nocturnidad

premeditación y alevosía.

dice estar contenta. de nuevo llegó para quedarse tan sólo un rato pero eso le gusta. una velada cada tres meses no ata y sí regala. pero quiere alargarla.
cuando llega su timbre sin espera a ella se le acelera. me cuenta que le bombea más de la cuenta. más de lo esperado. mucho más de lo que hubiera dicho que haría si él volviera.
... y aún pregunta qué es lo que ocurre...

hay casas donde ya no se fuma y guardan cigarrillos por todas las esquinas. just in case.

ella hace sus días con cucharadas colmadas que le completan el corazón con ganas. y de pronto sus palabras tentando. se cruzan más que miradas. secretos. aladas. y luego es cuando ella se enfada.

hay onzas de chocolate saciando algo más que el común hambre. a mí me ocurre con la cola_light. taste it all.

hablan durante horas. dice que a veces sin sonar sus voces. suben y bajan por la siete picos reservada para los dos locos. de atar, sí, de atar le digo. porque no hay nada más que dos polos que de cuando en cuando se recuerdan. dos ganas que de ciento en viento se alimentan. sin temor al dolor. y sí aterrados por lo adictivo. el chute prohibido y sin sentido.
que no se borren les pido. que dejen de ser nadador tras guadiana. pero ese es su goce. cruzadas voces sorpresa obsequiando roces.

una canción que te engancha como la versión de la pantera coreada por aquellos chicos deseando el verano. como la calma de karen souza deslizándose. creep.

contó clavándome su ilusión en volandas que estuvo sentada sobre la araña. como una niña en sueños jugando a escalar a lo alto de la colgada. pendida de lo peligroso pero enmarcada en lo bello. danzando en vaivén de cuentas diamante esperando el forzado descenso de cualquier momento. de nuevo ligera por un me gustas se encontró allí sentada. en la lámpara del cuento. coronando lo encendido de la habitación dormida. en la sigilosa madrugada. sad boys dance when nobody is watching.