miércoles, 17 de noviembre de 2010

otoño

que lloviera era un motivo a añadir a los cuatros pies acelerados. hacía meses hablaron de ello sus labios. de los mitones y los cuellos altos. de los paraguas y los achuchones combatiendo los pocos grados. la luz robada al día les precipitaba a la cena y al edredón hasta las cejas. eran noviembre y todo aquello era el icono esperado.

las tres habitaciones se besaban en un rincón que endulzaron con pastel rosa y papel pintado.
tres suelos se deslizaban hasta el punto que sore_thumbelina fotografió. cada piso con su historia. cada pavimento con su personalidad marcada. con pétalos y filigranas. de pelo corto y en lana.

pocos se atreven. no todos se lanzan a mezclar dulce y salado. y él lo hizo.

tres moquetas.
primera. pétalos dentados y cáliz con dientes triangulares. flores leñosas y tallos largos extienden sus planas hojas de base envainadora. el clavel es carnoso _de ahí su nombre en otras lenguas_ y luce por faralaes unos volantes gitanos que encienden de rosa, rojo o achinado a quien le revuelve las faldas.
segunda. del tallo la bráctea y de ahí las hojas restantes. ese es el cardo. nada aristócrata y silvestre. flor afrutada con aspecto piñonero. azulada y seca guinda en pleno centro de una corona de amables espinas.
tercera. crucífera de familia le llaman brassica_olearacea, lo que quiere decir col _col común_ pero con matiz. la genética ha logrado en el mediterráneo hacer de esta verdura un ornamental alimento. berza decorativa. repollo florido. redicho lo dicho.

por un motivo _tras juntar los seis contados_ puso a trabajar sus manos. así fue con la nata dulce y los guisantes salpicados. así ocurrió con la motera y los pantalones de lana aseñorados. sin pensar en el después ni en las miradas interrogantes. hacer con ojos valientes y no tanto cerebro cordero. ese era el innato secreto.

la galería, la habitación y el vestidor besan sus bocas. flores para el amor. flores para los que pisan buscando calor. nuevas miradas para los suelos que habitan. nuevas lentes para los focos que atienden. sin temor a ser correcto uno se desmelena y mezcla. heterogeneidad bien casada. multitexturas en coherencia. tres formas. tres aromas. tres colores. tres para los pies que caminan haciendo hogar donde posan. quién dijo que en otoño sólo nos resta esquivar hojas secas.

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