han dado vida a la historia que yacía malherida. han hecho chica del cuento que a todos asusta. ha dado coherencia al barullo de tanto objeto extraviado. al desconcierto de los que ya no confían. a los perdidos. a ellos se les ha dado abrigo. no todo está perdido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

piedra a piedra hicimos un castillo. y en lo alto una princesa...

larraitz con pompa dijo...

anónimo_ piedra a piedra crece el camino que nos lleva donde nuestros ojos quieran. caminaré a tu vera. gracias por abrigar a esta tu amiga

dragon dijo...

No llueve eternamente

larraitz con pompa dijo...

dragón_bienvenido! levantémonos!!