miércoles, 1 de diciembre de 2010

preposición

desde apartment_34 la edulcorada julie andrews viene a ser el pepito grillo vestido de señorita. con la mirada hacia un lado juega a no ser la guinda. pero lo ha sido. ha sido verla y he sabido que su travesera no es más que la patada sin espinillera que apareció por sorpresa tras casi cuatro décadas.

no admite variación de género ni número y no tiene significado léxico propio. introduce elementos nominales u oraciones subordinadas sustantivas dependiendo así de alguna palabra anterior. es parte de una cadena recitada entre pupitres y que aún entre huecos craneales nos suena de vez en cuando. creyó que lo era. pensaba que la preposición era el letrero anunciante de muchos de los objetos que nos rodean. pero no. se equivocaba.

la mary poppins que nadie desbanca ha golpeado con su empuñadura de loro sobre la cabeza que ella quería despierta. la niñera de la fantasía cortó el vuelo a quien sostuvo durante tiempo el convencimiento de una posibilidad errada. quiso la señora del bolso sin fondo hacer uno de sus trucos y sirvió un despierte_usted_de_su_mundo con agua fría del cielo.

dos lexemas. verbo y nombre. acción, objeto directo y resbalón. la seguridad asumida durante años se mantuvo tiempo firme entre las cuerdas. pero con la granizada de ejemplos que su mente inocente fue recogiendo cayó en un k_o sin resistencia. sobre el suelo el diccionario de par en par abrió sus reglas y el corrector hizo el resto.

sin traje negro y con el sombrero escondido ha jugado luego al despiste. una vez dicho y marcado en rojo la falta, la primavera de su vestido ha hecho como si nada. igual que ella. igual que su boca entreabierta siguiendo atenta a una mirada sobre el vacío. así su pelo. así su brazos. así su sostenido.

paraguas para la lluvia. parachoques sobre los coches. pararrayos por si hay tormenta. y la cuenta que está para darse dejó al alumno sin enterarse hasta hace nada.
detiene la tromba. protege del golpe. absorbe la electricidad que las nubes blasfeman. y el verbo que bloquea y preserva no pudo parar de aleccionarle cuando los paras brotaron.
lo que antes era de pronto moría dejando paso a otro sentido en perfecto sitio. echando a otros entraban los nuevos fondos encontrando _en los travestidos durante lustros_ asientos a molde.
el para qué sirve dejó de preguntarse. ahora era un mixto formado con intención de explicar los múltiples destinos del verbo que impide el paso. sobre el mango, en el morro de un vehículo, en lo alto del tejado, y en otros muchos sitios colocaron al actor con sus manos.
y sobre el cuaderno del que aprendió tras tanto círculos rojos señalando lo bien vestido y mal formado.

dentro del estudio donde se encuentra no lloverá por mucho que insista por saber ella de cielos y chimeneas. hace del resguardable musical instrumento como si continuara entre sonrisas y lágrimas y simula no haber dicho nada.
lo ha dicho. la preposición se hizo lexema. y cayendo chuzos la letra con la que termina se fundió con la del siguiente cambiando el significado de aquel vocabulario con un rojo semáforo. eso sí, tras la variación sigue sirviendo para lo mismo. que hay mil lecturas para los escritos y no siempre llueve a gusto de todos.

2 comentarios:

Sendoa dijo...

sigue habiendo muchos para que son preposición ,como paraleleíipedo, paracetamol o paraguayo y los rojos de corregir se borran,los paras tienen agujero y no paran como ellos quisieran, ni quieren como querían, ni frenan a dos cuesta abajo

larraitz con pompa dijo...

sendoa_una palabra que me lleva a la infancia: paranguricutirimicuaro.
nada que frene a dos cuesta abajo