martes, 1 de junio de 2010

atasco

lo usó como coartada. se asomó a la ventana con la impaciencia aferrada a los prismáticos jugando a cazar al wally bólido desde el que habían llamado. el confeti que cubría la carretera camuflaba su diana. no acertaría con la mirada. ayunaron sus ganas.

está haciéndose a ellos. los zapatos de la nueva era brillan tanto como aprietan. pero ella los mira. acaricia la redonda punta de charol y sonríe desde su miedosa apatía. está aterrada. estrena días. la nueva vida.

puertas adentro ocurre. a mí sí. la marea roja recorre vías secundarias y principales. riega aceras. moja las calles. llega hasta la yema y regresa por otra puerta de la que sale. lo sucio entra. lo limpio nace. la lavadora que late en mi pecho despide toda una flota. a veces coches. otras son tanques.

le ha dicho su madre que a partir de ahora comenzarán las buenas. acaba de llamarme con una de las lluvias pedidas que tanto se resistían. sus tierras caladas sorbían la dicha. su boca alunada mecía la risa. sin astenia de junio. que la ahogó la sorpresa.
mi respuesta ha visto el mapa. un plano de luces verdes donde invitaban los de tráfico. no andaba errada su pitonisa. vías libres. circulación fluida. llegará todo lo esperado.

primeros de mes. hora punta. todos al redil. a cumplir. a rendir. los motores comienzan a toser. calientan su paciencia con la vejiga llena. las alarmas tiran de las orejas y los codos apuntan. hay que alcanzar la meta. en hora. no valen excusas. hay que llegar a todos. a los puntos y a las manos que nos reclaman. y lo que me corre se altera al ver que no hay dónde moverse. se cortan caminos. se tupen sendas. se baja de quinta a primera y se obturan las riendas. ya está. mi sangre anudada en estratégicos lugares hacen de mi fluir un calvario. no llegaremos. no estaré a tiempo. fallaré en eso o aquello. no doy abasto. migraña al canto.

ayer terminó su época de asfixia. lo que mal vivió hasta hoy se rescató con sus salidas. con pico y pala abrió la zanja y con la mudanza asfaltó el escape. por allí saldría.
ahora circula sobre olor a prensada gravilla. sus pies de niña en estreno corren como los picapiedra feliz de saber sin trabas la nueva vía.

congestionado el ambiente mal se respira. y como a la chica que steven_sites fotografía sólo nos salva la mascarilla. entorpecido el entorno el cuerpo se turba. el aire atorado no genera vida.
la carretera cubierta y sin moverse una rueda. eso es mi interno cuando me aprietan los días. mitad de mi cuerpo soy yo. y la otra mitad _por más razones que ésta_ es madrid. la capital infestada de conflictivos rojos convertidos en oscuro. cuando el aliento no llega soy madrid en hora punta. circulación matada. y hasta que les pongo en orden o doy con más vías es pura quietud de bocinas chillando. doloroso atasco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

espero ver madrid en hora punta, poner luces verdes en las ventanas los primeros de mesde cada día,cuando te aprietan los diasy si hay que parar, paramos y vemos que pasa cuando nada se mueve, escuchamos los silencios de my funny valentine, encontramos segundos infinitos, aprendemos del atasco, salimos del coche aunque llueva. aprendemos a movernos.a partir de ahora vendran las buenas, una plana de luces verdes augura un pitoniso

larraitz con pompa dijo...

anónimo_ gracias... gracias...
por desear aventurarte en ese madrid atascado, por hacerte pitoniso cargado de tanto bueno, y por comentarlo.
una lucecita verde. eso eres. seguro.