domingo, 25 de abril de 2010

muñecas

nos regalan muñecas. es lo que se ha hecho siempre con las chicas. a las niñas les tocaba jugar a mamás mientras los niños rodaban el balón o las canicas. así era y _aunque ahora los juguetes asexuados se mezclan_ lo sigue siendo.

las medidas de seguridad están por algo. las activas y las pasivas. es lo que te indica la dirección general de tráfico antes de sentarte frente a cualquier volante.

a toda niña nos dicen alguna vez que somos princesa. a veces reina. y bajo esa corona caminamos presas incluso cuando alargamos los calcetines cortos del cole hasta las caderas y los hacemos medias.
la educación que nos alimenta nos lleva a todas a ensoñarnos con castillos y caballeros poniéndonos a salvo del temor más fiero. un fotograma de la película el_castillo_soñado hace que una mujer extienda el brazo. i_capture_a_castle dijo en su idioma el director multiplicando _sin saberlo_ los barrotes de la jaula del invento ceniciento. y es que de ser ella en lugar de él el de la silla de tijera y el grito de corten quizá habría sido también alguna vez presa de los grilletes donde sin querer _si eres fémina_ te metes. que la autora del libro sobre el que se basa el film apuesto que sí supo de estas prisiones entre almenas y condiciones.

el cinturón antes de nada. regular la visión espejada. y punto muerto previo al arranque. es parte del comienzo de la toma de contacto con uno nuevo. y aquel lo era. a pesar de la familiaridad que le infundía _por haber estado cerca del asiento piloto algún tiempo_ debía calibrar el punto de fricción y la resistencia o cesión de cada pedal rozado. todo era desconocido al fin y al cabo. y además de la calma tuvo que añadir grandes dosis de fe y confianza. y sobre aquellas ruedas del ford fiesta lo logró.

inglaterra. 1930. cassandra hace por sobrevivir en el ruinoso castillo inglés de su excéntrica familia. y su recorrido por las relaciones y sus emociones le conducen hacia lo que se espera de quien madura. el viaje personal de la chica que desconoce lo cerrada que vendrá la siguiente curva.

regulado el asiento tomó la distancia de los brazos. extendidos debían colocar las pulseras sobre el volante. y con una cadena cerrada de zurdas y diestras fue ascendiendo hasta lo más alto. las muñecas. con imprevistos. con nuevas vistas y distintas formas de tanteo. con el mejor copiloto. con una emisora amorosa suavizando cada kilómetro rodado. con la paciencia más generosa y la apuesta de la confianza plena dejando que tan sólo fuera un viajero durante una vuelta entera.

a principios de siglo como ahora. los mismos tronos perseguidos. las mismas alcobas y capas hechas cola. y de camino a palacio los mismos temblorosos pasos.
a la que le abrillantaron la corona sólo sostiene una despeinada melena. otra que creyó empuñar cetro sintió atravesado su centro. y la que subió tropezó con la alfombra real mal tendida. ellas y muchas otras que estremecieron su erizado acabaron por asumir que no era más que la puerta de la nevera abierta. y el frío se llevó la esperanza de dar con su alteza.
que si no se es una reina_infanta_princesa_regia dama en su casa el resto se le hace batalla. en 2010 y en los años 30. valiente patraña.

escoger entre los expuestos y dispuestos. no es igual aunque parezca el mismo camino. el giro, las luces, el sonido, el empuje, la estabilidad, los kilómetros pisados, los paisajes visitados. todo es parecido pero muy distinto. y con las básicas reglas sobre las ruedas se elige entre conducir uno u otro. es diferente llevar a éste o a aquel. no da igual por quién apuestes. quizá la meta sea el mismo puerto y se llegue a las mismas seis en punto. pero nada tendrá que ver lo sentido en el trayecto. quieres riesgo. quieres paz. quieres brisa marina o alta montaña. optas por estrenar o por algo conocido. decides autopista o la comarcal llena de curvas. y así también el transporte. se escoge.

las parejas que firman se unen con apuestas. de una muñeca a la del otro la breve distancia de unas esposas. así la dama. así el esposo. así la fe puesta el uno en el que se pide que no desvíe su dirección a la cuneta. y sin papeles entre ellos _también_ la misma unión cadena que pintan palaciega cuando puede ser calabozo. la misma historia regada desde pequeños. la del azul que dejó de ser rana para ir juntos a lo más alto. el mismo cuento engañoso desde las muñecas infantiles hasta los posteriores esposos.

una escapada a un paralelo mundo puede durar dos horas. entrar en él con la primera y dejarlo al aparcar en cuesta con la marcha atrás puesta.
un viaje a la complicidad de un posible. unas vacaciones hasta oporto. de un asiento al de al lado el brazo mostrando que no es tan demonio la carretera. una voz arrullando con aplausos que espanta a los diablos en el asiento trasero agazapados. cerradas curvas. parón en seco. aquí te espero pero no te dejo.

hay que enterrar los juegos infantiles cuando se juega en la gran liga. no valen los cuentos de castillos. no todo el que va a caballo es príncipe. no todas las palabras son reales.
y luego ocurre. que aunque existan algunos verdaderos no los vemos. las destapadas trampas dejan sin ojos a las cabezas. las promesas descubiertas decapitan a las de trapo. y con tanto cuerpo _e interno_ mutilado ya no parecen tan muñecas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero siempre seremos princesas flamencas
Rojos m

larraitz con pompa dijo...

princesa m_ hay flamencas princesas del tablao y hay princesas con tanto lunar y volante que se hacen flamencas por tangos, soleás, fandangos abandonaos, seguirillas, y graves saetas... pero tras tanto palo de la lista siempre terminan por aparecer las alegrías y las bulerías. bailemos, pequeña, bailemos con ellos de rojo

dragon dijo...

tiene mas valor quien se atreve a pilotar que quien cede el volante...
Un dragon no juega con muñecas, su liga es mas grande... de esa ruta por las montañas espero que quede la alegria de haberla hecho y jamas el miedo a no empezarla.

larraitz con pompa dijo...

dragón_ las montañas sigo subiéndolas a diario... y me saben a sonrisa. con cada curva una decisión y sin miedo se gira el volante. porque soy de las que lo asen