jueves, 11 de noviembre de 2010

prestado

de las dos imágenes de oh_my_milky en las que retratan esculpidas flores he optado por ésta. más cursi. también menos dura. pero eso uno lo ve cuando conoce su historia.

había conseguido dar con uno de los rifados asientos. llovían todas las nubes inventadas y los pies _a pesar de las botas_ se quejaban. contra el empañado vidrio que tapaba a la noche imaginó a tres receptores. los redujo a dos por poder haber recibido uno de ellos un par del trío. e imaginóse por un instante como continente de un corazón prestado.

aún existe la duda. todavía baraja la idea sin saber cómo dará forma a la ausencia. cuando le falte. cuando no se atiendan. aún se pregunta si hacer o dejarlo quieto. oscilan sus planes entre la vida que siga o correr otras ruedas. si somos más que lo que se enfría al rato de parar el motor o no no entra en la saca. lo que santo tomás pedía era _tal vez_ algo distinto a la falta de fe. quizá su petición era la súplica de un nuevo contacto. el si_me_dieran_un_minuto que tantos suspiran anhelando al que falta. puede que siga tramando cómo actuar siguiendo los miedos y amores que el santo pudo sentir antes de aquel costado al cual invitaron. está la fe. y está el querer por el tacto.

el bus tomó la curva para dejar la rotonda. de ser su órgano heredado sus ojos habrían _sin duda_ cambiado. y como la tromba de agua que caía desde esa tarde, le bañó con más fuerza lo que en ocasiones había visto algo escorzado. nadie es dueño ni de sus pasos. lo que arrastramos. lo que mostramos y bajo la piel nos habita no es nuestro por más que la magia de la vida nos lo diera al nacer. si escuchas, si masticas. si abrazas, si caminas. si fecundas, si dormitas. somos con suerte independientes de caja y alcalinas. pero no siempre. ni por siempre.

vestían pieles para el abrigo y lo horneado era cabrito. sobre la mesa un vaso con rosas secas decoraban la fiesta. a un lado la recogida leña. y la idea de cómo tenerle cerca bullía en su cabeza.

a diario abandonados cuerpos se hacen presente para encender otros pendientes del hilo. luego tierra. otros ceniza. y mientras se esfuman sus huellas físicas ya están estrenando nuevas escenografías. el jardinero es ama de casa. la empresaria es camionero. el abuelo es niño de cinco y médico enfermo.
bajo la cáscara. en silencio para la vista. retumbando dentro de la piel está lo que donaron para que siguiera _quien fuera_ respirando.
llegó su parada. abrió su paraguas. aquello no remitía y con el tambor de las gotas tecleó su renuncia. no soy mía _se dijo_ caminando segura. no más que si cualquiera de mis vísceras trabajara conmigo una segunda vida. no más que si alguno de mis órganos hubiera sido regalado con los ojos cerrados tocándome la lotería.

la duda en la solapa. siete flores cinceladas dando otra forma a lo que fue.
ni su mano ni su entero. ni su polvo ni sus pelos.
cuando la mano toca no busca creer que sigue lo que no ve. cuando los dedos abrochan las flores sienten más cerca parte de lo que ni siquiera era de ella. la tibia se hizo calor para acercar lo que de otra manera es.
un broche heredado. algo prestado. como todo. como estamos.

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