martes, 24 de febrero de 2009

ocasiones

sin estrenar febrero entre las pompas blancas... las intento _con esta entrada_ mantener en su nado a flote. hay ocasiones...

hay quien me ha echado en falta. y hay quien además lo ha escrito. cariño incalculable el que sentí al comprobar el abrazo cálido de ese interés en mis días bajos de tantos cambios. GRACIAS!

un árbol con treinta y uno. apuesto a que catell_ronca propone un calendario. quizá de enero. tal vez ya marzo. no es febrero. son este año veintiocho los días que amanecen y yo los he apurado hasta sentir que un mes eran trece. demasiado largo. muchas tareas para mis cincuenta kilos de más voluntad que fuerza.

el sábado último por la mañana estuve pintando rodillo en mano. sobre el nuevo pladur el blanco.
me apresuré con las dieciséis del reloj radiofónico. me esperaban al final del trayecto del treinta y un paseo de unos quince. subí la cuesta esperando ver al rojo pero se me escurrió entre los dedos aún de pintura pringosos. no llegué y el cartel digital anunciaba unos veinte minutos hasta el siguiente. _brilla el sol y estoy cansada_esperaré_qué más da_

a veces los rompecabezas se resuelven. los sudokus se terminan. las piezas encajan. es tino y suerte. mis semanas en silencio escrito para estas pompas han sido enlazando ajustes. días en un cuaderno tachados a diario comprobando el resultado de lo planeado. todo marcha bajo lo esperado. mi cuerpo lo dice. todo me está saliendo. incluidas las entrañas de puritito cansancio.

el sábado sobre las cuatro y treinta me senté a su lado. una anciana que parecía esperar el bus. descubrí enseguida que lo que esperaba eran palabras. el sol como único acompañante se le antojaba corto aquella tarde donde todos se disfrazaban y ella recordaba.
con mis párpados cerrados y bañándose al calor del astro dí comienzo a nuestra charla. _y su apellido?_de los ojos_no, no, su apellido!_sí, sí, de los ojos!_ abrí de golpe los míos...
que si también ella tuvo días de disfraz y carreras. que si era lo mismo pero con menos años. antes de los bailes con aquel que le hacía tilín pero poco más. antes de irse a venezuela. antes de dejar su piso y ocupar la individual de la residencia. antes de perder a todos menos al sobrino. antes de sentarse al sol del sábado de febrero. antes de conocernos y empapar su mirada.

dije en otro post que tendría un árbol y he cumplido. lo tengo. menos ramas que el de estos pájaros. más calmo. protector. vigilante.
así le dije acudiría a buscarle. por su nombre como las ramas de abrigo que tanto extraña. como el calor enramado que ya sólo recuerda y moja el pañuelo que sus ojos rasga.
_no se moleste_agradecemos la compañía pero sin sacrificios_no vaya usted a hacer nada...
su voz se inundaba.

llegó el autobús destino a mi compromiso. me despedí comprometida con las visitas vecinas. y ante su incredulidad callada y prudente le dije que aunque mintiera _que no era el caso_ y nunca fuera... sintiera que durante un tiempo estuve en sus ramas y juntas volamos. que si en mi cabeza habita su figura se sentiría menos abandonada tras las décadas que le robaron sus almas con la guadaña.

soltera y con noventa. las uñas de rojo y recién merendada. así estaba la que regaba su apellido con la fragilidad de niña anciana. sola en una parada de bus bajo el calor breve de invierno. con el pañuelo en una mano y en la otra la cachava.

enlazando por instantes sus dedos con otros que lejos de perder _el bus_ ganaron. los míos que hoy teclean las gracias.
gracias a la dama de los ojos.
si está también en vuestros adentros sumará a sus manos pájaros de los de los ciento volando. a veces se logra. en ocasiones.

2 comentarios:

Julia dijo...

A veces se logran no cientos si no miles de pájaros y, muchas veces, se logran cuando después de escribir unas palabras que salieron del corazón se sabe que, esas palabras, fueron acogidas con los brazos abiertos, cariño y respeto.
No pierde el autobús quien regala su tiempo a quién piensa que ya no le queda nada.
No pierde el tiempo quien regala sus palabras a quien, tal vez, esté falta de ellas.
No pierde sus palabras quien aprieta una mano fría, gastada, olvidada por los años pero que sigue viva.
Tus dedos fueron pájaros, sus dedos se transformaron en nuevas aves y, si te sirve, después de leerte mis dedos se unieron a los vuestros para llenar esas ramas que, sin duda, forman parte de la vida.
Sigue pintando.
Sigue llenando de pájaros las ramas de todos los árboles vacíos del mundo.
Sigue soñando, porque soñar es una de las cosas más hermosas de las que puede disfrutar el ser humano.
Mis pájaros hoy, han volado hacia tus ramas.

Julia.

larraitz con pompa dijo...

... cómo te acercas a mí...

me encanta lo que has escrito. que vueles con lo mío es lindo. que enlaces lo tuyo con los nuestros es inmenso.

vida para vivirla

GRACIAS julia